así como todas las prácticas espirituales,
no se hacen con el fin de alcanzar el Ser,
porque el Ser siempre está presente,
sino con el de que uno tome conciencia
de que la ignorancia es algo que no existe.
Cualquier individuo admite que existe por sí mismo
y no necesita de ningún espejo
para demostrárselo a sí mismo.
La existencia es ser consciente,
lo cual es la negación de la ignorancia.
Entonces, ¿por qué sufre el hombre?
Porque se imagina que es algo distinto
de lo que es realmente.
Es decir, se imagina que es el cuerpo, que es esto, aquello y lo de más allá:
"Yo soy Gopal, hijo de Parashuram, padre de Natesan", etc.
Pero, en realidad, él es únicamente ese "Yo soy" inteligente,
desprovisto de cualquier cualidad y superposición,
de nombres y de formas.
¿Es que el hombre puede ver su cuerpo
y todas esas cualidades, formas y colores
en el estado de dormir profundo, sin sueños?
Pero no por eso va a negar que siga existiendo
aunque no tenga cuerpo.
Se debe aferrar a esa existencia,
a esa existencia sin compañía (káivalia),
hasta cuando esté en el estado de vigilia.
El sabio,
sencillamente,
ES.
sencillamente,
ES.
"Yo soy el que soy",
en eso se resume toda la Verdad.
El método se resume en
"Estad quietos y sabed que yo soy Dios".
¿Qué quiere decir quietud?
Que cesa el pensar,
el cual constituye el universo de formas, colores,
cualidades, tiempo, espacio, y todos
y cada uno de los conceptos y preceptos.
Bhagavan Sri Ramana Maharshi
Extracto del libro Guru Ramana (Trompa de Elefante, 2008)
El camino es necesario,
al igual que el gurú,
sólo para liberarnos de aquellos apegos
o creencias con las que nos hemos identificado
y nos han hecho olvidar que
YA SOMOS ESO que tanto añoramos,
YA SOMOS ESO que tanto añoramos,
felicidad sin causa,
amor incondicional,
amor incondicional,
paz en comunión con nuestro estado natural
sin otra base que sí mismo.
Son los "pratayas", los contenidos mentales
los que oscurecen esa realidad omnipresente,
los que constituyen los "velos"
en los distintos planos de existencia
o vehículos a través de los cuales se manifiesta este Atman,
esta expresión de la divinidad
siempre libre e inafectada.
Por eso, es necesario un arduo y penoso sendero purificador
que nos libre de ese conocimiento erróneo,
capa tras capa de creencias y condicionamientos,
que al mismo tiempo generan las reacciones
en la sustancia mental,
que llamamos fenómenos u objetos del estado de vigilia.
Y es cierto también,
que cuando alcanzamos un nivel mayor de claridad,
de "viveka" o discernimiento espiritual,
de "viveka" o discernimiento espiritual,
tenemos que dejar todo camino y búsqueda
para entregarnos a ser lo que somos
para entregarnos a ser lo que somos
y ver la realidad desde allí,
desde esa perspectiva última,
desde esa perspectiva última,
desde el corazón,
desde nosotros mismos ...