Sólo el silencio

Aunque la realidad del ser ha sido establecida de muchas maneras,decirlo no es suficiente: el ser sólo es conocido por experiencia propia.

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

ॐ नमः शिवाय

sábado, 22 de noviembre de 2014

SAT DARSHANAM - Verso 17 (El cuerpo del yo)

Cuarenta versos sobre la Realidad
(vivir desde el corazón)


17- Tanto el sabio como el ignorante consideran al cuerpo como yo. 

El ignorante limita el yo al cuerpo. 

Para el sabio, el Ser brilla en el corazón, sin límites, incluyendo al cuerpo y al mundo.



Todos nosotros al decir "yo" nos tocamos el cuerpo.

Llevamos la mano instintivamente al pecho, pero más que nada "en dirección al cuerpo" para demostrar a quien nos mira (como en el lenguaje mudo) que estamos aquí y ahora, aconteciendo en esta misma forma, dentro de este organismo que llamamos "mi cuerpo".

Mi cuerpo implica "de mi propiedad", no decimos "yo, el cuerpo" o este yo-cuerpo y este otro yo-mente para diferenciarlo...

Hay algo que dice: este organismo, con el cual puedo expresarme es "mío", es para mi uso personal.

Hay algo ahí, entre el cuerpo y la conciencia, que iguala a "yo y mío".

Algo que se ha adueñado de este cuerpo, que se ha dado cuenta de que este cuerpo no es todo lo simple que parece.

Este acontecer en el plano físico, con una forma única y determinada,es una máquina asombrosa, una invención de la naturaleza que supera hasta el más pretencioso, de nuestros últimos avances tecnológicos...

Se trata de un maravilloso mecanismo fisiológico con la increíble capacidad de comunicarse con cualquier otra criatura.

Es capaz de recibir y transmitir información, desde y hacia cualquier otra forma de vida, desde cualquier otra "fuente" o "repetidora" de energía cósmica.

Otros organismos lo hacen, pero dentro de su propia especie... El cuerpo humano es capaz de conectarse con cualquier otra especie y hasta de controlarla, en el sentido de cuidar de ella, alimentarla y reproducirla a su antojo.

Ese "homo sapiens" ha sido capaz de eso y se ha adueñado de este cuerpo y de su mente, de su energía motriz... sin dejar que siga evolucionando naturalmente, normalmente, como todo ser lo hace, no en una dirección particular o de propio beneficio, sino hacia todos lados... universalmente.

El hombre ya no puede seguir dependiendo de esta entidad maligna, que fue utilitaria en el pasado, para desarrollarse y subsistir en épocas muy duras, pero que debe abrirse y soltarse, para seguir creciendo... para trascender, como lo hizo el sabio de Arunachala, en aquella pequeña cueva... emulando al "hombre de las cavernas".

Tal vez volvió al punto en que la evolución se complicó, para retomar de ahí "la senda" natural, la vía de la mente única, el sendero interior... el camino de la Luz que siguieron todos los seres realizados de la historia.

Al hablar de LUZ hablamos de apertura, de liberar al cuerpo de este parásito que lo tiene atrapado y atontado, que limita su capacidad de expresión, de libre comunicación y colaboración con el resto de las especies...

Hablamos de su cualidad de ser íntimo con su propio ser, de ser una continuación del orden cósmico, del ser universal.


El ignorante limita el yo al cuerpo. 

No hay yo alguno en el cuerpo... o dicho de otro modo, el cuerpo no tiene un "yo" propio, separado del resto de la creación. (punto)

Este "yo" que se adueñó del cuerpo es ficticio, totalmente antinatural y no puede subsistir si no consume constantemente la energía vital del cuerpo, volviéndolo así una masa de energía sin voluntad, sin brillo, sin vida verdadera...

Se perpetúa devorando toda su fuerza, desviándola intencionalmente (kármica-mente) en mantenerse a si mismo, artificialmente claro, intentando sobrevivir en su propia esfera de conciencia, en su ámbito creado arbitrariamente alejado de la creación.

Por eso sufre, por eso crea el mal (karma), por eso no alcanza nunca a disfrutar la maravilla de la vida real, de la vida nueva, que implica existir en completa unidad, en la comunión milagrosa de su ser con la luz cósmica, con el ser infinito que nunca comete error alguno, y siempre disfruta de su "juego".

Por eso, a hecho de salirse de este juego enfermizo, que produce sólo sufrimiento... le llamamos LIBERACIÓN.

