Pero es superior el japa en voz alta.
Es mejor aún el japa en voz baja.
Y superior al japa en voz baja es el japa hecho mentalmente.
El japa mental es el mejor.
La mente, inquieta por naturaleza, precisa mantenerse ocupada para no dispersarse y pervertirse en creaciones sin sentido que luego se convertirán en más predisposiciones y ansiedades. Por eso la acción basada en la devoción, es decir, abocada a un fin inegoísta y de superación personal, purifica la sustancia mental de antiguos condicionamientos y la libera a su vez de nuevos traumas, de posibles desviaciones.
Para la adroración es necesario el apoyo del cuerpo de manera integral, y así la atención sostenida en las diferentes reacciones y posturas artificiales que aparezcan como resultantes y se constituyan en nuevas limitaciones, se irán cambiando por la tendencia opuesta o positiva, a la que regresará el pensamiento cada vez que concluya alguna tarea puramente funcional o mecánica de las que realiza habitualmente.
EL apoyo mencionado en este verso por medio del "habla" se denomina JAPA, y no es ni más ni menos que la repetición rítmica y sostenida del Nombre del Señor, o de nuestro ideal elegido, como medio de concentración y purificación de la mente.
Suele utilizarce como soporte para la práctica, un rosario hindú o "mala",que consta de 108 cuentas que terminan en una cuenta diferenciada, que representa el Monte Meru o la morada de la deidad que escogimos, por lo cual esta cuenta nunca debe tocarse o perderse de vista.
De la misma forma puede utilizarse el propio cuerpo como guía, utilizando las manos como contadores... La técnica es simple, con la mano derecha contamos las unidades y con la izquierda las decenas, a modo de un "mala" siempre disponible, para apoyarse de manera de mantener un ritmo constante que nos permita llegar a las 108 rondas sin perder la concentración, para luego ir ampliando la práctica y profundizando en la instalación de ese mágico hábito en nuestra conciencia.
Repetir el Santo Nombre no sólo favorecerá a la concentración, prácticamente, sino que instalará en la memoria funcional esa "otra" vibración, más alta y pura, que se experimenta al evocar el nombre de Aquello que es sin-nombre por naturaleza, de aquello que es la base o el trasfondo de toda otra manifestación o expresión mundana.
Existen otras expresiones o maneras de comenzar la práctica que pueden resultar más amigables que el sentarse en soledad y concentrarse en una determinada frase o vocablo, y pueden servirnos como antesala o preparación para el Japa más compromentido. Cantar "glorias al Señor" como cita el Maharshi en este verso, es "bueno", de gran utilidad al principio para despertar o activar el sentir devocional cantando "kirtans", que son versos de adoración en forma de canciones, o conteniendo "mantras" (fórmulas sagradas), lo que se denomina "bhajans".
Volviendo a Bhagavan, sabemos que inicialmente indicaba "vichara", la autoindagación, pero cuando se le preguntaba si su método descalificaba o contradecía las escrituras y recomendaciones de otros maestros, contestaba:
El Maharshi no critica ninguno de los métodos existentes.
Todos son buenos para la purificación de la mente.
Porque sólo la mente purificada es capáz de captar su método
y adherir a su práctica.
Al evocar una "forma" (práctica de Puja), instantáneamente se hace presente la esencia aspectada por ese formato específico o cuerpo tridimensional, con el que la mente lo reconoce... De la misma forma, al entonar un "nombre" esa energía llena nuestra conciencia haciéndonos sentir su presencia, de acuerdo al grado de concentración y devoción o fe, con que realicemos la invocación.
Esto no sólo sucede con los dioses, sino también con personas que son muy queridas para nosotros, de los que normalmente decimos que estamos unidos "en el corazón", por tratarse este plexo, el cardíaco, del lugar apuntado generalmente como el centro en el que reside nuestro Yo interno, desde la perspectiva del cuerpo fisico como habitáculo de la conciencia.
Es que nombre y forma son los dos aspectos que esta conciencia precisa para almacenar y catalogar un objeto, aún el más elevado o sagrado que pueda aparecer... y por esto mismo, hasta que no trascendamos los condicionantes básicos con que la memoria objetiviza la energía, nunca podremos llegar a conocer en esa vibración tal como es exactamente, sino tan sólo como en una fotografía o imagen referencial.
Si nos parece extraña la recomendación del Maharshi en cuanto a la educación o preparación preliminar de la mente, veamos como otro Maestro que desde las alturas de la Advaita no acostumbraba aconsejar ningún camino específico, sugería sin embargo para algunos aspirantes, la práctica de Japa como preparación para la meditación y la indagación profunda. El gran Sri Nissargadatta Maharaj, remarcaba:
Muchos sentimos que al recordar a un ser muy querido, al Gurú o al Señor mismo, nos hallamos realmente en su Presencia y ante una carga tan potente de afectividad nos comunicamos de la mejor forma posible, a través del lenguaje desestructurado del silencio, de corazón a corazón, a través de la vibración o sintonía.
Pero esto sólo sucede cuando por medio de la devoción y la entrega, llegamos a un punto tal de identificación en el que nuestro hábito adquirido de apego al cuerpo, al intelecto y a su "base de datos", la memoria, se anula o se detiene transitoriamente, por lo que sus efectos también son relativos y siempre pasajeros.
Precisamente para evitar esta inconsistencia es que se recomienda la práctica del JAPA, como apoyo para aferrarnos a esa energía pura sin que quede registrado en la memoria física como un concepto más, como un nombre objetivo, como una forma de expresión disponible para uso futuro... y podamos retornar a ese estado de meditación o elevación que evocamos, en el momento en que lo necesitemos durante el estado de vigilia.
En otras palabras, el "japa" como el lazo que nos ata al Señor, no será un concepto más a recordar o a evocar, sino nuestro estado básico existencial, sobre el que se montarán todas las demás expresiones o apariciones en la consciencia.
Aún en la etapa más sutil o elevada (japa mental) la práctica apunta solamente a lograr mayor concentración en esa Energía suprema que tenemos olvidada en un "segundo plano", sin pasar a la reflexión sobre sus cualidades ni a indagar sobre su naturaleza esencial.
El propósito de JAPA es llegar a instalar esa "parada" o lugar común en la conciencia, repetidamente y durante el mayor tiempo posible, hasta tanto podamos asumir que se trata de nuestro estado natural, básico y siempre presente como trasfondo de todas las actividades encubiertas tras un nombre y una forma, una mente o energía y un cuerpo como vehículo de manifestación.
En una ocasión el Maharshi fue consultado sobre el estado de sopor o vacío mental, "similar al sueño profundo", que sucede a la práctica prolongada del Nama-Japa, tomado por el devoto como una limitación para la práctica... y en seguida, el Maestro aclaró:
El Maestro siempre repetía que la verdadera "forma" de Dios era el Silencio, que Dios siempre está dispuesto a encontrarse con su devoto en ese espacio universal, en ese silencio profundo, vacío de toda diferenciación, en el que comulgan todos los seres en un solo ser.
El "Santificado sea tu Nombre" que nos enseñó el Maestro Jesús, cobra sentido ahora y podemos comprender que el verdadero "Nombre" de Dios es AHAM, YO, libre de toda expresión o manifestación, de todo movimiento o vibración, de toda dispersión de energía, disolución o división ... ¡Vacío de todo, libre aún de las más puras expresiones devocionales!
No hay una palabra que pueda encerrarlo o describirLo... El ser puro es AHAM ... Aquello es lo que ES, lo más simple jamás creado, la base de todo, el principio esencial... lo único REAL.
Los apoyos recomendados por el Maestro, funcionan como un soporte para nuestra fuerza de voluntad y autocontrol, esto es, más para nuestras "atenciones" que para nuestras intenciones de progreso y tienen un sentido reparador y conductor hacia un más amplio y profundo espectro de investigación espiritual.
EL apoyo mencionado en este verso por medio del "habla" se denomina JAPA, y no es ni más ni menos que la repetición rítmica y sostenida del Nombre del Señor, o de nuestro ideal elegido, como medio de concentración y purificación de la mente.
De la misma forma puede utilizarse el propio cuerpo como guía, utilizando las manos como contadores... La técnica es simple, con la mano derecha contamos las unidades y con la izquierda las decenas, a modo de un "mala" siempre disponible, para apoyarse de manera de mantener un ritmo constante que nos permita llegar a las 108 rondas sin perder la concentración, para luego ir ampliando la práctica y profundizando en la instalación de ese mágico hábito en nuestra conciencia.
Los sentidos tienen que coordinarse y alinearse en un único punto de encuentro, en un centro inmóvil y permanente, en el que puedan hallar reposo y seguridad, paz y bienestar. Por eso el "japa" realizado en voz alta, que puede ser escuchado por otras personas, es el primer nivel de práctica y el que se realiza en voz baja, que sólo puede escuchar el ejecutor, es el nivel más elevado, más efectivo.
Y todavía más sutil y completo resulta el "japa mental" ... En este plano, cuanto más sutil, más profundo, más puro, más real... Cuanto más se acerque a lo no manifestado, más se librará de interpretaciones y opiniones, de adjuntos y calificaciones propias de la mente objetiva, que separa para comprender.
Aquél que puede repitir el nama-japa, mentalmente, sin distraerse ni necesitar ningún tipo de apoyo externo, de los sentidos o del cuerpo, se encuentra listo para permanecer en completa quietud, adoptar la postura adecuada y la actitud recomendada para dhyana (meditación).
Aquél que puede repitir el nama-japa, mentalmente, sin distraerse ni necesitar ningún tipo de apoyo externo, de los sentidos o del cuerpo, se encuentra listo para permanecer en completa quietud, adoptar la postura adecuada y la actitud recomendada para dhyana (meditación).
Japa significa adherirse a un pensamiento
a exclusión de todos los demás pensamientos.
Ese es su propósito.
El japa lleva a dhyana
que acaba en la realización del Sí mismo o Jnana.
Repetir el Santo Nombre no sólo favorecerá a la concentración, prácticamente, sino que instalará en la memoria funcional esa "otra" vibración, más alta y pura, que se experimenta al evocar el nombre de Aquello que es sin-nombre por naturaleza, de aquello que es la base o el trasfondo de toda otra manifestación o expresión mundana.
Existen otras expresiones o maneras de comenzar la práctica que pueden resultar más amigables que el sentarse en soledad y concentrarse en una determinada frase o vocablo, y pueden servirnos como antesala o preparación para el Japa más compromentido. Cantar "glorias al Señor" como cita el Maharshi en este verso, es "bueno", de gran utilidad al principio para despertar o activar el sentir devocional cantando "kirtans", que son versos de adoración en forma de canciones, o conteniendo "mantras" (fórmulas sagradas), lo que se denomina "bhajans".
Estas prácticas se realizan generalmente en grupo, acompañadas con distintos instrumentos musicales y ritmos que van variando el estado vibracional del auditorio.
En la practica básica del Yoga ancestral, se aconseja japa-nama inmediatamente después de Kirtan, para compensar la extroversión de los cantos grupales, por la introversión de la búsqueda intuitiva.
Genéricamente se enseña que Japa es “la gota de agua que horada la piedra”, puesto que sosteniendo una práctica diligente se llegará con el tiempo a la automatización consciente de ese estado vibracional estable y confortable, que a la vez nos induce a una concentración natural, no forzada.
La práctica de Japa-nama se aconseja de ejecución "diaria", a primera hora de la mañana y en el ocaso o antes de acostarse por la noche. Los efectos depurativos podrán ser corroborados rápidamente, y poco a poco el aspirante comenzará a descubrir que el "japa" sigue sonando dentro suyo en una iteración involuntaria o subconsciente, continuando su barrido implacable.
Por eso aseguran los maestros que "la práctica nos hace perfectos" y sólo a través de la experimentación podemos llegar a comprender el verdadero alcance de esta enseñanza... Esto ha sido remarcado también especialmente, por quien fuera el precursor de esta escuela en occidente, el gran swami Sivananda para instarnos a que nunca nos quedemos sólo con lecturas beneficiosas o alentadoras: "Vale más una onza de práctica, que toneladas de teoría".
En la practica básica del Yoga ancestral, se aconseja japa-nama inmediatamente después de Kirtan, para compensar la extroversión de los cantos grupales, por la introversión de la búsqueda intuitiva.
Genéricamente se enseña que Japa es “la gota de agua que horada la piedra”, puesto que sosteniendo una práctica diligente se llegará con el tiempo a la automatización consciente de ese estado vibracional estable y confortable, que a la vez nos induce a una concentración natural, no forzada.
La práctica de Japa-nama se aconseja de ejecución "diaria", a primera hora de la mañana y en el ocaso o antes de acostarse por la noche. Los efectos depurativos podrán ser corroborados rápidamente, y poco a poco el aspirante comenzará a descubrir que el "japa" sigue sonando dentro suyo en una iteración involuntaria o subconsciente, continuando su barrido implacable.
Por eso aseguran los maestros que "la práctica nos hace perfectos" y sólo a través de la experimentación podemos llegar a comprender el verdadero alcance de esta enseñanza... Esto ha sido remarcado también especialmente, por quien fuera el precursor de esta escuela en occidente, el gran swami Sivananda para instarnos a que nunca nos quedemos sólo con lecturas beneficiosas o alentadoras: "Vale más una onza de práctica, que toneladas de teoría".
El Maharshi no critica ninguno de los métodos existentes.
Todos son buenos para la purificación de la mente.
Porque sólo la mente purificada es capáz de captar su método
y adherir a su práctica.
En la entrada anterior mencionamos que todos los objetos de la mente constan de tres componentes básicos: esencia y nama-rupa, que en realidad son dos, porque el segundo componente, o capa exterior de nombre y forma, es un compuesto de aspectos complementarios de la manifestación que nunca pueden separarse.
Al evocar una "forma" (práctica de Puja), instantáneamente se hace presente la esencia aspectada por ese formato específico o cuerpo tridimensional, con el que la mente lo reconoce... De la misma forma, al entonar un "nombre" esa energía llena nuestra conciencia haciéndonos sentir su presencia, de acuerdo al grado de concentración y devoción o fe, con que realicemos la invocación.
Esto no sólo sucede con los dioses, sino también con personas que son muy queridas para nosotros, de los que normalmente decimos que estamos unidos "en el corazón", por tratarse este plexo, el cardíaco, del lugar apuntado generalmente como el centro en el que reside nuestro Yo interno, desde la perspectiva del cuerpo fisico como habitáculo de la conciencia.
Es que nombre y forma son los dos aspectos que esta conciencia precisa para almacenar y catalogar un objeto, aún el más elevado o sagrado que pueda aparecer... y por esto mismo, hasta que no trascendamos los condicionantes básicos con que la memoria objetiviza la energía, nunca podremos llegar a conocer en esa vibración tal como es exactamente, sino tan sólo como en una fotografía o imagen referencial.
La etiqueta exterior del envase siempre nos habla del contenido... De igual forma un "nombre" hace referencia a las cualidades y atributos que ese concepto oculta en nuestra memoria.
El significado aflora en la conciencia cuando invocamos el Santo Nombre del Señor, haciendo que experimentemos esa enegía que siempre nos resultará familiar y conocida, íntima y acogedora, hasta el punto en que no podamos resistirnos a sus atracción arrolladora, y nos dejemos llevar hasta el místico espacio de conciencia a dónde nos conduce.
Si nos parece extraña la recomendación del Maharshi en cuanto a la educación o preparación preliminar de la mente, veamos como otro Maestro que desde las alturas de la Advaita no acostumbraba aconsejar ningún camino específico, sugería sin embargo para algunos aspirantes, la práctica de Japa como preparación para la meditación y la indagación profunda. El gran Sri Nissargadatta Maharaj, remarcaba:
La repetición de un mantra tiene valor.
Si uno lo repite concentrándose fuertemente
su receptáculo íntimo en el cuerpo se purifica,
de suerte que se genera receptividad al conocimiento interior,
susceptible de presentarse en cuanto a la mente
desaparece dentro del espíritu de realidad.
...
Si lo dices intensamente, cada vez que te sea posible,
si no lo olvidas, él no te olvidará a tí
y se repetirá a sí mismo, se hará automático,
y no tendrás que hacer más que escucharlo en tu interior.
Si lo practicas, se producirá de forma espontánea.
¡Haz de él tu segunda naturaleza!
Pero esto sólo sucede cuando por medio de la devoción y la entrega, llegamos a un punto tal de identificación en el que nuestro hábito adquirido de apego al cuerpo, al intelecto y a su "base de datos", la memoria, se anula o se detiene transitoriamente, por lo que sus efectos también son relativos y siempre pasajeros.
Precisamente para evitar esta inconsistencia es que se recomienda la práctica del JAPA, como apoyo para aferrarnos a esa energía pura sin que quede registrado en la memoria física como un concepto más, como un nombre objetivo, como una forma de expresión disponible para uso futuro... y podamos retornar a ese estado de meditación o elevación que evocamos, en el momento en que lo necesitemos durante el estado de vigilia.
En otras palabras, el "japa" como el lazo que nos ata al Señor, no será un concepto más a recordar o a evocar, sino nuestro estado básico existencial, sobre el que se montarán todas las demás expresiones o apariciones en la consciencia.
El propósito de JAPA es llegar a instalar esa "parada" o lugar común en la conciencia, repetidamente y durante el mayor tiempo posible, hasta tanto podamos asumir que se trata de nuestro estado natural, básico y siempre presente como trasfondo de todas las actividades encubiertas tras un nombre y una forma, una mente o energía y un cuerpo como vehículo de manifestación.
En una ocasión el Maharshi fue consultado sobre el estado de sopor o vacío mental, "similar al sueño profundo", que sucede a la práctica prolongada del Nama-Japa, tomado por el devoto como una limitación para la práctica... y en seguida, el Maestro aclaró:
«Semejante al sueño profundo», eso es correcto.
Es el estado natural.
Debido a que usted está ahora asociado con el ego,
considera que el estado natural es algo que interrumpe su trabajo.
Así pues, usted debe tener la experiencia repetida
hasta que se dé cuenta de que es su estado natural.
Entonces encontrará que el japa es externo, pero,
sin embargo, continuará automáticamente.
Su duda presente se debe a esa falsa identidad,
a saber, la de identificarse con la mente que hace el japa.
El Maestro siempre repetía que la verdadera "forma" de Dios era el Silencio, que Dios siempre está dispuesto a encontrarse con su devoto en ese espacio universal, en ese silencio profundo, vacío de toda diferenciación, en el que comulgan todos los seres en un solo ser.
Libre absolutamente de toda dualidad, totalmente solo, plenamente uno, indiviso, infinito... Este es el significado profundo de la sílaba OM, vibración eterna, completa quietud, paz perfecta, consciencia ilimitada... pero este "mantra" no es el Nombre, sino el "swarupam", la forma final o definitiva de nuestro propio ser.
El OM no puede utilizarse como japa-nama, pues debe entonarse al principio y al final de cada práctica... simbólicamente. Esto es porque Omkara representa la forma de lo sin forma, el nombre de lo sin nombre, el límite entre lo manifestado y lo inmanifestado. ¿Y qué podrá haber entonces más allá del OM? ¿Qué sonido llegará a superar los límites del Silencio? ¿Qué "mantra" podrá ser más poderoso y efectivo?
El "Santificado sea tu Nombre" que nos enseñó el Maestro Jesús, cobra sentido ahora y podemos comprender que el verdadero "Nombre" de Dios es AHAM, YO, libre de toda expresión o manifestación, de todo movimiento o vibración, de toda dispersión de energía, disolución o división ... ¡Vacío de todo, libre aún de las más puras expresiones devocionales!
No hay una palabra que pueda encerrarlo o describirLo... El ser puro es AHAM ... Aquello es lo que ES, lo más simple jamás creado, la base de todo, el principio esencial... lo único REAL.
El Nombre original prosigue siempre espontáneamente
sin esfuerzos por parte del individuo.
Ese nombre es aham "Yo".
Pero cuando se manifiesta es ahamakara: el ego.
La repetición oral del "nama"
nos lleva a la repetición mental,
la cual, finalmente,
se disuelve en la vibración eterna.
OM NAMAH SHIVAYA
OM NAMO BHAGAVATE SRI RAMANAYA
HARI OM TAT SAT
Continuaremos con Upadesa Sara (Bhakti Yoga) ...
Muchas gracias Ganapati por continuar con tus magníficas exposiciones que tanto nos ayudan a clarificar la mente y acercarnos a lo que ya ES!.
ResponderBorrarDe nuevo muchas esmeraldas en este texto (Bhakti Yoga -6- Concentración). Hoy me quedo con los siguientes extractos:
"Cuanto más se acerque a lo no manifestado, más se librará de interpretaciones y opiniones, de adjuntos y calificaciones propias de la mente objetiva, que separa para comprender".
"Japa es “la gota de agua que horada la piedra”, puesto que sosteniendo una práctica diligente se llegará con el tiempo a la automatización consciente de ese estado vibracional estable y confortable, que a la vez nos induce a una concentración natural, no forzada".
Un fuerte abrazo, amigo en el Ser!.
Mi querido Ganapati
ResponderBorrarMe sumo a las felicitaciones de Gorka y hago míos los extractos elegidos por él.
Cada día te superas a ti mismo, amado amigo en el Ser. Tus entradas son una deslumbrante antorcha. Si alguien dijera que no tiene claro que hacer y como, es que no te ha leído.
Gracias, gracias, gracias.
Gracias Amigo Gorka!
ResponderBorrarVamos clarificando esa mente como quien van desmalezando el jardín de su casa, que por descuido se hubiera afeado, desviándose de su destino de belleza, no por ostentación sino por recordarnos el origen de todo lo que nace y florece a nuestro alrededor.
De esa manera tenemos que trabajar la mente, como nuestro jardín humano o interno.
Quitando malezas y sembrando en ese mismo lugar hermosas flores, o plantas que nos recuerden el origen, el Señor, el Yo puro.
Gracias querido Amigo en el Ser por estar siempre apoyando a la enseñanza desde cualquier punto de vista, o mejor, desde todos!
Muy bueno el trabajo que estás haciendo en tu espacio, por la vía del Zen!
Sigue a tu corazón siempre... Es allí donde el Sadgurú te espera ansioso!
Gracias mi querida Amiga y hermana a los Pies del Maharshi!
ResponderBorrarNo creo que con sólo leer estos intentos de instrucción alguien pueda tener claro alguna cosa, más bien lo dudo, pero me conformo con que sea el punto de partida de una relación profunda con quien sí puede guiarlo realmente a la claridad más pura, que no es otro que el Sadgurú, nuestro Señor, Siva-Ramana, Harí o aquél que nos ha robado el corazón.
Y ojalá que alguien logre entregarse a Él con todo lo que tiene, para que la Gracia del Gurú verdadero lo conduzca a la unidad y a la paz inefable.
Creo que tu trabajo es más efectivo a este fin, pero más allá de comparaciones, lo realmente importante es que desde todos podamos despertar en alguien más este amor sincero y devastador que sentimos por nuestro Hogar o por nuestro origen como seres sensibles.
Como siempre decimos, hasta acá llegamos y que la Gracia del más grande haga el resto, cuando estén dadas las condiciones.
Que esa misma Gracia te siga guiando e iluminando en cada paso, como hasta ahora, querida AMIGA de mi más profundo SER!
Gracias, gracias, gracias a ti por siempre!
Gracias querido Ganapati por la exposición. Y a Gorka y Aviló por seguir complementándolo.
ResponderBorrarEstos soportes modernos en los que se recuerda la enseñanza pueden ser también un buen apoyo, una suerte de japa, para que la mente no se distraiga por el siempre fluctuante mundo de los objetos fenoménicos hasta que no se viva la Realidad de la que ellos son un reflejo.
Abrazos!
Amado Ganapati, Gracias por mostrar con tanta claridad.. Eliminas así, tantos errores y malos entendidos.. dejando un camino claro y transitable..
ResponderBorrarVenga, Caminemos..!
Abrazo, Amadísimo!!
Querido amigo Ganapati, me considero una ignorante en lo referente al Bhakti (y también en todo lo demás!) ya que mi camino hasta ahora era Jnana así que me siento agradecida por tantas y tantas joyas que se pueden encontrar en este escrito.
ResponderBorrarAprovecho la ocasión para felicitarte en estas fiestas: Sat Chit Ananda!
Estimado Ganapati:
ResponderBorrarBello y minuciosa expresión para acercarnos mas hondamente a esta práctica en conjunto.
Me sumo a las felicitaciones de todos los hermanos.
En cuanto tenga un poco más de tiempo haré algún aporte.
Saludos con el corazón.
OM NAMO NARAYANAYA!!!
HARI OM TAT SAT!!!
Hola José Manuel!
ResponderBorrarGracias por tus inyecciones de optimismo, dando ánimo a todos!
No creo que estos recordatorios tengan la misma eficiencia que el nama-japa, pero ayudan seguramente...
Los objetos son reflejos de las vasanas almacenadas durante mucho tiempo, por eso esta etapa de depuración es sumamente importante para encarar lo que viene (investigación, meditación, vichara, etc.)... pero así como nos ha tomado años ocultarNos tras las predisposiciones, así también nos llevará mucho esfuerzo despejar el camino, para que el Gurú pueda llegar a nosotros a través de su Gracia.
Él vendrá, se los aseguro... sólo debemos estar preparados y recibirlo de la mejor manera. Él jamás falta a la cita!!!
Un abrazo Amigo en el Ser!
Gracias Madre por seguir tan de cerca estos escritos!
ResponderBorrarTu mirada es la que aclara todo lo que ilumina, por eso es tan importante tu presencia aquí... La madre sabe lo que el hijo precisa en cada momento, sin necesidad que éste se lo recuerde.
Ya voy a tus brazos Madre amada y juntos caminaremos hasta descansar a los Pies de Siva!
Namasté Madre amada!
Querida Amiga Victoria!
ResponderBorrarComo vengo de tu blog te responderé en esos términos... Desnudarse también es abandonar los conceptos de "soy esto o lo otro", o "soy ignorante", o "no estoy realizado"...
Tu camino es único e irrepetible, por tanto no puede ser el que otro haya transitado anteriormente, ni jñani o bhakti, sino una conjunción de todo lo que tu conciencia haya adquirido y ahora necesite regresar a la fuente.
Te agradezco el recordatorio y la oportunidad de saludar y a todos, ya que lo he omitido en este escrito: FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!
Y me sumo a tu felicitación tan especial: que en estas fechas todos SEAMOS como sí mismo, CONOZCAMOS todo como a sí mismo, y AMEMOS todo como a sí mismo (sat chit ananda)!
Gracias Amiga en el Ser!
NAMASTE!!!
Amigo JC, qué bueno verte!
ResponderBorrarGracias por estar, aunque no comentes sé que tu presencia está siempre de una forma u otra!
Las felicitaciones obvienlas...¿para quién serían? A quien deben responder es a su corazón, a su maestro, con la misma fuerza con que Él los llama, ni más ni menos!
Él sabrá hasta que punto puede responder cada uno... aquí sólo tienen que aportar, si gustan, algo que ayude a aclarar tantos conceptos, dejándolos sin efecto, por la vía directa que apunta al silencio profundo de la comunión con el propio Ser!
Tu corazón está siempre conmigo, no lo dudo Hermano de la vida!
A los Pies del gurú, tuyo por siempre!
HARI OM! Amigo en el SER, HARI OM TAT SAT!
Excelente entrada y tus claras reflexiones.
ResponderBorrarDe elegir (tarea muy dificil y la mayoría de las veces inutil)me quedo con:
"Su duda presente se debe a esa falsa identidad, a saber, la de identificarse con la mente que hace yapa..." ¡¡¡puro diamante!!!
Muchas gracias por estos bellos aportes a lo QUE HAY, desde lo ÚNICO QUE HAY...
¡¡¡feliz natiadvaita!!!!!
Gracias Santosham por tus aportes!
ResponderBorrarNunca son inútiles tus reflexiones o remarcaciones porque tu punto de vista es poco común y por ende, muy necesario!
Namasté al luminoso ser que Yo soy en ti!
Felíz Natiadvaita! :-)
Amado Ganapati, me cuelo hoy en tu casa, para desearte Feliz Navidad, Feliz Natiadvaita.., Feliz Vida, Felices Días.. que más da..
ResponderBorrarQue te Amo!!
Abrazo, Amado Hijo!
Gracias Madre Amada, sabes que siento la Navidad como algo íntimo, ya que el Maestro Jesús fue el que me abrió (a mi como a muchos) el camino hacia la Advaita...
ResponderBorrarHe estado con poco tiempo, preparando estas entradas, por eso te pido disculpas por no comentar tus magníficas entradas, pero realmente poco hay que agregar a esos poemas tan maravillosos, llenos de sabiduría esencial, a los que nos tienes acostumbrados.
Y en cuanto a la Advaita... es precisamente la Navidad la que nos reune en un solo ser, sin distinguir ni religiones ni maestros, ni nada más... simplemente PAZ, UNIDAD, AMOR para todos los seres que viven cada día desde el corazón!
Felíz Navidad Madre amada, que la paz del Ser esté siempre presente, como hasta ahora, en cada expresión de tu existencia!