Maestro, dime quién eres- ¡Mi Señor, dime quién soy!
No hay nadie más que pueda responderme,
no hay otro que comprenda esta cuestión;
si me dices quién soy sabré Quién eres,
si me dices quién eres sabré Quién soy yo.
no hay otro que comprenda esta cuestión;
si me dices quién soy sabré Quién eres,
si me dices quién eres sabré Quién soy yo.
Maestro, yo soy la duda, Tu eres la claridad que como el sol
llega para librarme de penumbras, y vuelve a recrearme en esta unión.
Tan sólo en Tu Presencia se derrumban los velos que oscurecen mi visión;
Tu compañía hace que descubra en todo la Presencia del Amor.
Maestro, en Tu mirada se disipan el miedo y la ilusión.
Mi Señor, es por Tu Gracia que los deseos pierden su misión.
Es en la Paz que irradia Tu Presencia
que encuentro una real liberación.
Maestro, voy tras Tus pasos. No importa que esté oscuro alrededor.
Tu vida es esa Luz en el Camino
que fue encendida antes que este “yo”.
Mi Señor, sigo Tu estela; ¡Voy sin escalas a Tu Corazón!
Tu vida es esa Luz en el Camino
que fue encendida antes que este “yo”.
Mi Señor, sigo Tu estela; ¡Voy sin escalas a Tu Corazón!
“En la mirada del Maestro uno pierde el deseo de ser.”
Velos que levantan distancias
ResponderBorrarGracias por esta bella oración al Maestro Interior, a nuestra verdadera identidad en momentos de oscuridad, cuando parece que nos hemos perdido.
ResponderBorrarUn abrazo! Namaste!
Gracias Z y Alma, admiradas desde hace tanto tiempo del otro lado de sus blogs. Respeto mucho al público en general y más todavía al buscador que entra a estas páginas, por eso trataré de seguir aprendiendo siempre de ustedes para no faltar ni defraudar a nadie, y más aún a esa sed tran preciosa que nos hermana en el camino de regreso a nuestro Hogar amado.
ResponderBorrarPrometo mejorar ... Abrazo de meditación, profundo y duradero.
Namasté!
Z: Al fin con más tiempo (estoy aprendiendo a organizarme y a que ser bloguer no es sólo postear) te contesto como te mereces:
ResponderBorrarEn principio no olvides, que la devoción (en tanto que entrega) es tan necesaria para el jñani como para el devoto, ya que conduce invariablemente a un mismo fin, como bien enseñó Bhagavan, Sri Nisargadatta y otros.
Por otra parte, entiendo que este poema parezca algo "dualista", desde una entidad perdida de su propia conciencia en busca de ayuda o sustento, pero te cuento que la dedicatoria no es hacia un Maestro de "carne y hueso", y menos aún a una imagen mental autocreada sobre algún maestro de libro.
La "mirada" a la que hace referencia no es ni más ni menos que la presencia del silencio, a la que tan solo por Su Gracia, uno entra de tanto en tanto, no siempre que medita, pero sí siempre que es llevado a Sus Pies de Loto.
Y la oscuridad a la que refieres es la que aparece en contraste, cuando sentimos que perdemos esa conexión espotánea, ese sentirnos acogidos profundamente por el espacio de conciencia de algo tan maravilloso como inexplicable.
Algunos textos hablan de "samadhi", yo prefiero llamarlo Gracia, porque allí ya no hay quién entre o salga de ningún estado, allí sólo él es, sólo uno subsiste.
Por eso te agradezco nuevamente el comentario y la oportunidad de aclarar el sentido del poema, aunque como en toda obra artísitica, el co-autor termina siendo ni más ni menos que quien la admira, o sea, tú.
Namasté amiga del alma!
¡OM NAMAH SHIVAYA!
¡HARI OM TAT SAT!