Mientras sigamos produciendo este "yo", mientras lo sigamos alimentando y recreando, soportando y hasta reconociéndolo como necesario para la vida... nunca nos libraremos del mal, nunca dejaremos de crear limitación, condicionamiento, esclavitud... Nunca dejaremos de sentir esa sensación de carencia, ese sufrimiento profundo (habitual en las mañanas), que no nos deja disfrutar de la vida en paz, que nos margina de nuestro estado natural, de plenitud, de felicidad... SAT CHIT ANANDA.


Para el sabio, el Ser brilla en el corazón, sin límites, incluyendo al cuerpo y al mundo.

Para nuestro amado Gurú, y para todos los seres "despiertos", el "yo" no se limita a la piel... el Yo real incluye al cuerpo, como el lugar donde acontece esta conciencia divina, y desde donde se proyecta el verdadero cuerpo del hombre, la conciencia de ser, la mente pura, libre de apego a formas y nombres, libre de todo condicionamiento.


Observe esto: El Yo es sólo Ser, no siendo esto ni aquello.
Es simplemente ser. Sea... y hay un final de la ignorancia.
Indague para quién es la ignorancia (yo soy este cuerpo)
El ego surge al despertar de su sueño. Sólo cuando está despierto, usted dice que durmió,
Su vigilia también incluye la idea de que durmió... 
El cuerpo (la idea de ser esto) es el resultado de los pensamientos.
Realice su ser puro y no habrá confusión con el cuerpo.
Los pensamientos harán lo suyo, como es u función, pero eso no le afectará.
Cuando usted dormía, no le interesaba para nada lo que pasaba con el cuerpo,
ahora que lo sabe, usted podrá permanecer así SIEMPRE.

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

El verdadero Yo no aparece y desaparece, enseñará el Maestro una y otra vez...

EL VERDADERO YO, EXISTE SIEMPRE, repetía...

La mente puede crearlo todo... puede crear un universo entero... pero NO PUEDE crear un yo.

La conciencia no puede crear una persona, una entidad realmente independiente, un ser individual que exista realmente, que subsista como sí mismo más allá de lo fenomenal, temporal, mental.

Toda creación, sea quién sea su autor, puede darse en su mismo nivel o en un nivel inferior.
Un ser humano puede crear cualquier artefacto, o participar en la creación de otro ser humano... pero NUNCA crear algo que esté por encima de su nivel de conciencia.

La mente tampoco puede crear nada más allá de la forma, de lo que pueda llegar a contener o percibir.
Por lo tanto esta creación del yo artificial tiene que desaparecer... tiene que sucumbir... y seguirá presionando y haciendo sufrir a todo el organismo, mientras se siga resistiendo a soltar, a dejarse ir, a liberarse de esa cárcel conceptual que él mismo creó y sostuvo durante tanto tiempo.

Toda la humanidad está destinada a realizar esto... todos estamos "en camino" a liberarnos y por eso, el Sadgurú no muestra la libertad que pueden alcanzar unos pocos... enseña el camino para que TODOS JUNTOS, como un solo ser, nos libremos de este lastre de siglos, de esta predisposición enfermiza y limitante, que nosotros mismos ayudamos en el pasado a mantener.

Y otra vez, es mediante la práctica de la autoindagación, la sagrada ATMA VICHARA que el Gurú nos insta a investigar adentro, a mirar si realmente esta entidad tiene vida propia, si está ahí realmente...

"Al agua no se la puede convertir en agua-seca" decía, "busque al yo y la mente (el pensamiento raíz yo-soy-esto) se destruirá", el yo-falso mostrará que era sólo un fenómeno circunstancial.

Y no podrá sostener más ante nosotros su engañosa realidad.

Esa mente única, la conciencia pura, la capacidad de comunicarnos con otros seres vuelta hacia adentro, crea una especial atención acogedora, capaz de abarcarlo todo y escuchar al cuerpo en sus raíces, allí donde todavía es sólo ser.

Esa misma mente única, que surge de cada átomo de nuestro ser, es la fuente inagotable que como el sol, abraza toda la creación, todo lo que aparece, todo lo que se manifiesta en su espacio infinito de esplendor.

Si acostumbramos a la mente a "pastar en su propio terreno", como la vaca que está acostumbrada a escaparse al terreno vecino... es decir, trayéndola "una y otra vez" de regreso al centro, al origen del yo, a la mente única, mediante la auto-investigación... terminará aceptando que ésa es su esencia real que no caduca, ni desaparece jamás... que ése es su verdadero Yo, que esa fuente universal que se halla también en el cuerpo (aunque no con exclusividad), es su naturaleza original... su semilla y su fruto, su origen y destino final... sin principio ni fin.


"La mente es la fase inteligente 
que conduce al ego 
hacia su propia destrucción, 
para que el verdadero Yo se manifieste"

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

El Gurú no nos pide que nos iluminemos, ni que realicemos el Ser... él dice: YA ERES ESO!

No pierdas más tu tiempo en una búsqueda innecesaria... ¡Ya estás realizado!

Buscar es sufrir... es seguir produciendo la separación y el sentimiento de carencia en nuestros corazones.

El volvernos el Ser, (necesitar convertirnos en lo que ya somos) es una idea nuestra (del ego) y de nadie más... el despertar es ilusión!

El despertar no existe aparte del "yo" falso, el mismo pensamiento crea esa ilusión de convertirse en algo, sólo para seguir en lo mismo.

La persona es la persona, es un fenómeno particular y no puede ser otra cosa que lo que es... No es un yo real, un ser independiente y libre por definición!

Sólo dejar de producirlo... de darle entidad... Es el verdadero camino, la práctica fundamental!

Dejar de crearlo y sostenerlo. alimentarlo con nuestra fuerza vital... y el "yo" parásito se esfuma, se diluye como lo que es, una producción puramente mental a la que si no se le da soporte, se debilita y disuelve en su propia fuente.

¡Tenemos que hartarnos definitivamente de todo esto, para ver la realidad tal cual es!

Dejar de elegir, de emprender, de intentar, de producir... a la persona.

Dejar de intentar liberar a la persona... y liberarnos DE LA PERSONA, del yo creado, de esta superproducción mental que nos limita y condiciona una existencia que debería ser maravillosa.

Dejar todo, saltar al vacío... morir al pasado, al futuro, al tiempo del cuerpo... Y sólo ser!!!


¡OM NAMAH SHIVAYA!

sábado, 8 de noviembre de 2014

SAT DARSHANAM - Versos 15-16 (Tiempo de ser)

Cuarenta versos sobre la Realidad
(vivir desde el corazón)

15- En su tiempo, tanto pasado como futuro son sólo el presente. ¿No es como reírse el que se discuta acerca del pasado y el futuro, sin percatarse del presente? 
¿Podemos contar sin el número uno?

16- ¿Puede haber espacio, puede haber tiempo, excepto para mí?

Espacio y tiempo me atan, sólo si yo soy el cuerpo. 
No estoy en ninguna parte, soy atemporal. 
Existo en todas partes y siempre.



El tiempo del Yo real es siempre aquí y ahora.
Sin historia, sin pasado ni futuro... sin tiempo lineal.

El Ser es todo lo que está existiendo en este instante, manifestado plenamente, perfecto y completo.

Porqué preocuparnos por una manifestación que ya ha sido rebasada, superada, trascendida?

Porqué atribuirle importancia alguna al pasado, si no fuera que existe el apego de asegurar mi-pasado, mi-obra, mi-tesoro, etc..

Sin yo y mío, dónde que queda el espacio y cuando pasa el tiempo?

¿Podemos contar sin el número uno?

No podría existir ningún pasado sin esta consciencia presente, sin esta presencia consciente que está siempre viva, en esta precisa y única instancia...

Y SIEMPRE es desde AQUÍ Y AHORA que se relaciona con los hechos... apenas mentalmente.

Por esto mismo "la idea" de lo que pasó siempre difiere mucho del hecho en sí.
Y aunque se acerque a la realidad, tal como fue... ahora ya no lo es, eso YA FUE trascendido.

Por eso de nada sirve evaluar o emitir juicio alguno, ni siquiera tomar el pasado como una experiencia enriquecedora... ni el futuro como la promesa de superación.

¡La Vida jamás se repite!

La vida real es siempre NUEVA, siempre sorprendente, siempre inagotable!

Mientras ella actúa, en el momento en que cada acción se desarrolla, no hay relación alguna, no hay solución de espacio y tiempo porque sólo hay UNO actuando.

En cuanto termina de manifestarse, esta instancia queda expuesta a la manipulación mental.
Es en ese instante que debemos estar muy alertas, para preguntarnos: ¿Existe algo más detrás o delante de esta corriente eterna de ser y realizar?

NO, no hay nada más... no hay ninguna entidad real teniendo experiencias o sumando conocimiento con cada suceso, con cada momento de vida!

Sólo tenemos el "ahora", sólo existe este momento, por lo tanto ESTO SOMOS!

Pero al decirlo (pensarlo y expresarlo) ya no lo somos, al darle forma personal ya lo manchamos, al crearlo ya lo perdimos... y nos perdemos nosotros con ello.

El ser es tiempo, es lo que fluye, lo que es paso a paso sin nada anterior ni posterior... Es este instante eterno que no pasa, aunque todo lo demás pase por él... en Él... GRACIAS A ÉL!


Espacio y tiempo me atan, sólo si yo soy el cuerpo. 

Si la duración de los fenómenos ya no nos condiciona, tampoco el espacio, la extensión de los mismos.
No hay nada que me defina mientras yo mismo, idealmente, no me defina como esto o aquello.

Aquí, en esta dimensión de espacio-tiempo, no podemos separarnos de la dualidad... pero si realizar que la unidad incluye la dualidad (no dos) siendo tiempo en el espacio y espacio en el tiempo, SAT-CHIT siempre unidos...

La UNIDAD no es "aveces", aparece aquí-allá, ahora-antes-después, parece sujeta a una expresión lineal, pero en verdad es siempre el mismo ser que se muestra como 2, sin dejar de ser 1, más que uno... NO-DOS.

La presencia está siempre en este mismo espacio, todo el tiempo... pero para verla, sentirla, vivirla... tenemos que abandonar cualquier noción de separatividad superpuesta... aquietarnos es reunirnos en un solo ser, volver al centro, a la fuente misma de la vida, hasta que la agitación mental... la marea de ideas superpuestas se aclare, como se espera que el agua se aclare y la suciedad se deposite en el fondo, antes de beberla.

 Sólo si me identifico con esa ideas, con esas formas de expresión puramente conceptuales, estoy sujeto a espacio y tiempo, a algún tipo de evolución gradual, temporal... en verdad, sólo estoy condicionado por mi propia producción mental.

Existe el tiempo de abandonar el cuerpo, de trascender.
No existe el tiempo de ser uno, de volver a ser uno en el origen... ni de separarse del UNO, de alejarnos del UNO ETERNO.

No podemos volver al UNO jamás, porque nunca dejamos de serLo.

No estoy en ninguna parte, soy atemporal. 
Existo en todas partes y siempre.

Si no ME busco, si no me considero un objeto a ser encontrado... donde puedo hallarme?

Y cuando lo haré..?

No hay salida, no hay nada que buscar en ningún sitio, ni algo que se haya perdido en algún tiempo... lo que sea que venga se irá y en el lugar al que accedamos no podremos permanecer eternamente...

Mientras seamos formas sobre formas, ideas en un mundo ideal, creaciones superpuestas sobre una realidad no creada, no producida, eterna y perfecta sin cambio alguno... nunca habrá un tiempo para ser!

 Si usted permanece como usted está ahora, usted está en el estado de vigilia; 
éste deviene oculto en el estado de sueño con sueños; 
y el estado de sueño con sueños desaparece 
cuando usted está en el sueño profundo. 

Usted ha estado presente entonces, usted está presente ahora, 
y usted está presente en todos los tiempos. 

Los tres estados vienen y van, 
pero usted está siempre presente. 

Es como un cine. 
La pantalla está siempre presente pero la multitud de los tipos de imágenes 
aparecen sobre la pantalla y después desaparecen. 

Nada se pega a la pantalla, ella sigue siendo una pantalla. 

Similarmente, usted sigue siendo su propio Sí mismo en los tres estados. 

Si usted conoce eso, los tres estados no le perturbarán, 
lo mismo que las imágenes que aparecen sobre la pantalla no se pegan a ella. 

Sobre la pantalla, usted a veces ve un imponente océano con enormes olas sin fin; 
después desaparece. 
En otra ocasión, usted ve un fuego devastador creciendo todo alrededor; 
después también desaparece. 

La pantalla está presente en ambas ocasiones. 
¿Se ha mojado la pantalla con el agua o se ha quemado con el fuego?. 

Nada ha afectado a la pantalla. 
De la misma manera, 
las cosas que acontecen durante los estados de vigilia, 
sueño con sueños y de sueño profundo 
no le afectan a usted en absoluto; 
usted permanece su propio Sí mismo.

Estos estados vienen y van. 
El Sí mismo no es tocado; 
tiene solamente un único estado.

Bhagavan Sri Ramana Maharshi


Somos siempre el mismo ser, y este sí mismo no es ir y venir... no es ser ni no-ser, es lo que está siendo siempre aquí y ahora!

SAT y CHIT nunca están separados, no son etapas o aspectos separados del ser... no son fases de manifestación, siempre se manifiestan en unidad, en el ahora eterno!

El no-dos trasciende la idea ser ser uno... lo ES sin más... es ser-sólo-ser!

El ser siempre se manifiesta dividiéndose desde la célula madre, de la siguiente forma:

SER < ser-consciencia

CONSCIENCIA< consciencia-existencia

EXISTENCIA< existencia-tiempo (mente)

TIEMPO< tiempo-espacio (cuerpo)

CUERPO< cuerpo-mundo (yo personal=dualidad)

La realidad se divise así infinitamente, sin separarse nunca en realidad!

No hay nada que cambiar para ser-tiempo-eternamente-ahora, sólo tenemos que dejar de pensarnos separados de él.

Ver la realidad como ideas separadas crea al sujeto, y al tiempo personal (psicológico) superpuesto sobre el tiempo real que es infinito y nunca pasa.

La existencia fluida-unida-continuada es sólo ser de instante en instante, sin ver otra cosa!

Creemos que tenemos que cambiar para volver a Casa, para estar enteros nuevamente, presentes totalmente, en armonía, en paz... Pero el cambio es precisamente dejar de buscar, dejar de intentar ver algo distinto, dejar de imaginar sobre lo que ya es totalmente claro en el presente, dejar de temer y desear cambiar la realidad... y ser aquí, ser ahora!

El Tiempo (con mayúscula) es la existencia incondicionada que no viene ni ser va, que es eterna presencia inseparable...

El tiempo-real es no-dos, es uno en todo, pura consciencia-existencia, ser-energía fluyendo desde la fuente del ser en todas las cosas.

No hay un centro único, cada ser es un centro... no un centro separado, es el CENTRO... el tiempo cero, la eternidad en cada instante. 

El cambio que precisamos es vernos como somos... la realidad tal cual es... la vida como única... la conciencia y la existencia como un mismo ser indivisible, que sólo fue separado por error... por ser considerados objetos de conocimiento, por haber pretendido iluminar la luz o quemar el fuego.

Tan sólo detenernos... quedarnos quietos... en paz... ser, sólo ser... es el camino y la meta!

La meta ahora, el camino inifinito... eternamente en casa, en la luz, en el SER!



¡OM NAMAH SHIVAYA!

sábado, 1 de noviembre de 2014

SAT DARSHANAM - Verso 14 (la primera persona)

Cuarenta versos sobre la Realidad
(vivir desde el corazón)


14- Sin el yo las personas segunda y tercera no pueden existir. 

Cuando el yo se hunde por la investigación sobre su origen, las personas segunda y tercera también desaparecen. 

Nuestro propio estado natural, brilla.



Es fácil darnos cuenta, si lo investigamos, que el "yo" (el sentido de ser algo, el pensamiento raíz) aparece sólo durante el proceso de producción mental.

Con cada objeto, la mente (que no es una entidad, sino un proceso) crea automáticamente un sujeto de referencia... una idea a realizar.

Pero esa idea nunca pasa de ahí, de ser sólo una imagen ficticia, artificial por la que activamos todo el proceso creativo, y es más, esa imagen desaparece al instante de haberse llevado a cabo la tarea.

Lo que no desaparece es la idea de un "yo continuado", la movilizante sensación de ser algo que realmente puede cambiar las cosas, el hacedor ficticio, la creencia en que siempre ha sido el mismo yo, el mismo sujeto, el falsamente poderoso ser individual.

Las personas segunda y tercera, tú y ellos, sólo surgen como producto de una falsa referencia personal, de una perspectiva equivocada, separada de la realidad.

La primera persona (la persona real) es el yo soy, el primer destello de la conciencia en su estado puro, sin forma, no vacía sino plena de potencialidad.

Sin embargo, como decía Dogen Zengi, lo que percibimos es el reflejo de la luna, en una gota de rocío, caído del pico de pájaro...

Con ese tibio reflejo pretendemos buscar la realidad, con esa tan pequeña pista no podemos hallar ni siquiera el camino y mucho menos la corriente real.

Pero es cierto que siguiendo esa lejana luminosidad, que aparece como yo-soy-esto,  como yo temporal o psicológico, podemos rastrearlo.

El Sadgurú lo recomendaba a todos los principiantes en la vía directa, como método infalible de concentración y detención de la producción mental desaforada.

Es el Sagrado Vichara, la investigación profunda de esa "luz de luna" con el divino sueño de alcanzar el SOL!

Parece imposible, pero no lo es... y no lo es sólo por SU GRACIA.

Por la Gracia del Gurú sucede que al llegar al límite de nuestras posibilidades, el mismo se presenta en la forma de luz clara y pura, a abrirnos la puerta de la Vía real.


La gracia es el Ser...
 Si me recuerdas, se debe al impulso que sale del Ser. 
¿No está ya la gracia ahí? 
¿Hay algún momento en el que la gracia no actúe en ti? 

Tu recuerdo es el precursor de la gracia. 

Ésta es la respuesta, 
esto es el estímulo, 
esto es el Ser y esto es la gracia. 

No necesitas sentir ansiedad.

(Talks: 29-9-36)

Entonces sentimos, más que comprender intelectualmente, que nosotros somos el "pecado", el único escollo para volver a ser.

Nosotros mismos, creando un sí mismo artificial, superpuesto al Yo real que no tiene forma ni límite alguno, nos alejamos de la consciencia pura del solo ser.

Creamos un yo falso y a partir de él queríamos solucionarlo.

Nosotros mismos creamos la búsqueda... y ahora, al fin, volvemos al principio y toda esa locura de hallarnos perdidos no fue más que eso, una idea, un sueño, una ilusión.

Nosotros somos la sombra que oscurece el sol, que al mirar la luna mira el dedo, y al trascenderlo nos quedamos a mitad de camino... soñando en la luna.

Es sólo nuestra falta de determinación por llegar a verdad última, la que nos impide ver la realización siempre disponible aquí y ahora.

Hasta que comprendemos que la iluminación es sencillamente esa misma actitud, esa parada firme ante lo ilusorio ... sin negar... pero abrazando todo como una misma creación puramente mental, virtual y vacía de una entidad propia.

En la visión purificada del hombre despierto, determinado a encontrar el origen de todo, la producción mental es apenas eso, apenas mente... casi nada, con la misma significación que cualquier desborde de energía, que jamás puede por si sola reflejar la verdad de la fuente.

A partir de ahí no podemos aceptar más esa mentira... ni debemos rechazarla tampoco... debemos abrazarla con amor, trascenderla con lucidez, con apertura, con claridad de objetivo y sin aceptar medias tintas.

A partir de ahí no podemos detenernos más... hasta nada, hasta nunca... los límites se acaban y la corriente eterna e infinita de la realidad se convierte en un nuestra única naturaleza.



Y al fin "sabemos" que no necesitamos saber nada en absoluto.

"Conocemos" aquello que realiza que no hay nada que conocer.

Tenemos la "certeza" de que no hay certeza alguna que podamos tener, de la que podamos agarrarnos para afirmar nuestra realidad esencial.

Sentimos más allá de cuerpo y mente que no hay nada pueda limitarnos, inquietarnos, afectarnos en lo más mínimo, de toda esta creación superflua que nos rodea... y que antes nos tenía tan obsesionados.

Nuestro propio estado natural, brilla.

Nuestra mirada resplandece, pero mayor aún es la quietud, la tranquilidad, la apertura de nuestro corazón, de nuestra conciencia, que prácticamente, ahora pasa a ser desapercibida.

Para esto TODA noción debe desaparecer, toda idea propia debe haber sido eliminada de raíz... inclusive la noción de haber hallado algo... inclusive el "samadhi" o la iluminación.

No puede haber más nada en el medio... entre el Gurú y nuestros corazones!

Vivir desde el corazón no es poesía... no es metáfora... es el único y definitivo Hogar, el único espacio verdaderamente nuestro!




OM NAMAH SHIVAYA 


Âtma Vichara paso a paso

Persigue inexorablemente la búsqueda del "Quién soy yo".
Analiza tu personalidad entera.
Trata de encontrar dónde comienza el pensamiento del Yo.
Prosigue con tus meditaciones.
Continúa volviendo la atención hacia adentro. (Un día la rueda del pensamiento perderá velocidad, y una intuición surgirá misteriosamente)
Sigue esa intuición, deja que tu pensamiento se detenga, y te conducirá finalmente hacia la meta.

De las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi