Sólo el silencio

Aunque la realidad del ser ha sido establecida de muchas maneras,decirlo no es suficiente: el ser sólo es conocido por experiencia propia.

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

ॐ नमः शिवाय

jueves, 23 de octubre de 2014

SAT DARSHANAM - Verso 13 (El ser de oro)

Cuarenta versos sobre la Realidad
(vivir desde el corazón)


13- La conciencia, el Ser, es Real. 

Las muchas formas no pueden existir separadas de él... 
¿Pueden los diferentes ornamentos existir separados de el oro? 
¿Son algo separado del oro?

Hay algo separado del Ser?

Toda la existencia puede ser percibida sin la consciencia?

Y puede acaso hacer consciencia sin algo de lo cual ser consciente?

Existencia y consciencia surgen juntos y desaparecen también conjunta-mente.

No hay nada que podamos llamar "mente" más allá de este juego bipolar de sujeto y objeto, de trasfondo y primer plano, de la superficie y la profundidad de un mismo río.

La Vedanta utiliza a menudo el ejemplo del oro y las joyas hechas con ese material.

Se habla de ornamentos, porque es común utilizar ese material para producir imágenes religiosas o de adoración, precisamente porque inspiran esta reflexión... la unidad esencial, tras a las diferencias superficiales o de forma.

El oro incluye todas las joyas hechas de oro... más allá de su valor artístico, cada una vale "su peso en oro".

El oro a su vez es sin-forma, no puede ser percibido hasta que le damos una forma, aunque sea como lingote o pepita, o lo que se nos ocurra... lo que creemos con él.

Puede tener la forma más desconcertante, que no parezca inclusive que es de oro... pero si lo fundimos, si le aplicamos calor, su naturaleza volverá a relucir.




Las muchas formas no pueden existir separadas de él... 

No podemos VER la consciencia a no ser que lo hagamos a través de la forma, de la existencia.

Pero al trascender su objetividad, llegamos a algo, que sin forma ni nombre es la Realidad misma.

El Ser, lo trascendente inmanente en todo lo creado, en todo objeto de "oro", de consciencia.

Y aquí viene el peligro de apegarnos ahora al vacío.

El sujeto sin objeto puede parecernos que es la realidad... el testigo, el yo-soy apenas surge...

Pero no se trata más que de oro fundido, de una sustancia sin sentido, precisamente si sentido de ser, al no haber objeto a manifestar.

Shiva sin Shakti, consciencia sin energía no puede existir en absoluto, y si lo concebimos nos estaremos engañando a nosotros mismos.

Si creemos estar establecidos en el vacío, estamos creando el "objeto vacío", le estamos dando una forma mental y podemos estancarnos ahí durante mucho tiempo, creyendo que nos hemos liberado... porque en verdad se siente algo de alivio... pero nada más!

Lo mismo sucede con el estado de samadhi, considerado por algunos yoguis como lo Último, y se trata sólo de un estado más, sin los condicionamientos comunes a los seres humanos, es verdad, pero no es para nada la LIBERTAD TOTAL.

Está condicionado en principio por el tiempo, tiene una extensión y duración, pasa y deja al ser en el mismo lugar donde lo acaba de experimentar.

La realidad absoluta no es algo que pueda conseguirse, obtenerse...

La realidad no se aprende, ni se experimenta... la realidad se descubre!

Y en el momento en que se descubre a sí misma, toda posibilidad de que exista un experimentador, o ser liberado, emancipado, iluminado... se esfuma.



Viendo el mundo, el sabio ve el Ser, 
que es el substrato de todo lo visto; 
el no-sabio, vea el mundo o no, 
es ignorante de su verdadero Ser. 

Tomemos como ejemplo las escenas en la pantalla de un cine. 
¿Qué es lo que está enfrente de ti antes de que la película empiece? 
Meramente la pantalla. 
En esa pantalla ves toda la proyección y todas las escenas parecen reales. 
Pero si tratas de cogerlas, ¿qué es lo que agarras? 
Solamente la pantalla. 

Cuando finaliza la película, cuando las escenas han desaparecido, 
¿qué es lo que queda? 
¡De nuevo la pantalla! 

Lo mismo pasa con el Ser, es lo único que existe, 
pero las escenas vienen y van. 
Si te agarras al Ser, la aparición de las escenas no te engañará. 
No tiene la menor importancia que las escenas aparezcan o desaparezcan. 

Ignorando el Ser, el no-sabio piensa que el mundo es real. 
Al ignorar la pantalla, sólo ve las escenas, como si estas estuviesen aparte de ella. 
Por lo tanto, si uno sabe que sin el que ve no hay nada que ver, 
tal como sin la pantalla no hay escenas, no se deja engañar. 

El sabio sabe que la pantalla, las escenas y el acto de ver son el mismo Ser. 
En las escenas, el Ser está en su forma manifestada. 
Sin las escenas, permanece en su forma no-manifestada. 
Al sabio le trae sin cuidado si el Ser está de una forma o de otra. 

Él siempre es el Ser. 

Pero el no-sabio, viendo al sabio activo, se confunde.

Extracto: Conversaciones con Sri Ramana Maharshi


Maharshi usaba la parábola del cine para explicar el despertar del conocimiento cambiante, y la pantalla siempre inmutable, inamovible, inalcanzable por nuestras proyecciones.

Ya no necesitamos proyectar la misma película una y otra vez... sostener la historia del yo... a costa de tanta energía, sufrimiento propio y ajeno, confusión autocreada!

Ahora dejamos que la pantalla refleje lo que tenga que reflejar y una vez terminada la escena, se termina!

No hay relación entre una escena y otra, no hay un hilo en común, un yo que se adueñe de esas acciones... ya no hay una construcción mental tratando de recolectar pasado, para proyectarse hacia el futuro.

Somos LIBRES por primera vez!





OM NAMAH SHIVAYA 


miércoles, 15 de octubre de 2014

SAT DARSHANAM - Versos 10-11-12 (Conocimiento e ignorancia)

Cuarenta versos sobre la Realidad
(vivir desde el corazón)



10- ¿Puede haber conocimiento sin ignorancia? 
¿Puede la ignorancia existir sin conocimiento? 
Buscar el origen del individuo a quien pertenecen, y residir ahí, es verdadero conocimiento.

11- ¿Puede el conocimiento de todo, sin conocimiento del Ser, ser verdaderamente conocimiento? 
Percatarse del Ser, que es el soporte del conocedor y de lo conocido, destruye la pareja de conocimiento e ignorancia.

12- Ni el sueño ni la cognición de los objetos es conocimiento. 
En el verdadero estado, que es diferente de ambos, no hay percepción de los objetos, sino que sólo brilla la conciencia. 
Por tanto, no es vacío.



Al ir practicando la autoindagación, la mente se va purificando sobre sí misma.

Tras no hallar nada en qué apoyarse, se aclara, se aquieta... y cuando uno está quieto, no queda más que OBSERVAR.

Es en esa observación que la forma empieza a diluirse lentamente y donde antes creíamos que encontraríamos un "yo", un ser como base de todo este proceso, sólo queda un eco, un fluir vibrante que lo abarca todo, la melodía suave y continua del lejano Corazón.

En esa luz van apareciendo conceptos cada vez más amplios, más liberadores, pero siempre en el marco de la dualidad, del conocimiento objetivo.

Poco a poco tenemos que ir investigando lo que la percepción, o la falsa imaginación, nos muestra como realidades eventuales, hasta llegar a tocar en profundidad su esencia y eliminar toda superposición conceptual, toda forma autogenerada y sostenida artificialmente.

El conocimiento es a la vez ignorancia, y ésta el preámbulo del conocimiento.

Ambos son dependientes y fluctúan, de polo a polo, como un péndulo que nunca puede detenerse.

La luz y la sombra, el largo y el alto, lo viejo y lo nuevo, son todos opuestos irreconciliables, pero al discriminar y trascenderlos, realizamos que se complementan y nos permiten descubrir la iluminación, la extensión y la duración, correspondientes.

Estas nociones no son independientes de sus pares, y por lo tanto, nos mantienen en la dualidad, en la forma, en la duda y el miedo ante lo que nunca se ve con claridad y seguridad.

La mente divida no puede hallar la salida, porque se basa sólo en conceptos de relación, no de realidad.


Buscar el origen del individuo a quien pertenecen, y residir ahí, es verdadero conocimiento.

Preguntas resultantes de la Vichara (investigación del ser), como la cuestión del nacimiento y la muerte, o el deseo de felicidad incondicionada, nos llevan a buscar cada vez con mayor profundidad.

Hasta aquí nos ha guiado la razón, que es totalmente válida, aunque siempre limitada... Ahora, con los ojos de la razón cerrados, tenemos que dejarnos llevar por la intuición, por esa vibración misteriosa, el "perfume del silencio" que nos ha dejado la práctica de la auto concentración.

Los conceptos no nos alcanzan, la verdad no asoma... y cuando la meta parece acercarse, la presión cada vez es mayor!

Pero si volvemos a la autoindagación, a preguntarnos a quién le surgen estas nociones, esta búsqueda, esta ansiedad... y permanecemos en ese espacio de consciencia pura, el corazón espiritual, sin pensamientos, sino más bien sintiendo la apertura que ello suscita, podemos ver con claridad que todo conflicto existe sólo en la mente, en la forma, en la superficie... y en aquellos que aún nos identificamos con ella.

. «A aquel para quien el sujeto no es diferente del Sí mismo, 
el objeto y la cognición tampoco aparecen diferentes del Sí mismo. 

A aquel para quien el sujeto es diferente del Sí mismo, 
el objeto y la cognición también aparecen diferentes del Sí mismo»

Ramana Gita


Si vemos y sentimos que ese ESPACIO DEL CORAZÓN en donde desaparecen los pensamientos, es realmente nuestro propio ser, además de funcionar ocasionalmente como el "sujeto" de conocimiento, vamos realizando en nosotros la verdad fundamental, no definitiva, pero si conductiva a la iluminación... y a liberarnos al fin de todo condicionamiento cognitivo.

¿Cuando vemos directamente la REALIDAD, quién necesita conocer qué cosa?

¿Qué duda puede caber sobre cómo observar el cuadro completo que se despliega naturalmente ante nosotros?

El DESAPEGO es la llave maestra, la clave de todo!

El ojo de la razón ha llegado a su límite... el ojo de la intuición se ha iluminado... ahora el TERCER OJO, el del corazón es el que nos muestra la verdad unificada!

Sólo tenemos que ser lo suficientemente fuertes como para seguir avanzando... cada vez más allá, tener la poderosa determinación y convicción, como para observar y seguir observando tras la observación.

No dejarnos arrastrar por percepciones, ni recuerdos, ni imaginación, ni ningún tipo de espejismo egoico!

Ni lo externo ni lo interno pueden ya engañarnos, porque vemos que en todo hay continuidad... identidad... movimiento, acción, pero sin pérdida ni ganancia de realidad.

Sin ese conocimiento ningún otro será suficiente... y con él, ya no precisamos conocer más nada!

Decía Shankara: qué es Aquello que conociéndolo, no hace falta seguir buscando nada más?

La consciencia es el espacio en que el Ser se manifiesta... el contenedor omnipresente que está en el origen, y por eso no puede ser definida!

No le caben los conceptos de principio y fin, ni de bien o mal...

La consciencia siempre está antes de cualquier comienzo y más allá de todo fin.


Percatarse del Ser, que es el soporte del conocedor y de lo conocido, destruye la pareja de conocimiento e ignorancia.

Darnos cuenta de que ESO que está más allá, y es la fuente de las dualidades (como forma y vacío), es el germen de ambas nociones, y en una misma acción indivisa, un movimiento único de manifestación... es lo que nos lleva al estado claridad mental, de certeza y de paz definitiva.

Es el fin de las luchas, las tensiones, las dudas y presiones internas... el miedo y la ansiedad externa, la ignorancia congénita que viene acosando a la humanidad desde hace siglos.

No hay más necesidad de conocimiento para ser, ni de ignorancia para recordar.

En el estado regenerado, no necesitamos siquiera una idea de nosotros mismos.

No nos vemos separados de nada, no nos vemos como un ser, sino como la visión misma, como la Consciencia que ilumina todo lo visible.

Somos el testigo que como el espejo refleja la realidad tal cual es, sin ser afectado por las imágenes que se proyectan, sin nadie del otro lado que necesite controlar reflejo alguno.


En el verdadero estado, que es diferente de ambos, no hay percepción de los objetos, sino que sólo brilla la conciencia. 
Por tanto, no es vacío.

En el verdadero estado, que es siempre aquí y ahora,  ya estamos despiertos!

Es el fin de la búsqueda, y nuestra relación con el mundo cambia...
Ahora ya no nos buscamos mutuamente uno en el otro.

Sri Ramakrishna usaba la parábola del León que nació ente las cabras, y tras un tiempo de desorientación vió su reflejo en el río... y comprendió todo en un instante!

Cuando un referente fuerte, alguien muy significativo para nosotros (como el Sadgurú) o la vida misma, nos dicen, casi abofeteándonos: TÚ ERES ESO! Despertamos y el verdadero camino comienza...

En verdad, el camino es a cada paso... Porque no hay camino cuando descubrimos que en realidad estamos siempre en casa, que siempre lo estuvimos... y que sólo hay "casa", espacio infinito del corazón, sin nadie (separado) que lo habite!

Al fin ya no hay dudas!

No hay hacedor ni experimentador, ni cosa experimentada!

La vida de realiza de instante en instante, de unívoca forma, sin dualidades.

Sólo hay consciencia!

No existe el "quién" (sujeto experimentador), separado del "qué" (objeto experimentado)... y al final ambos retornan al principio, y se funden en uno, que no es nada... y lo es TODO.

Sólo existe el "cómo" (la experiencia), sólo SER y nada más.

El error humano es identificarnos con el "qué" y el "quién" que van apareciendo en la pantalla de la mente.

Cuando en verdad siempre fuimos el "cómo", la pura consciencia...

La Consciencia del Ser en unidad con el aquí y ahora eterno!





OM NAMAH SHIVAYA 

domingo, 12 de octubre de 2014

SAT DARSHANAM - Verso 9 (Atma Vichara)

Cuarenta versos sobre la Realidad
(vivir desde el corazón)

9- Cuando el individuo, para quien la dualidad y la trinidad existen, es analizado, éstas se sueltan y caen. 

Entonces todo movimiento mental cesa, para siempre.



La sagrada Atma-vichara, la enseñanza que el Sadgurú prescribía para los inciados, parece ser la práctica específica para la no-dualidad, pero no es así.

Aquí nos aclara que mientras haya que volver al yo, y rastrear su origen, estamos todavía en la dualidad y precisamente la práctica es la vigilancia, la observación, la contemplación y la meditación sobre el origen de esta consciencia, de esta visión dualista.

La auto-indagación funciona más precisamente con un KOAN ZEN... como la pregunta del "sonido de una sola mano aplaudiendo"... dejándonos en el espacio sin respuesta... sin mente... con la mente quieta, otra vez en casa, en el espacio del corazón.

Y al centrarnos en el no logro... lo logramos!

Al establecernos en la actitud de no intentar, de no desear, de no llegar a ser... somos lo que fuimos siempre, pero AHORA libres de toda presión interna, sin ataduras, libres de apego.

A ESO el Maharshi le llama LA REALIDAD, porque ese espacio sin mente, sin pensamientos que interpreten la vida tal cual es, es la verdad directa de nuestro propio ser... y no hay otra cosa, porque eso mismo no es una "cosa", no es una visión objetiva, no hay un sujeto que tenga que captarla, lograrla o trascenderla.

Sin la existencia de cualquier actitud personal, la vida se convierte en LIBERTAD, en puro fluir universal, en simple vibrar impersonal, en clara y directa comprensión sin nadie que comprenda, en UNIDAD.

Por el Maharshi aclara, a aquellos que han tomado la pregunta como una especie formula secreta o mágica:




«No hay ninguna respuesta a “¿Quién soy yo?” 


El preguntar mismo es la respuesta» 

Ramana Maharshi



En el budismo Zen le llaman "La puerta sin puerta"... Desde afuera, desde la percepción dualista de los sentidos y la mente, parece que tengas que hacer algo para "llegar a" ese estado...

Parece como si tuvieras que atravesar una "puerta", una separación, trascender el estado actual... y cuando lo haces, la puerta desaparece... Y te das cuenta de que nunca la ha habido!

Es como un "Espejo", el espejo de la mente, en el cual no hay un yo detrás... 

De este lado la percepción (del espejo) no hay nadie que percibe!

El pensamiento "yo" es la puerta... y expandido, funciona como un espejo que refleja los objetos desde su capacidad de reflejar, sin ser nunca el sujeto real.

Y otra vez, dejemos que la VOZ sagrada del Maharshi cierre este comentario:


Eres conciencia. 
La conciencia es otro nombre para ti. 
Puesto que eres consciente, 
no hay necesidad de conseguirla o cultivarla. 



Todo lo que tienes que hacer es desconectar 
la conciencia de otras cosas, 
que son los contenidos de la conciencia. 

Si alguien renuncia a estar conectado, 
sólo la conciencia pura se mantiene, 
y éste es el [verdadero] yo.


Ramana Maharshi



Toda percepción, todo lo que adviertes, separas y recreas mentalmente es ilusión, es un espejismo. 

Es impermanente, es energía cambiando de un estado a otro sin detenerse...

Porque no puede detenerse?

Simple, porque no hay nadie conduciendo!

Porque no hay nadie que pueda tomar la decisión de detenerse o continuar.

Lo que fluyes es la simple y pura manifestación espontánea de la conciencia, sin yo alguno detrás.

Es ANANDA, que subsiste más allá de SAT y también de CHIT, que es eterna, permanente, inmutable... PERFECTA!

Cuando realizas esto, no tienes que seguir buscando, YA ESTÁS EN CASA, ya estás en Samadhi, en el estado sin estado donde todo ES LO MISMO, todo un mismo ser que ya no no precisa saber donde está.

No hay más opinión propia o idea de perfección... Cuando la propia mente, el mundo y el yo, son realizados como contenidos, y trascendidos naturalmente.


Entonces todo movimiento mental cesa, para siempre.

RESIDIR allí, en el espacio sin división, el Samadhi natural (Sahaja) es la meta... y no es a futuro, es totalmente posible aquí y ahora... libres de tiempo y espacio, de extensión y duración, porque esa PRESENCIA lo abarca todo, lo contiene todo, lo ES todo incluyente-mente.

Es totalmente posible vivirlo a cada instante, sin caer nuevamente en el olvido, siempre que emprendamos el "camino sin camino", que se realiza a cada paso de plena consciencia, de vigilancia y soberanía sobre los sentidos... de permanecer en la EXPERIENCIA DE LA PRESENCIA, en el SER... SÓLO SER!





OM NAMAH SHIVAYA 

viernes, 3 de octubre de 2014

SAT DARSHANAM - Verso 8 (Adorar al ser)

Cuarenta versos sobre la Realidad
(vivir desde el corazón)

8- La adoración del Supremo, bajo cualquier nombre y bajo cualquier forma, es una ayuda para la visión del mismo. 

La verdadera visión, no obstante, es mezclarse con la realidad y residir en ella.



Es necesario tener LA EXPERIENCIA de la PRESENCIA...

Presencia de qué?
Cuando algo se ausenta, siempre deja algo detrás... un residuo, una existencia que lo antecedía o le servía como base.

Cuando todo lo demás, todo lo que puedas percibir, concebir o imaginar... desaparece... se extingue... cuando no queda NADA... se hace patente la PRESENCIA del espacio infinito del Corazón!

Es preciso vivienciar este VISLUMBRE, más allá de la comprensión intelectual,
para comenzar a vivir en libertad, para empezar a regenerar la realidad
desde el centro de nuestro verdadero ser.

Para ello es necesaria la meditación.

Aún mi Gurú, Sri Bhagavan Ramana Maharshi, precisó muchos años de "mouna" (práctica de silencio) y meditación profunda, con distintos maestros, antes de realizarse totalmente... pese a que su iluminación se había producido siendo muy joven  realmente, y supuestamente no tendría tantas "vásanas", o predisposiciones mentales que erradicar.

Pero no es tan así, ya que además de la conciencia individual que puede traer residuos kármicos, tenemos también en nuestra conformación la conciencia colectiva, que siempre acecha con hábitos y condicionamientos heredados.

Es preciso erradicar todas esas falsas ideas, toda percepción errónea, antes de estar disponibles para fundirnos realmente con la Divinidad Interior, con Shiva mismo en el espacio del Corazón.

Gautama Buda dijo: "Mi Dharma es la práctica de la no-práctica".
Pero lo dijo una vez que realizó esta verdad, tras 40 días seguidos de vipassana (concentración purificadora)

Siguiendo con la mirada budista, una vez que reconocemos en nosotros el "sufrimiento",
el sentimiento de carencia o separación de la realidad esencial,
se produce el "despertar", pero no es ningún logro en si mismo,
ya que por el contrario de algo que se obtiene, la iluminación está siempre presente
aquí y ahora, y es realmente una proeza de la desatención,
que hayamos llegado a un estado tal de hipnosis,
que no seamos capaces de reconocer nuestro propio estado natural.

Pero sucede, y es precisamente a partir de ahí el camino de regeneración recién comienza,
ya que si o si necesitamos un tiempo, variable en cada individuo,de práctica para purificar la visión.

La práctica es efectiva para los que ya tuvieron un despertar (como Gautama al abandonar su hogar o Ramana luego de la experiencia de muerte, a los 16 años)...

Entonces la búsqueda comienza y es necesaria!

Luego vendrá otro despertar más profundo con la práctica de muchos años,
entonces volvemos al espacio del Corazón, y a vivir en comunión con la plena presencia,
pero ésta debe ser vigilada como un centinela en la puerta del templo,
¡y se practica hasta el último aliento de vida!

Una vez que sobreviene el vislumbre, esa visión desde el corazón o Samadhi,
recién entonces tomamos la palabra de Buda, para detener toda práctica, todo movimiento,
o el "Summa Iru" del Sadgurú para aquietarnos y permanecer
en la paz de la unidad realizada.


"Mientras hay vibhakti debe haber bhakti. 
Mientras hay viyoga, debe haber yoga. 
Mientras hay dualidad, debe haber Dios y devoto. 

Similarmente también en vichara. 
Mientras hay vichara, hay dualidad. 
Pero al sumergirse en la Fuente, sólo hay unidad. 

Lo mismo es también con bhakti. 
Al realizar al Dios de la devoción, sólo habrá unidad. 

Dios es también pensado en y por el Sí mismo. 
Así pues, Dios es idéntico con el Sí mismo. 

Si a uno se le dice que tenga bhakti por Dios y lo hace muy directamente, 
eso está bien. 

Pero hay otro tipo de hombre que se vuelve y dice: Hay dos, yo y Dios. 
Antes de conocer al Dios remoto, 
permíteme conocer al "yo" más inmediato e íntimo. 

La vichara-marga ha sido enseñada para él. 
De hecho, no hay ninguna diferencia 
entre bhakti y vichara".

- Sri Bhagavan, en Talks, n ° 154.


La verdadera visión, no obstante, es mezclarse con la realidad y residir en ella

Eso que ES, está consciente siempre y por lo tanto permanece presente en cualquier circunstancia, puedas o no verlo con claridad...

Pero después de este vislumbre, producido conjuntamente por nuestra entrega incondicional, y por Su Gracia, nuestra consciencia cambia totalmente, se abre, se clarifica... se expande en la infinitud.

La práctica purifica los conocimientos erróneos y nos deja limpia la visión
para poder reflejar la realidad tal cual es, para que la verdadera VIDA sea posible,
porque la Maestra (el Gurú externo) siempre, siempre, siempre es la Vida!

Lo que llamamos la Vida, la manifestación de la conciencia o la Shakti,
es el Gurú manifestándose, en formato expandido, para guiarnos.

¡Sólo SIENTE que ERES LA VIDA y no algo personal!

(Esto es lo que naturalmente se alcanza en compañía de los sabios)

Hasta tanto no lo SIENTAS debes practicar!

La vigilancia es práctica y eso no se abandona nunca!
La paradoja (entre práctica o abandono) existe mientras hay mente, mientras tengas una idea creada, una opinión sobre lo que debería ser y lo que es en realidad...

La práctica mientras tanto, es volver a ti, al centro, a sentir que eres la vida, mucho más que conceptos, mucha más que "mente"...

Y permanecer allí tranquilos... en el CORAZÓN!

Aceptando lo que viene como viene, y lo que se va, como algo que naturalmente tiene que seguir su curso.

¡La mirada compasiva, abierta a cada instancia de la vida, es la señal de que estamos establecidos en el corazón!

Ser compasivo es ser nosotros mismos, como somos en el centro, en la pura consciencia sin nociones falsas sobreimpuestas...

En la vida diaria, cuando vemos una cosa... objeto y sujeto se separan, entonces eso que percibimos aparece como "algo", y nace el "yo" propio de toda percepción.

Cuando estamos establecidos en el presente, en el corazón, abrazamos lo que SEA que estamos experimentando, lo amamos, lo observamos profundamente y vemos que su naturaleza es sólo consciencia (la misma que la nuestra en tanto que "yo") entonces vemos que es NADA, una formación transitoria para expresar algo y desaparecer... entonces lo comprendemos...

Y cómo podríamos no ser receptivos y compasivos con respecto a ello?

El sadgurú con un conejo pequeño (gazapo) en su regazo.

COM-PASIÓN compartimos un mismo ser... ambos desaparecemos... somos UNO... es Samadhi... hay sólo un ser... hay paz profunda.

COMPASIÓN es lo que somos cuando no somos otra cosa, cuando no somos nada más que sólo SER!

RESIDIR allí, en el espacio sin división, el Samadhi natural (Sahaja) es la meta... y no es a futuro, es totalmente posible aquí y ahora... libres de tiempo y espacio, de extensión y duración, porque esa PRESENCIA lo abarca todo, lo contiene todo, lo ES todo incluyente-mente.

Es totalmente posible vivirlo a cada instante, sin caer nuevamente en el olvido, siempre que emprendamos el "camino sin camino", que se realiza a cada paso de plena consciencia, de vigilancia y soberanía sobre los sentidos... de permanecer en la EXPERIENCIA DE LA PRESENCIA, en el SER... SÓLO SER!




OM NAMAH SHIVAYA

Âtma Vichara paso a paso

Persigue inexorablemente la búsqueda del "Quién soy yo".
Analiza tu personalidad entera.
Trata de encontrar dónde comienza el pensamiento del Yo.
Prosigue con tus meditaciones.
Continúa volviendo la atención hacia adentro. (Un día la rueda del pensamiento perderá velocidad, y una intuición surgirá misteriosamente)
Sigue esa intuición, deja que tu pensamiento se detenga, y te conducirá finalmente hacia la meta.

De las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi