Sólo el silencio

Aunque la realidad del ser ha sido establecida de muchas maneras,decirlo no es suficiente: el ser sólo es conocido por experiencia propia.

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

ॐ नमः शिवाय

martes, 4 de enero de 2011

UPADESA (Bhakti Yoga -9-10) Devoción suprema

9.-Mediante el fortalecimiento del pensamiento "Yo soy El" 
se consigue una firme permanencia en el Principio de Existencia, 
libre de cualquier modificación del pensamiento. 
Esta es la devoción suprema.

En este verso el Maharshi comienza a reforzar su mensaje final, la línea central de Su sagrada Enseñzanza, la clave de Su evangelio, ejemplificada con su propia vida corporal en su estancia inamovible a los Pies del foco de su devoción, la montaña sagrada: Arunachala Siva.

Al referirse a la "firme permanencia" nos conduce directamente a ese estado natural de perfecta quietud, vacío de identificación que paradójicamente es nuestra identidad perpetua... Libre de atracción y rechazo, de cualquier modificación objetiva, ese espacio no es un estado en el sentido estricto de la palabra, porque no es un lugar del que se entra o se sale, ni algo que se consigue mediante determindas técnicas o métodos conducentes.

Ese Principio existencial es el preciso instante antes de que el Yo puro quede como trasfondo y aparezca en primer plano la presunción de un segundo "yo" espurio, mezcla de recuerdo e imaginación, con su creaciones y por añadidura, su dualidad.

Para comenzar la transición de ese plano de fondo al primero y único, el Maestro nos pide que fortalezcamos el pensamiento de unificación con el Ser supremo, "Yo soy Él", como medio para afirmarnos y confirmarnos a nosotros mismos la natural familiaridad con esa pura sensación de ser, con esa paz suprema.

Un pensamiento se fortalece por reiteración, por persistencia en una sola idea, todas las demás creaciones de la mente se van disipando y dejando su espacio a esa entidad que demuestra ser más resistente, estar más asentada en la conciencia... Y ¿qué podrá afirmarnos más en una idea que el intenso amor? ¿Qué podrá ser más fuerte que la pasión, producto de una identificación profunda del corazón con esa entidad, vibración o energía?

Ahora comprendemos que el sendero devocional tiene su razón de ser en este punto fundamental; en cambiar toda identificación y apego con las cosas del mundo, como conceptos superficiales que nos mantienen alejados de nuestra realidad esencial, y fijarla sobre esa misma naturaleza a través de la devoción, a saber, la adoración, la contemplación y finalmente la entrega incondicional y completa.

Cuando el devoto llega al punto de percatarse de que él no es nada, sino el Yo, el Señor amado, la devoción profunda por ese ideal que lo atrae desde adentro y lo empuja desde afuera hacia el mismo fin,  no quedan más palabras, ni suplicas, ni oraciones que efectuar... Sólo confirmar esa unión (yoga) sagrada que aquí el Maharshi define como la "Devoción Suprema".

El devoto comprueba que todo lo demás es superficial, vano, pasajero y falto de sustento, excepto esa relación sagrada que sostiene con su Ser amado, y lo que pasa en segundo plano, aún fuera de los horarios de práctica deja de afectarlo por completo.

Su vida se justifica sólo en esos momentos en que se halla sumido en la más perfecta unión con su Señor y no hay otra luz en su corazón que ese amor profundo y concreto, que ahora distingue como lo único real, lo único que vale la pena obtener o recuperar.

Esta es la cumbre de la devoción, la devoción suprema en la que el discípulo siente saciada su sed de siglos, su tremenda necesidad de ser sin condiciones, ni limitaciones de ningún tipo.


Las prácticas devocionales son necesarias
hasta tanto no fluyan lágrimas de éxtasis
al oírse el santo "nombre" de Harí.


Aquél cuyo corazón lo lleva a las lágrimas
con sólo mencionar el "nombre" de Dios,
ya no necesita ninguna práctica devocional.

Sri Ramakrishna

A esta altura de la instrucción sabemos que todos los pensamientos se constituyen de dos partes fundamentales; esencia (satchitananda) y nombre-forma (nama-rupam) y que a través de las prácticas devocionales (nama japa, adoración, contemplación, etc.) podemos acceder y sostener la concentración en ese Principio esencial que es el "sat (verdadero) chit (concomiento)" común a todos los objetos que existen.

SAT-CHIT desde el punto de vista de la Advaita, puede traducirse como "Yo soy", ya que el conocimiento de la esencia o el ser de cada objeto puede conducirnos directamente a ese Principio de Existencia, hacia su propia FUENTE, núcleo o corazón a partir del cual fue formado y nombrado al adquirir cuerpo y mente.

Desde esta perspectiva SAT-CHIT es la esencia de todo verdadero conocimiento y ANANDA, la dicha que es producto de la devoción por ese Principio existencial, es lo que nos ayudará a permanecer con firmeza y libres de cualquier modificación de nombre y forma.

Éste es el principio constitutivo del pensamiento "Yo soy Él"  y con una simple observación podemos constatar que toda fórmula sagrada que en su composición consta de prefijo "Yo soy" tiene la finalidad de situarnos en ese espacio de consciencia al que los demás pensamientos no pueden alcanzar, donde nada puede interrumpir esa corriente continua de dicha y paz conjuntas, que no es un estado pasajero, sino nuestra naturaleza esencial.

Los MAHAVAKYAS o grandes dichos como "SIVOHAM" que significa "Yo soy uno con Shiva" o "SO HAM" que podría traducirse como "Yo soy aquello sin nombre ni forma", o el Vedántico "AHAM BRAHMASMI", que equivale a la afirmación "Yo soy brahman"; son ejemplos de mantras muy utilizados por su profunda significación y poder de purificación de la conciencia.

Al llegar con la UPADESA al tramo referido a Jñana-Yoga (yoga del conocimeinto) veremos que ese solo pensamiento "yo soy", denominado allí "aham vritti", más que un pensamiento en sí es algo así como la simiente de todos los pensamientos existentes, y por tal posee una frecuencia tan alta que no puede ser alcanzada por ningún otro estado o concepto artificial.

Recordemos que cuando un pensamiento aparece en la conciencia atrae por afinidad vibracional a otros objetos que se van alineando uno tras otro, produciendo un efecto de reacción en cadena en donde la idea original queda cubierta u opacada por las superposiciones subsecuentes... Pero cuando el pensamiento raíz (aham) es simentado por un intenso amor o devoción profunda y sostenida, los demás objetos no llegan a emerger y por el contrario, se diluyen y desarman en el intento de alcanzar esa luz tan pura.

El Maharshi afirma que ésta es la DEVOCIÓN SUPREMA, porque el mayor nivel de acercamiento del adorador con Su adorado, o del amante con su Amado, es ese "punto exacto" donde no hay dualidad alguna y en el que ambos se conjugan en una sola vibración sin nombre ni forma, pura esencia y presencia sin distinción.

De allí que el Sadgurú afirmara "Usted sabrá a su debido tiempo que su gloria está donde usted cesa de existir", ya que es ese instante eterno de desidentificación perfecta, donde no hay distinción entre el que ve y lo visto, cuando podemos tener un anticipo, una intuición o conocimiento directo de nuestro estado natural y puro, de nuestra verdadera naturaleza.


La Auto-indagación siguiendo la pista de Aham-vritti, 
es como el perro que sigue la pista de su dueño por su olor. 
El dueño puede estar en algún lugar distante y desconocido, 
pero eso no impide en absoluto que el perro siga el rastro. 
El olor del dueño es una pista infalible para el animal, 
y nada más cuenta, tal como el vestido que lleva puesto, 
o su constitución y estatura, etc. 

El perro se aferra a ese olor sin distracción mientras le busca, 
y, finalmente, logra encontrarle.
Igualmente, en su búsqueda del Sí mismo, 
la única pista infalible es el Aham-vritti, 
la «yo-soi»-dad que es el dato primordial de su experiencia. 

Ninguna otra pista puede llevarle 
directamente a la realización del Sí mismo.

El evangelio del Maharshi




10.- Se ha aseverado que la meta del yoga de la acción, 
de la devoción, del ashtanga yoga y del yoga del conocimiento, 
es la permanencia de la mente en el corazón.

Resumiendo los versos vertidos hasta aquí el Maharshi los refunde en una afirmación universal, que bien puede ser tomada como la síntesis de todos los "Yogas" o senderos de autorealización.

En los primeros versos se demostró el que Yoga de la acción nos conduce por añadidura al sendero devocional, y en las próximos versos se demostrará que también el Ashtanga o Raya yoga, así como el Jñana o sendero del conocimiento, se encuentran hilvanados y alineados de tal forma de que por uno u otro camino, todos los aspirantes lleguen a la misma "meta", como culminación de toda búsqueda y anhelo de felicidad.

¿Y cuál sería la meta del Yoga supremo sino la PERMANENCIA, el estabilizarse en ese estado de gracia al que hasta ahora llegamos sólo accidentalmente o de forma pasajera?

El gran sabio Patánjali en sus "Yoga Sutras" dijo esta misma verdad de otra manera... Su primer verso o "sutra", generalmente traducido como "Ahora, la ciencia de Yoga" encierra el mensaje real del yoga supremo:  "La síntesis del Yoga es AHORA", refiriéndose según la modalidad de su lengua y de su época a esta gran verdad que el Maharshi pinta como "la permanencia de la mente en el corazón".

Bhagavan siempre recordaba que "no hace falta el Yoga si no hay viyoga", es decir, que si no hay separación de la unidad esencial, ningún método correctivo o práctica inducida sería necesaria para alcanzar meta alguna, pues la causa del conflicto no exisitiría.

Tanto Ramana como el sabio Patánjali (y tantos otros más) afirman que sólo permaneciendo en este punto central de equilibrio y armonía perfecta del ser sin agregados, podemos volver a afianzarnos en nuestra esencial naturaleza y realizar así la meta de todos los yogas, la del autoconocimiento y la suprema realización de la unidad.

Al comprobar que lo que nos separa del Señor es la inquietud, la inestabilidad en el estado natural, el identificarnos con los vaivenes de la mente, se infiere automáticamente que lo que necesitamos es quietud, estabilidad, PERMANENCIA sobre la base existencial inamovible y omnipresente.

El Maharshi siempre repetía que: sólo se necesita llegar a captar lo que está siempre aquí y ahora... "Morar el en Yo" ... Permanecer en ESO que es indefinible pero que podemos indicar como el origen, la pureza del ser, el vacío conceptual, la plenitud de la consciencia, los Pies del Señor donde nacen todos los mundos y los seres.

El profundo significado de la "entrega", como el punto más alto de la suprema devoción, se trata de que ese poder de exteriorización o cognitividad se someta a la presencia omniabarcante de la realidad de fondo, de la consciencia, de la unidad absoluta que como una ley inobjetable debe ser reconocida y respetada por todas sus criaturas.

Generalmente se considera "inteligente" a quien ha aprendido a utilizar el pensamiento, partiendo desde la introspección o concentración hasta la concreción de la idea en la acción... Pero la verdadera capacidad intelectual poco tiene que ver con algún tipo de adiestramiento o ejercitación tendiente a agilizar la respuesta mental o mejorar la lógica empleada en el proceso creativo.

La verdadera "inteligencia" es la que se sustenta en una perfecta "unidad de mente y corazón"... Más todavía, el proceso de conocimiento debe estar completamente supeditado a los mandatos de la conciencia interna, a las directivas siempre claras y concretas que recibimos a través de la intuición, el conocimiento silencioso, la Voz inaudible del Corazón.


El Corazón no es físico. 
La meditación no ha de ser sobre el lado derecho o izquierdo. 
La meditación ha de ser sobre el Yo. 
Todos conocen al "Yo soy". 
¿Quién es el "yo"? 
No estará dentro ni fuera, a la derecha ni a la izquierda. 
"Yo soy": eso es todo.
El Corazón es el centro del que todo brota. 
Debido a que usted ve al mundo, al cuerpo, etc., 
se dice que éstos tienen un centro, que se llama el Corazón. 
Cuando usted está en el Corazón, 
sabe que éste no es el centro ni la circunferencia. 
No hay nada más.¿De quién podría ser el centro?

Sri Ramana Maharshi

En cualquier otra situación que nos hallemos, la permanencia sería imposible, inconcebible, ilógica e irrealizable... Sólo allí, en esa "nada" existencial, en ese "principio" vital, en ese instante eterno sin otra secuencia ni repercución alguna, sólo allí podemos permanecer perfectos, unidos, realizados, en paz.

Para aquellos que nunca habían tenido alguna experiencia de samadhi, el Maharshi siempre les hacía comparación con el estado de sueño profundo conduciendo al interlocutor a deducir que la permanencia en ese estado de total desapego e incorporeidad, es idéntico a la felicidad inherente, al estado natural al que aspiramos como realización de cualquiera de los senderos conocidos.

Al no ir más allá del pensamiento "yo", es decir, al no constituirse como un pensamiento u objeto propiedad de algún sujeto y por tal, con cualidades y atributos individuales, nos libramos automáticamente de todas las ramificaciones e interrelaciones de los demás pensamientos involucrados en esa entidad particular, con la que estamos identificados, con la memoria.

Al caer en el sueño profundo, decía el Maestro, experimentamos la felicidad que podríamos seguir disfrutando si pudiéramos PERMANECER en esa constante vigilancia o atención sobre el verdadero origen de cada onda vibratoria o pensamiento en la sustancia mental, persistiendo como testigos de esta existencia corporal.

Así el Sadgurú acostumbraba a introducir a sus devotos o aspirantes de cualquier tipo a la etapa final del sendero del autoconocimiento, ATMA VICHARA, la indagación en el si mismo, la investigación exhaustiva de cada modificación en la conciencia a fin de determinar su verdadera identidad o naturaleza.

Todos los senderos son consecutivos y secuenciales para todos los aspirantes SIEMPRE, aunque suele suceder que alguno difiera de otro por las predisposiciones adquiridas con anterioridad... Por eso afirmaba que todos los métodos forman "una totalidad continua", y que no hay elección posible entre uno y otro, sino más bien en la manera de recorrer esos caminos o etapas trazadas desde el principio de los tiempos.

De la misma forma que la aplicación del libre albedrío no se refiere al "qué" sino al "cómo", así también el camino de autoconocimiento es UNO siempre y los que vamos alternando o recorriéndolo de manera diferente somos los aspirantes en concordancia con nuestras aptitudes y predisposiciones, y hasta con nuestra necesidad de realización que generalmente es el motor fundamental que acelera todo el proceso de la búsqueda y la realización.

Al fin dejamos de creer en la información que nos llega a través de los sentidos y pasamos a confiar y a basar nuestra fe en el sentido original, en la sensación de ser que primero adoramos como el Señor, que luego contemplamos como la presencia en el corazón y que ahora realizamos como el pensamiento raíz de todos los demás pensamientos, de cada expresión de la conciencia.

Pero este pensamiento no es un pensamiento más, es un pensamiento que no se puede considerar como un objeto, porque si bien tiene esencia y nombre (su nombre es AHAM), no tiene forma aún, por lo que no puede convertirse en un peligro para nosotros, ya que la mente no puede identificarse con nada que contenga los tres componentes esenciales, de nombre y forma más sat-chit-ananda.

Por eso, la permanencia en ese principio existencial YO (aham) o YO SOY como se lo conoce normalmente, es el método recomendado para que la mente recobre su estado original y puro, su forma informe, su nombre sin sonido, su esencia vacía de toda identificación o apego.

Bhakti es reunión con el Ser... al realizarse se convierte en Jñana, ausencia del sentido de separatividad... y esta es la única dicha y realización verdadera que podemos conocer en esta misma vida.

Cuando hay dos, sólo el amor logrará que quede sólo uno, que el objeto se funda en el sujeto, que el no-ser provisorio e ilusorio se disuelva en la claridad del ser uno, eterno e inmutable.

Si realmente amamos al Sí mismo debemos SERLO, vivir como el Sí mismo, como el puro ser que es dicha permanente e ininterrumpida, aún en este cuerpo y en esta vida aparentemente condicionada. 

La ligadura es ilusoria y la liberación también lo es; por lo tanto sólo la persistencia en un único estado natural o liberado tiene que imponerse. 

Cuando el ego se desvanece, el jiva muere (desaparece el sentido de ser esto o aquello) y a eso le sigue la realización de Brahman en samadhi... Entonces es Brahman y no el jiva, quien realiza a Brahman. 

Morar en el Yo, en la Gracia continua de Sus Pies de Loto, en la suprema absorción, en perfecta quietud y silencio absoluto, en el sólo ser esa Consciencia pura, que queda como residuo tras la disolución de la mente y la relatividad... es REALIZACIÓN. 

Y aunque parezca duro de afrontar, tendremos que terminar por aceptar que Moksha (la meta, el liberación final) no es una experiencia continuada de exaltación religiosa y gozo ilimitado, sino el único estado de ser en perfecta comunión e integración, en la continua beatitud del samadhi o autoconocimiento ... sin ser otra cosa, sin ser nada más ... Es al fin y al cabo: ¡PERMANENCIA EN LA INEXSISTENCIA!


Aquí inexistir es morar en ese vacío de cualidades y atributos que crean a nuestro alrededor un mundo que no es real ni irreal, porque es ILUSIÓN; un universo ficticio al que salimos a experimentar y aprehender lo que nada ni nadie nos podrá enseñar jamás, lo que somos nosotros mismos en el corazón, en el lugar donde habita la más pura realidad sin superposiciones ni interpretaciones de ningún tipo.

El título de este blog pretende honrar esta enseñanza central y profunda que el gran Sri Ramana Maharshi vino a enseñarnos... "YO SOY EL QUE SOY" implica permanecer en el origen, en el centro increado, en lugar más puro que podamos concebir antes de concebir la más mínima cosa, antes de identificarnos con algún objeto de la mente, con cualquier creación posterior y por ende, artificial.

Sólo basta meditar profundamente en estas pocas palabras para darnos cuenta que lo único que nos separa de la realización es creer que "la realización" es algo que nos falta, algo a conseguir, una cualidad adicional a Aquello que por naturaleza somos siempre.

¿Y quién podrá estar más capacitado para instruirnos sobre la firme permanencia que el Santo de Arunachala? ¿Quién podrá mostrarnos el camino hacia el Corazón, hacia el centro más puro de la consciencia en donde sólo habita el Silencio original? ¿Quién sino el Sadgurú podrá enseñarnos a permanecer escondidos aguardando el momento justo de maduración para consumar la obra suprema de la existencia humana, la completa realización?


¡Señor Mío! 
Has permanecido dentro como mi Yo, 
protegiéndome en todas mis encarnaciones pasadas. 
Ahora, por tu Gracia, 
te has manifestado como mi Maestro 
y te has revelado como el Ser.



OM NAMAH SHIVAYA
OM NAMO BHAGAVATE SRI RAMANAYA
HARI OM TAT SAT


Âtma Vichara paso a paso

Persigue inexorablemente la búsqueda del "Quién soy yo".
Analiza tu personalidad entera.
Trata de encontrar dónde comienza el pensamiento del Yo.
Prosigue con tus meditaciones.
Continúa volviendo la atención hacia adentro. (Un día la rueda del pensamiento perderá velocidad, y una intuición surgirá misteriosamente)
Sigue esa intuición, deja que tu pensamiento se detenga, y te conducirá finalmente hacia la meta.

De las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi