Sólo el silencio

Aunque la realidad del ser ha sido establecida de muchas maneras,decirlo no es suficiente: el ser sólo es conocido por experiencia propia.

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

ॐ नमः शिवाय

viernes, 26 de noviembre de 2010

UPADESA (Karma Yoga -3-) Las acciones puras


3.- Las acciones que se realizan con una actitud 
de dedicación al Señor, 
sin apego al resultado, 
purifican la mente y son un medio 
para obtener la liberación.

En la estrofa anterior el Maestro llamó nuestra atención para indicarnos que son las impresiones acumuladas (vasanas) las que van limitando cada vez más nuestra libre conexión con el estado natural, de silencio, de paz y felicidad plena.

Estos limitantes internos o subjetivos, nos recuerdan el concepto cristiano del "pecado" y su consecuente rebote psicológico, carga de sufrimiento y culpabilidad que parece imposible de superar o redimir aún contando con la ayuda de los sacramentos, la confesión y la oración arrepentida.

Pero el Maharshi nos muestra ahora otra salida, desde un enfoque mucho más amplio... Si bien es necesario darnos cuenta de lo que estas impresiones generan en nosotros, ahora sabemos que no son las acciones en sí mismas las "pecaminosas" o dañinas, sino "el apego al resultado", el querer adjudicarnos su autoría y posteriormente el juicio de valor del intelecto, que deriva en orgullo o culpa, lo que da  lugar al nacimiento de miedos, deseos y otras impresiones que quedan truncas en la memoria, por la misma contracción que producen en todo este complejo aparato psicofísico.

Generalmente deseos y miedos son considerados como los causantes de la degradación humana, pero sabiendo de dónde provienen podemos apreciar que siempre son carentes de sustancia o verdadero contenido y realidad, pues su relleno, puramente mental, no es más que las falsas nociones o percepciones distorcionadas, producidas por la mente condicionada y confundida por la acumulación de tanta información mal procesada y almacenada equívocamente.

El Maharshi nos enseña en esta instancia que las acciones no son nuestras en definitiva, y por tanto debemos ofrecerlas o entregarlas a un fin mayor, o para ser más exactos, a un fin y a un poder REAL y no a un supuesto individuo que ni siquiera sabe lo que realmente desea, o lo que es más conveniente para su desarrollo y el de sus semejantes.

La intencionalidad desaparece cuando tomamos conciencia de que no podemos medir el alcance real de nuestros actos y que tampoco estamos capacitados para evaluar su verdadera finalidad, en el marco de la existencia unificada, de esta totalidad de que formamos parte como seres humanos.

Lo que sí está en nuestras manos es la "actitud", afirma el Maharshi y por lo tanto (saliendo al fin de esta aparente contradicción y paradoja), lo único que podemos y debemos hacer es dedicar al Señor supremo todos y cada uno de nuestros actos cotidianos, no sólo los religiosos o concernientes a la adoración o a la práctica en sí ... Sino en cada uno de los pasos que vayamos dando, conscientes de Su Presencia, de la misma forma que se ofrece el alimento (como Prasad) ante los altares en la India... y con ese mismo espíritu y permaneciendo atentos a Sus mandatos, recibir sus frutos con total sumisión, completa aceptación y alegría de poder compartir con nuestro creador, sus dones.

Así llegamos aquí a una más completa definición de Karma Yoga: la actitud de entrega al Señor en la ejecución de las acciones y de alegre aceptación de los resultados obtenidos.

Si encuentras imposible suprimir la conciencia del "yo", 
entonces, conviértelo en "yo servidor". 

No hay motivo para temer al ego que piensa constantemente 
"Soy el servidor de Dios; soy Su devoto; soy Su hijo". 
Los dulces causan dispesia, pero el azucar cande, es una excepción. 

El "yo servidor",el ego de un devoto y el de un hijo
-cada uno de éstos es como la línea trazada con un palo en la superficie del agua-.No dura mucho tiempo.


Sri Ramakrishna

Otros maestros modernos nos hacen esta misma recomendación desde la perspectiva de la acción espontánea, no reactiva, que no provenga de la memoria ni de la acumulación... ni del recuerdo, ni de la imaginación o proyección de todo aquello almacenado anteriormente, en el pasado.

Con total conocimiento de causa, grandes maestos como Krishnamurti o Jean Klein, afirman que la acción no premeditada, libre de toda estrategia o intencionalidad, no deja "huella" en la memoria, pues en esa intervención virgen se produce un "soltar" y toda asociación queda liberada, reencausada a su finalidad natural, siempre exenta de individualismo o dualidad.

Libres de aceptación y rechazo las acciones desde ese estado de pureza no serán ya un peligro para nosotros y la vida se tornará naturalmente dichosa y desapegada, disfrutando cada instante como el último y el primero de una nueva vida, sin otra necesidad que se constituya finalmente en una carga o requiera un esfuerzo adicional para alcanzarla.

La mente se ha purificado hasta tal punto, que ella misma apunta a su propia disolución (no teniendo ya otras espectativas de vida), dirigiéndose directamente a la Fuente, a la que está segura de pertenecer.

Tal vez todas estas recomendaciones puedan sintetizarce en la simple actitud de "no intervención" o del testigo, que deriva finalmente en la santa "aceptación" tan necesaria para recuperar el equilibrio interior... pero en definitiva: ¿que es, sino "entrega" lo que lleva al hombre a la realización de todas estas maravillosas afirmaciones? 

Ya en el pasado habíamos recibido esta misma enseñanza, y al igual que estas tendencias negativas, también yacen en nuestra memoria sentencias tan poderosas como aquella: HÁGASE TU VOLUNTAD y NO LA MÍA, del Maestro Jesús, o "NO YO SINO TÚ EN MÍ", que apuntan en definitiva a encarar con firme decisión esa entrega tan necesaria para comenzar el proceso de receder hasta el origen, el camino de la liberación a través del autoconocimiento (advaita).

Y lo que afirmaba Cristo, así como todos los verdadero maestros del Ser, no era otra cosa que lo que el Maharshi llama en esta estrofa "liberación"... Una retorno a la libertad que es nuestra por naturaleza y que sentimos inmediatamente en cuanto desoímos al "yo" y nos alineamos al "TÚ" interior, a Yo supremo...cuando libres entonces de pasado y futuro (propios de la personalidad) no somos nada más que ese "yo destello", o chispa fugitiva, y todas esas tendencias que lo tienen como centro, también son nada... nada más que el reflejo de ese Divinidad sobre las aguas.

Por esto Ramana siempre recomendaba: la indagación o la entrega, según las aptitudes del aspirante ... y si puede ambas, mucho mejor, pues todo lo que apunte al Ser ayudará a librar a la mente de la hipnósis del ego.

La verdadera ENTREGA comienza cuando desaparece por completo el "yo"... "Yo" y "mío" son producto de la ignorancia, "Tú y Tuyo" implican el sometimiento de la mente al único y real Conocimiento.



Se dice en el Tirucachagam: 
"Aunque soy peor que un perro, 
Tú te has encargado graciosamente de protegerme. 
Tú mantienes esta ilusión engañosa del nacimiento y de la muerte. 
Además, ¿soy yo la persona que ha de someterte a examen y juzgarte? 
¿Yo soy aquí el Señor?

¡Oh Maheswara, a ti te corresponde 
hacerme rodar a través de los cuerpos, 
mediante nacimientos y muertes, 
o mantenterme fijo a Tus pies!"


No podemos dejar de actuar ni renunciar a hacerlo. Tampoco renunciar a los frutos, pues son inevitables. Pero sí podemos renunciar al deseo de que los resultados sean los previstos por nuestra mente mezquina, desechando la intencionalidad de gozar como individuos de esos "frutos", ofreciéndolos al Señor, al máximo dispensador, a su verdadero dueño.

Entonces la acciones no nos atan, no generan "karma" o residuos negativos en la mente, no crean impresiones a modo de tendencias y predisposiciones (vasanas) fijadas en la conciencia... y esto es lo que se conoce como: "acción pura".

En el Bhagavad Gita (el Canto del Señor) Sri Krishna abre la mente de Arjuna (su discípulo iniciático) con la cortante afirmación de que Él mismo es el autor, y a su vez está más allá de las acciones. Y pasa a explicarle el significado de Karma Yoga, o el yoga de la acción pura:



¿Qué es la acción? 
¿Qué es la inacción? 
Incluso algunos sabios no ven diferencia entre ambas. 

Te enseñaré la Verdad que hace que una acción sea pura, 
y esta Verdad te hará libre.

Así sabrás qué es la acción, 
al tiempo que reconocerás qué es una acción mala. 

Aquél cuyas intenciones están libres del deseo y la codicia, 
y que ha quemado ya todo su karma en el fuego del Conocimiento: 
a tal hombre llaman sabio aquéllos que pueden ver.

Un hombre tal, que ha renunciado al fruto de sus acciones, 
está siempre contento y libre de toda dependencia; 
y aunque interviene en la acción, él no actúa.

Sin esperar nada a cambio, él actúa solamente con su cuerpo, 
manteniendo su mente bajo control, 
entregando todo lo que tiene: de este modo, él queda libre de pecado.

Él se contenta con cualquier cosa que el destino le depara, 
pues está más allá de la dualidad de este mundo. 
Se muestra íntegro tanto en el éxito como en el fracaso, 
sin ningún síntoma de celos. 
Sus acciones no le atan.

Esto es liberación: 
Su mente ha encontrado paz en la sabiduría 
y está libre de toda atadura,
sus obras son actos de amor devocional. 
Las acciones de un hombre así son puras.


Las acciones "puras" purfican la mente, y esta vez sí que vale la redundancia, porque precisamente si actuáramos constante y naturalmente, esto es, con la pureza original, permaneceríamos siempre en el PARAISO biblíco y nunca terminaríamos siendo ¡deportados de nuestro propio reino!

Es que la mente sólo se enturbia cuando comienza a funcionar inadecuadamente, centrada en algo que no es real ni natural para su plan de vida... Cuando deja de ser funcional al Ser, a la unidad, y pasa a serlo a la dualidad o personalidad, es cuando comienza a generar todo tipo de traumas y lesiones, que obstruyen desde la percepción hasta la más mínima partícula de los distintos cuerpos.

Por eso las acciones puras se constituyen en un "medio" para la liberación, porque nos aseguran primeramente dejar de acumular residuos y sostenidamente, con la firmeza necesaria, el definitivo retorno al estado natural de sólo ser.

Para el Maharshi, "Dios" y el Gurú son sinónimos, ya que representan la única Presencia verdadera en nuestros corazones, y por esto mismo ambos son igualmente el YO único y supremo, omnipresente, inmutable y autoconsciente.


En el curso de su labor debe haberse entregado al Poder Supremo 
cuya potencia deberá tenerse presente sin pérdida de vista jamás... 
Ni siquiera ha de preocuparse por el resultado de sus acciones. 
Sólo entonces el Karma se torna desinteresado.

Si se entregó a Dios o al Gurú, 
el Poder al cual se ha entregado lo llevará por el rumbo correcto. 
Quien trabaja ya no necesita preocuparse por la rectitud 
o falta de rectitud de su rumbo. 

La duda sólo surgirá si no llega a obedecer 
muy minuciosamente al Maestro.


Sri Ramakrishna siempre repetía, para remarcarle a sus discípulos la necesidad de la entrega, que según un dicho antiguo, "a los gurúes se los puede encontrar por cientos y miles, pero es difícil hallar un solo chela (discípulo)", significando que hay muchos que pueden dar buenos consejos... pero son pocos quienes los siguen.

Cuando la entrega es sincera o total, no se dudará un instante en seguir la senda marcada por el Gurú, Dios o la voz interior, que se diferencia absolutamente del coro de gritos y quejas de la personalidad que hasta ahora nos presionaban interior y exteriormente.

Entonces ya no nos importará tanto la obtención o el logro de la liberación, sino que el camino mismo se convertirá en servicio al Gurú, y éste a su vez fortalecerá los simientos de esa relación básica para la vida humana, que se apoya en la comunión con su Creador ... la relación de unidad con la Fuente eterna, la que normalmente conocemos como adoración o devoción.

Continuaremos con Upadesa Sara (Bhakti Yoga) ...



OM NAMAH SHIVAYA
OM NAMO BHAGAVATE SRI RAMANAYA
HARI OM TAT SAT

lunes, 22 de noviembre de 2010

UPADESA (Karma Yoga -2-) La acción esclaviza

2.- En el vasto océano de las acciones, 
el resultado impermanente ocasiona la caída del hombre 
y constituye una barrera para el progreso.

En el primer verso de la Upadesa, Sri Ramana corta drásticamente con la espada del discernimiento, la idea altamente condicionante de ser nosotros los hacedores (la semilla del ego" o Ahamkara), para cortar de raíz el apego natural de la mente, a esa tan tentadora postura o perspectiva.

Sólo siendo capaces de apartarnos y observar desde la posición de testigos de lo que realmente sucede, notamos que la idea del hacedor no es simultánea con la acción, sino siempre posterior...El intelecto, la función ordenadora de la mente, al no tener la capacidad de reconocer ninguna existencia más allá de sus propias creaciones, trata siempre de justificar los sucesos de la única forma que sabe hacerlo; enmarcándolos en los conceptos básicos de tiempo y espacio, centradas en el individuo particular o punto de vista personal, y clasificándolos según la lista de pares de opuestos que haya almacenado hasta el momento.

Por la (siempre subestimada) fuerza de la reiteración, esto se constituye en un poderoso hábito, en el pensamiento ráiz, según lo enseña el Maharshi, desde el que se desprenden todos los demás, como ramas de un mismo árbol... Y es el apego a esta idea de un ser individual, independiente creador y hacedor egocéntrico, lo que nos lleva a experimentar el continuo sufrimiento y la idea de esclavitud, recurrente y desalentadora.

Los deseos egocéntricos nunca pueden ser satifechos completamente, y entonces el hombre se encuentra envuelto en una especie de "bola de nieve", en una poderosa vorágine en la que no puede detener su caída y a la vez se agrava a medida que avanza, carente o falto como está de la reacción natural de supervivencia que debería asumir.

Parece exagerado, pero realmente estamos tapando o al menos limitando al ser en cada ocasión en la que optamos por seguir esos deseos, productos del egotismo que nos mantienen alejados de nuestra real naturaleza de felicidad, equilibrio y plena energía.

¿Porqué se produce esta tremenda caída del hombre sin que siquiera llegue a darse cuenta de lo que ha sucedido?¿El poder de Maya, la ilusión básica... puede ser tan cruel que nos deje sin opciones para salir de ese "infierno" creado por nosotros mismos?



La Libertad llegará cuando el egotismo desaparezca 
y te sumerjas en la Divinidad!
Si puedes descubrir la naturaleza de "maya", 
la ilusión universal, 
ella desaparecerá de tí, 
como huye un ladrón cuando es descubierto. 
Sri Ramakrishna

Es común la creencia de que "cosechamos lo que sembramos" o que cada uno tiene lo que merece. Pero esto no es tan así, según la Vedanta.

El Señor nos dice que las acciones, por su corto alcance, ocasionan la caída del hombre en lugar de ayudarlo o enseñarle al menos, a través de la experiencia. Veamos un pequeño ejemplo, para entender mejor la profundidad de tal afirmación...

Los maestros de todas las disciplinas siempre han recalcado que para acceder a una vida iluminada es necesario "ser como niños", volver a ese estado original de pureza, inocencia y conciencia unificada, natural y espontánea... Pero tomando esta enseñanza en el sentido inverso, o como una enseñanza lateral, podemos darnos cuenta de qué es lo que les sucede a nuestros niños y a nosotros mismos a medida que nos vamos adentrando en el mundo exterior, en el mundo mental.

Un niño siempre parte de una maravillosa apertura a lo nuevo, que le asegura una visión clara sobre lo que parece repetitivo en la manifestación, pero no lo es... En ese momento no precisa desarrollar ningún poder, ni acceder a ninguna enseñanza para darse cuenta de que todo está en perfecto orden siempre, y lo que sucede es siempre lo mejor que puede sucederle al conjunto del ser, a la totalidad que es unidad en su conciencia.

No lo sabe, o mejor dicho, no sabe que lo sabe... pero sabe que así es como todo se presenta ante él naturalmente. Parte de la base de que su naturaleza es felicidad, y que no tiene necesidad alguna de buscarla en los objetos, ni espera que las acciones le brinden lo que jamás podrán: la certeza de su propia existencia.

Pero sucede entonces que comienza a ser sometido por su entorno a una especie "bombardeo" in-formativo que satura su capacidad receptiva y lo lleva a experimentar (además de una tremenda confusión) pequeños goces temporales o realizaciones, siempre pasajeras, pero satisfactorias y muy curiosas u originales en un principio.

Miles de experiencias de este tipo (finitas) no pueden devolverle esa sensación de claridad (infinita), pero lo mantienen ocupado y entretenido, mientras que poco a poco va olvidando aquello otro... aquél lejano resplandor de lo natural, de su felicidad inherente y perpetua.

La perfección del ego se interrumpe repentinamente a cierta altura 
y se tiene la sensación de que falta algo, 
lo cual da lugar a un deseo de conseguir algo o hacer algo. 

Cuando esa carencia se cura mediante la satisfacción de ese deseo, 
el ego es felíz y se restaura la perfección original. 

Por tanto, puede decirse que la felicidad 
es nuestro estado natural o nuestra naturaleza esencial. 
El goce y el dolor son relativos y se refieren a nuestro estado finito, 
con avance mediante la satisfacción de la carencia...


Continuando con la aclaración del Maharshi, cada vez que una de esas experiencias llega a su fin, el disfrute también se acaba y deja tras de sí una cierta nostalgia, o más bien, una sensación de falta de saciedad, producto de un goce superficial y transitorio, que además lo sigue alejando de la verdadera felicidad con que contaba inicialmente.

Lo que sucede con esta "nueva necesidad" es que se convierte en deseo futuro y esto multiplicado por muchos más, lleva al niño a vivir en una completa desatención de lo que realmente sucede, y pasa a habitar un nuevo mundo-propio, siempre presionado, agitado e intranquilo por el continuo embate de esos hábitos mal adquiridos, con los que se ha identificado desafortunadamente.

Todo esto se va acrecentando con los años a través del "apego", producto de la identificación y manteción de estos "atributos distintivos" de la personalidad, que en realidad constituyen verdaderos síntomas de la enfermedad egoica ... y ya en la adolecencia, uno no recuerda ni siquiera haber vivido alguna vez ese estado de inocencia y libertad natural, del que hablabamos al principio de nuestra triste historia.

Todas estas experiencias que han dejado "impresiones" en la sustancia mental del individuo el Vedanta las llama "samskaras y vasanas", según se encuentren en estado potencial o en plena actividad, respectivamente.

Un niño y un Sabio (jñani) se parecen en un sentido. 
A un niño sólo le interesa lo que ocurre mientras esto dura. 
Y después que esto pasó, cesa de pensar en ello. 
Por ello, lo que ocurre no deja impresión alguna en el niño, 
ni lo afecta mentalmente. 
Lo mismo sucede con el Sabio. 
Sri Ramana Maharshi

Estas impresiones acumuladas que no nos dejan vivir en paz, y menos aún recordar nuestra real naturaleza, como ese estado de perfección, paz y alegría espontánea que tanto anhelamos, conforman en este verso "el vasto océano de las acciones", en el que el hombre culmina naufragando.

Por eso aclara el Maharshi, que esto constituye una "barrera" para su progreso, ya que lo mantiene completamente ocupado en ese círculo vicioso de deseo-acción-goce ... interminable.

Todo su tiempo de vida, su energía vital, se desperdicia tratando de encontrar un deseo que satisfaga de manera definitiva o más duradera esa tremenda sed, que no puede calmar con ningún tipo de agua que consuma.

Es una trampa de la que nadie puede salir por sí sólo... Es imposible escapar a lo que el Budismo llama la "rueda del Samsara" una vez que caemos en ella... Cuando le preguntaron a Bhagavan "porqué" afirmaba que  es por Voluntad de Dios que existe el "samsara", este respondía:



Eso es inescrutable. A ese Poder no se le pueden atribuir motivos: 
no pueden aseverarse deseos ni fines respecto 
a ese Ser Unico, Infinito, Omnisciente y Ominipenetrante. 
A Dios no lo tacan las actividades 
que tienen lugar en Su Presencia. 
(el sol no es consciente de sus rayos)

Como acabamos de comprobar: las acciones no sólo son impropias para alcanzar la liberación, sino que todas ellas (aún las encaminadas al autoconocimiento, que tantas veces agregan mayores presiones y confusión) nos encadenan aún más, acrecentando ese sentimiento de esclavitud tan engañoso.

No podemos lograr nada mediante la acción ... y tampoco podemos dejar de actuar!

¿Cuál es la salida de esta paradoja, de este laberinto infinito que nos distrae alejándonos de la verdadera senda... cómo podremos salir ilesos de este océano de continuidad y sufrimiento?

El Maharshi viene en nuestra ayuda... y ahora sabemos, que la única salida que puede hallarse es a través de la Gracia , que es en definitiva y sin lugar a dudas, el salvador milagroso que llegará hasta la mitad del océano o donde nos encontremos... para despertarnos!

El niño le dice a la madre; 
"Mamita querida, despiértame cuando tenga que ir al baño!". 
La madre le contesta: 
"Querido, tu necesidad te despertará".

Sri Ramakrishna




Continuaremos con Upadesa Sara (Karma Yoga)

OM NAMAH SHIVAYA
OM NAMO BHAGAVATE SRI RAMANAYA
HARI OM TAT SAT

viernes, 19 de noviembre de 2010

UPADESA (Karma Yoga -1-) El Señor es lo supremo


1.- Conforme a las leyes del Señor, se obtienen los frutos de la acción. 
Entonces ¿cómo es la acción lo supremo? 
No lo es, pues la acción es inerte.

La Sagrada Vedanta nos enseña que así como una lámpara no puede alumbrar sin aceite, de la misma manera un hombre no puede existir sin Dios... Y aunque muchas se veces se afirma que sólo existe "dios" como concepto, siempre se utiliza esta palabra universal con la consiguiente aclaración... Dios no existe, Dios ES.

El Señor, Siva, el dios personal, la chispa divina en cada individuo, es aludido por muchos tratados y escritos referencialmente, para indicar el Yo verdadero, el Ser omnipresente ... la Consciencia pura, única base existencial de toda creación.

De allí que el Maharshi comience recordándonos que sólo "conforme a" Sus leyes o por Su mandato, el universo entero se manifiesta, y no por otros factores o influencias de agentes exógenos. 

Hay varias formas de dilucidar lógicamente la realidad  del "Señor" como Creador y base existencial de todo lo que existe... La primera y más sencilla es la observación de que al aparecer nosotros en este mundo, al encarnar o surgir como conciencia individual todo este universo fenoménico ya estaba creado, en toda su extensión congnocible.

Se sucede la deducción lógica de que todo "creador" debe conocer perfectamente, no sólo el modelo final de su creación, la cosa o el objeto a que apunta, sino además las leyes o medios con que cuenta para desarrollar su plan creativo y el poder necesario para concretarlo.

Resultaría absurdo negar la existencia de un Poder único, de un Señor supremo, cuya omnipotencia y omnisciencia es tan irrefutable como todo lo que realiza, sostiene y destruye en su continua actividad creativa, o para ser más precisos, en Su manifestación infinita y espontánea.

Puedes ver muchas estrellas en el cielo durante la noche, 
pero no cuando sale el sol. 
¿Puedes, por eso, decir que no hay estrellas en firmamento durante el día? 
¡Oh hombre! porque no ves a Dios en los días de tu ignorancia, 
no digas que Dios no existe.
Sri Ramakrishna

El Maharshi siempre enseñaba esto mediante la analogía del tren y el pasajero. Pues una vez que llegamos a la madurez necesaria para admitir la autosuficiencia del Poder Supremo, debemos entregarle nuestra vida individual inmediatamente, como un hombre que al subir a un tren deposita su equipaje en él, en lugar de seguir cargándolo y esforzándose innecesariamente.

Basta citar como ejemplo al escritor que da forma a estas palabras que lees en este instante; pues si bien puede llegar a considerarse erróneamente como el hacedor, el factor fundamental para la difusión de esta enseñanza, es obvio que el resultado depende a su vez de muchísimos otros factores, para que se realice efectivamente ... para que su deseado propósito, por noble que sea, llegue a modo de "semilla" a buen término, a suelo fértil y concluya el ciclo dando los frutos esperados.

Si realmente pudieramos controlar algo de lo que sucede en, fuera y más allá de nosotros, nunca tendríamos resultados no deseados, puesto que todos nuestros propósitos se concretarían automáticamente.

Por suerte esto no funciona así, y por eso misericordiosamente, el Señor nos demuestra continuamente nuestras limitaciones en ese sentido, otorgando los frutos de nuestras acciones o tareas, siempre de acuerdo a Sus leyes y respetando el orden universal con que fueron creadas.

Como individuos somos responsables de nuestras acciones, pero no de administrar sus resultados... "Tienes derecho a la acción, mas no a sus frutos", aclara Sri Krishna en el Bhagavad Gita.

Esto fue lo que escribió al respecto, el joven Ramana Muni, al recibir la visita de su madre, con el fin de convencerlo de que retorne a su hogar y a sus obligaciones como hijo:


De acuerdo con el prarabdha de cada uno, 
Aquel cuya función es mandar, hace actuar a todos. 

Lo que no tiene que ocurrir, nunca ocurrirá, 
por mucho empeño que se ponga, 
y lo que tenga que ocurrir, no dejará de hacerlo, 
por mucho que se haga para evitarlo. 
Esto es seguro. 

La verdadera sabiduría, por lo tanto, 
es permanecer tranquilo.
Ramana Maharshi

Bhagavan enseñaba que el fin del sendero del conocimiento o Vedanta, es realizar que el “Yo” no es diferente del Señor (Iswara), y liberarse del sentimiento de ser el ejecutor de las acciones,  por lo cual cierra esta estrofa imprimiéndole una fuerza inusitada a esa idea central, al resaltar que "la acción" en sí es completamente INERTE, debido a que carece de independencia, libertad y autoconsciencia.

Retomando el ejemplo del escritor: el "acto" de escribir no es consciente de su finalidad, ni del lector, ni del alcance de su publicación, ni del medio propicio, la conciencia, para que ésta sea valorada y comprendida.

La acción necesita de un ser sensible, de un grado de intelegencia que la justifique, y un modo de conciencia que la convalide... Entonces, ¿cómo podría la acción por sí sola, (ser lo supremo para) garantizar los frutos y ser el medio infalible de resolución, abstrayéndose de todo lo demás? Eso sólo le compete al Yo supremo, que independiente de las acciones permanece más allá de toda dualidad.


Conoce al Uno y conocerás el todo. 
Colocando ceros después del uno, se obtienen valores de cientos y miles, 
pero si se borra el uno, los ceros pierden todo valor. 

La multiplicidad tiene valor a causa de lo Uno. 
Primero lo Uno, después lo múltiple. 

Primero Dios, 
despues los "jivas" y "jagat" 
(las criaturas y el mundo).
Sri Ramakrishna

¡La acción no es lo supremo! Las acciones por definición, como inertes o dependientes, no pueden producir resultados duraderos y menos aún permanentes, como los que persigue el sincero aspirante espiritual, el verdadero devoto del SagGurú, discípulo de la sagrada Enseñanza.
...

¿Podrán las acciones de un ser individual (prácticas, sadhanas, kriyas y demás, que se prescriben en las escrituras sagradas y diversos libros de yoga), conducirnos hasta "la otra orilla"... o nos dejarán solos, librados a nuestras propias fuerzas, en medio de un océano de infinitas proporciones, donde una marea de continua inquietud complicará el trayecto hacia la Paz que nuestro corazón anhela?

Continuaremos con Upadesa Sara (Karma Yoga)


OM NAMAH SHIVAYA
OM NAMO BHAGAVATE SRI RAMANAYA
HARI OM TAT SAT

martes, 16 de noviembre de 2010

NUESTRA PROPIA NATURALEZA (Upadesa Sara)


El Upadesa Sara, también conocido como Upadesha Undiyar, es un formidable escrito de Sri Bhagavan Ramana Maharshi, que se origina en un pedido de su gran devoto, Sri Muruganar con miras a completar una obra que estaba componiendo, llamada Sannidhi Murai.

Esta obra trata sobre un grupo de rishis que siguiendo la vía del karma-yoga, practicaban tapas (austeridades extremas) para lograr la realización. El Señor del Yoga, Siva, se compadece de ellos y tras unos cuantos juegos o trucos, con el fin de demostrarles lo lejos que se hallaban del verdadero sendero del autoconocimiento, se revela ante ellos y les brinda la instrucción perfecta para liberarse de tan difícil situación de estancamiento.

Al llegar al punto de redactar las palabras liberadoras (suprema instrucción) de Siva a los rishis, Sri Muruganar sintió una completa inaptitud y rogó a Bhagavan para que lo realice. Éste con su natural e infinita compasión, lo compuso y más tarde lo tradujo a diferentes idiomas y al Sanskrito mismo, para conservar su pureza.

Cada estrofa de este singular verso, cada sentencia vertida por Bhagavan con su insuperable sabiduría y poder de síntesis, debe ser leída con mente abierta, reflexionada y meditada en profundidad, repitiendo esta seguidilla hasta haberla comprendido completamente, antes de pasar a la próxima.

En lo que comúnmente llamamos "naturaleza", los reinos mineral, vegetal y animal, todo permanece en su estado natural inherente, manteniendo sin tensión ni esfuerzo, un perfecto equilibrio existencial con todos los seres sensibles y a la vez, con ser funcional a su propio desarrollo y a su relación con el medio ambiente.

Si por alguna causa ese equilibrio se rompe, o se pierde circunstancialmente, comienza en ese mismo instante una lucha continua hasta liberarse de las condiciones que coartan su libertad y le impiden recuperar su estado natural, su ser espontáneo.

Nuestro estado natural o nuestra "esencia" como seres humanos: es SATCHITANANDA; absoluta existencia o libertad, pura autoconsciencia, y plenitud de dicha, amor omniabarcante y paz pefecta.

Esta felicidad y plenitud natural no es algo que tengamos que obtener, porque ya es nuestro por derecho propio y como enseña el Maharshi, si lo obtuvieramos como algo "nuevo" sería suceptible de pérdida, y a nivel psicológico esto se proyectaría como ansiedad, temor a perderlo y mayor inquietud.

A esta paradoja existencial es a la que se aboca Bhagavan en esta magnífica obra... A develarnos hasta qué punto es necesario el esfuerzo personal o las diversas prácticas, sin que esto termine constituyendo un nuevo condicionamiento a nuestra naturaleza, una más sutíl y por tanto, complicada forma de limitación.

Comentar esta maravillosa "joya" es lo que intentaremos en este espacio durante las próximas entregas. No para agregarle nada, lo cual sería imposible, sino para "llamar la atención" sobre ella, como todo lo que se publica en este blog, con amor y respeto a la enseñanza, que para nosotros es esencial.

No es que tengamos la suficiente autoridad para hacerlo, sino simplemente con el único fin reiterativo, si se quiere, de apuntar desde todos los ángulos posibles, a la misma esencia de la enseñanza suprema. 

La intención es realizarlo parte a parte, para que no resulte demasiado extenso y agotador, e irlo analizando y reflexionando en conjunto, sobre los puntos esenciales de la enseñanza elegida especialmente por Bhagavan para nosotros.

El sadgurú Ramana enseñaba que todas las cosas ocurren a su debido tiempo. Y a quién esté preparado para el conocimiento absoluto (atma vidya) se le hará escuchar de algún modo y no dejará de perseguirlo infatigablemente.

Pero creo que lo fundamental de esta oportunidad que se nos abre, es que la desarrollaremos basados en la total confianza en las palabras del Sadgurú... La convicción que se convierte en plena certeza, desde la vibración pura y omnipenetrante de nuestro Maestro ejemplar.

Cuando el alma no confía, siente inseguridad y proyecta un logro determindo, o un resultado para la búsqueda, limitándola, cuando en realidad ésta debería desarrollarse sin otra finalidad que la de retornar a nuestro equilibrio natural, a nuestro estado de ser simplemente, sin más formulación, sin logros ni expectativas personales.

Por ello, porque confío en la enseñanza de mi Sadgurú más que en mi propia existencia, les dejo como primer paso, el texto completo de esta maravillosa obra, en la traducción más simple y escueta que pude conseguir, para luego JUNTOS, irlo desmenuzando paso a paso.

Sea ésta otra humilde ofrenda del corazón devoto a los Pies de Ramana-Siva, que continuamente derrama su Gracia infinita sobre todos aquellos que nos refugiamos allí, procurando el retorno a la paz  del Ser.


UPADESA SARA 
(la esencia de la enseñanza/autoconocimiento)

KARMA YOGA

1.- Conforme a las leyes del Señor, se obtienen los frutos de la acción. Entonces ¿cómo es la acción lo supremo? No lo es, pues la acción es inerte.

2.- En el vasto océano de las acciones, el resultado impermanente ocasiona la caída del hombre y constituye una barrera para el progreso.

3.- Las acciones que se realizan con una actitud de dedicación al Señor, sin apego al resultado, purifican la mente y son un medio para obtener la liberación.

BHAKTI YOGA

4.- Las acciones realizadas con el cuerpo (puja), el habla (japa) y la mente (contemplación) son consecutivamente superiores una respecto a otra.

5.- Servir al mundo con la actitud de servir al Señor es la verdadera adoración Señor, que es quien gobierna las ocho formas.

6.- Pronunciar o cantar las glorias del Señor es bueno. Pero es superior el japa en voz alta. Es mejor aún el japa en voz baja. Y superior al japa en voz baja es el japa hecho mentalmente. El japa mental es el mejor.

7.- La contemplación ininterrumpida del Señor, que es semejante a un río de ghi y como el flujo de un arroyo, es superior a la contemplación interrumpida.

8.- La contemplación sin dualidad, en la que "El es yo", se considera muy sagrada, y superior a la contemplación dual.

9.-Mediante el fortalecimiento del pensamiento "Yo soy El" se consigue una firme permanencia en el Principio de Existencia, libre de cualquier modificación del pensamiento. Esta es la devoción suprema.

10.- Se ha aseverado que la meta del yoga de la acción, de la devoción, del ashtanga yoga y del yoga del conocimiento, es la permanencia de la mente en el corazón.


DHYANA YOGA

11.- Mediante el control de los pranas, es posible absorber la mente, Este es un medio para contener a la mente, semejante a la red que se usa para atrapar a un pájaro.

12.- La mente y los pranas están, respectivamente, dotados de conciencia y de poder de actividad. Estas son las dos ramas del poder básico único del Señor.

13.- La absorción de la mente (manolaya) y la destrucción de la misma (manonash) ocurren con la restricción de ambos. La mente absorta retorna, mas no así la mente aniquilada.

14.-La mente que consigue absorberse mediante el control de los pranas, queda destruida por medio de la contemplación del Uno.

15.- ¿Existe algún deber para aquel elevado yogui cuya mente ha sido aniquilada? Ninguno, pues ha conseguido morar en el Yo.

16.- La mente retirada de los objetos se ve a si misma como Conciencia, y tal es la visión de la Realidad.

GÑANA YOGA

17.-Al indagar acerca de "que es la mente" nos damos cuenta que no existe nada real llamado mente. Y este sendero es directo, inmediato.

18.- Los pensamientos constituyen la mente. Todos los pensamientos dependen del pensamiento "yo". En consecuencia, la mente es el pensamiento "yo".

19.- ¿De donde surge este pensamiento "yo"? Para el que indaga de esta forma el ahamkara cae. Tal es la indagación acerca del Yo.

20.- Cuando el ego es destruido, el Yo, que es la Existencia suprema Infinita, brilla por si mismo como Atman.

21.- Cuando se funden el yo individual y el Yo total, este Yo indicado con la palabra Aham, Yo, refulge debido a su indestructible existencia.

22.- Yo soy la Existencia Una, no el cuerpo, los sentidos, aires vitales, intelecto e ignorancia, pues ellos son inertes y de hecho, inexistentes.

23.- ¿Existe otra conciencia que ilumina la existencia? No la hay, pues la existencia es conciencia y la Conciencia solo es el Ser.

24.- Desde el punto de vista del instrumento material y sutil, existe diferencia entre el jiva e Ishvara, pero desde el punto de vista de su verdadera naturaleza, solo existe la Realidad Suprema.

25.- Quien abandona los condicionamientos, obtiene la realización de sí mismo. La visión del Señor como el Ser es la verdadera realización de Dios.

26.- Puesto que el Yo no es dual, solo morar en el Yo es la visión del Yo, y sólo esto se conoce como morar firmemente en el Yo.

27.- La conciencia carece del pensamiento de conocimiento y del pensamiento de la ignorancia de los objetos. ¿Hay algún conocimiento distinto de la conciencia para conocer el Yo?

28.-"¿Cual es mi naturaleza?" Indagando de este modo realizamos el Yo y llegamos a saber: "Soy conciencia bienaventuranza, plena, sin declinación ni nacimiento".

29.-En este mundo unos cuantos individuos con cualidades divinas logran la felicidad suprema que está más allá de la esclavitud y la liberación.

30.-Esta autoindagación, carente de ego, es una gran austeridad que revela el Yo. Esta es la verdad autorrealizada expresada por el sabio Ramana.

Bhagavan Sri Ramana Maharshi

jueves, 11 de noviembre de 2010

«YO SOY EL QUE SOY», el mahavakya más grande


Debido a que este dicho bíblico, «YO SOY EL QUE SOY», es una expresión tan perfecta de la naturaleza de la primera persona del ser absoluto, eterno, no-dual, no-objetivo y auto-consciente, Sri Ramana solía decir que es el mahavakya más grande, incluso más grande que los cuatro mahavakyas o «grandes dichos» de los Vedas.

Aunque el sentido de cada uno de los mahavakyas védicos, a saber, «la consciencia pura es Brahman», «Yo soy brahman», «ello eres tú» y «este sí mismo es brahman», es esencialmente el mismo que el de este dicho Bíblico, ellos son de hecho expresiones menos perfectas y exactas de la realidad debido a que cada uno de ellos contiene una o más palabras que no están en la forma de la primera persona.

Es decir, en «YO SOY EL QUE SOY» el sentido de ser de la primera persona, «soy», es igualado solo consigo mismo y no con nada más, mientras que en cada uno de los mahavakyas védicos, es igualado ya sea con un nombre de tercera persona, brahman, que significa la realidad absoluta o espíritu supremo, o con el pronombre de la tercera persona «ello», que denota la misma realidad absoluta.

Aunque «yo soy» es verdaderamente la realidad absoluta o brahman, tan pronto como pensamos que ello es así, la atención es retirada de la consciencia de ser natural de primera persona, hacia una concepción mental extraña y antinatural de «la realidad absoluta».

Para ayudarnos a fijar la atención total e indivisa en «yo soy», es mejor que se nos diga que «yo soy» es solo «yo soy», antes que decirnos que «yo soy» es Dios, brahman o la realidad absoluta.

 Michael James - La Felicidad y el Arte de Ser - Boletín SIN NOMBRE (187)

lunes, 8 de noviembre de 2010

Todo es Brahman V - Na apara (No hay nada más)

• Na Apara = fuera de esto nada hay

La proyección de una película precisa un entorno de total oscuridad para ser apreciada correctamente, de la misma manera que las proyecciones del intelecto necesitan contar con la ignorancia (avidya) subyacente para desarrollar sus teorías dualistas o su visión objetiva del mundo.

El intelecto se deleita investigando el pasado, el futuro, lo hipotético o lo novedoso, evadiéndose del presente, de lo continuo, de lo real ... y es nuestro trabajo traerlo de vuelta hacia su verdadera funcionalidad, para que cumpla con aquello para lo que fue creado: descubrir y realizar la naturaleza única del Yo.

Y es que en la Luz única del Yo, que no admite superposiciones, todo este espectáculo tan entretenido para el ego inmaduro, queda reducido a la Nada.

Si aprendemos como traerlo de vuelta hacia esa perspectiva resultará sencillo discernir que el mundo y el jiva (individuo) como emisiones mentales, sólo existen en los estados de vigilia y onírico, cuando ella (la mente y su dualidad) está en pleno movimiento, y se apoya en los conceptos de tiempo, espacio, los pares de opuestos y demás.

Si pudieramos permanecer como en el estado de sueño profundo, sumidos mentalmente en la seguridad de que no somos nada, y que todo lo demás es nada "absolutamente", sabiendo sin mediar ningún conocimiento formulado o conceptualización alguna, que esa "nada" significa simplemente UNIDAD, e implica que todo es uno, y por ende, uno es TODO ... Entonces no harían falta más palabras, ni enseñanzas, ni escrituras, ni meditaciones ... ni siquiera la Graciosa Presencia del Sadgurú, ni siquiera esta vida para seguirLo.


Usted dice que estando dormido se halla inconsciente, 
y que en el estado de vigilia era consciente de sí.
¿Cuál es la realidad? La Realidad debe ser continua y eterna. 
Ni la inconsciencia ni la consciencia de sí acerca del presente, son la realidad. 

El Ser puro es la Realidad. Las demás son meras asociaciones. 
El Ser puro no puede ser otra cosa que consciencia. 
Por tanto, la consciencia es la Realidad. 

Cuando a esta Consciencia se la asocia con "upadhis" (atributos), 
usted habla de consciencia de sí, inconsciencia, 
subconsciencia, superconsciencia, etc. 
El factor común e inalterable de todos ellos 
es la Consciencia.
Sri Ramana Maharshi

Si supieramos "sin conocer" lo que verdaderamente somos, sabríamos que todo es Brahman y que no hay nada más, que esa pura REALIDAD.

¡Sólo existimos como consciencia... y no somos conscientes de esa Existencia!

Lo verdaderamente importante es darnos cuenta que todo lo que existe no tiene una real existencia en sí, o independientemente de ese trasfondo... nada tiene entidad a no ser como expresiones de esta única Consciencia.

Todos los objetos, seres y universos que puedan surgir, sólo lo hacen como "estados" de conciencia, sólo aparecen para volver a hundirse en su Origen y jamás volver ... así de transitorios e insustanciales, así de discontinuos o ilusorios.

No necesitamos hacer nada, ni aprender nada, ni adquirir nada para SER ... lo único que necesitamos es despertar, soltar la soga que nos liga a la ilusión del ser individual. Una vez que somos conscientes de que lo único que nos mantiene atados es nuestra propia mano sosteniéndose, aferrándose a lo conocido, a lo limitado, a lo mental, dejamos de buscar para encontrar, dejamos de creer para saber, dejamos de desear para ser, sólo ser.

El Atman, el Yo puro o ser interno es Brahman mismo, es la Luz de la conciencia reflejada desde el corazón. Es ese extraordinario poder que además de ser luz para todos los objetos o visiones sucesivas, es luz para sí mismo, y en este principio es en el que debemos afirmarnos para reconocerlo.


Uno no puede ver a Dios y, sin embargo, 
retener la individualidad. 
El que ve y lo visto se unen en un solo Ser. 
No hay conocedor, cognición, ni conocido. 


¡Todos se funden solamente en el Siva Único y Supremo! 

Sri Ramana Maharshi

Llegar a esa Luz pura, a ese ser prístino, a esa conciencia limpia y clara, y permanecer en Ella sin fluctuaciones, es el fin supremo de toda meditación, de todo Yoga. Alcanzar la purificación de aquella mente para dejar al Yo reluciente de un único brillo, no es cuestión de logros o quehaceres. No es lo que hagamos sino lo que dejemos de hacer lo que va a liberarnos finalmente.

Sólo la meditación constante nos limpiará poco a poco de la escoria del tiempo. En la hoguera de la contemplación la mente se desintoxica de tendencias latentes y predisposiciones acumuladas, no para lograr nada nuevo, nada que no tengamos ya, sino para recuperar nuestro estado natural, nuestra libertad perdida y olvidada.

El Yoga puede resultar muy útil para quienes no tiene otro modo de aquietar su mente, pero al igual que a otros métodos, se lo debe encarar como un medio y no como un fin en sí mismo.

La práctica de cualquier índole, sólo se justifica como método de autoconocimiento. Si se realiza con cualquier otro fin se constituirá más adelante en otro obstáculo a superar y trascender.

Siempre con humildad y entrega desinteresada tenemos que apuntar a trascender el yoga y la práctica para no quedar enredados en ella como otro estado limitante, como un nuevo agregado o condicionamiento.

Sólo morar en el Yo, permanecer lo más posible en ese estado, más allá de las horas de práctica, nos hará retornar poco a poco a nuestra naturaleza original, a la pureza mental, a la total transparencia, a la mayor apertura, a la única felicidad, a la absoluta identidad... Brahman... Dios mismo.

"Estad quietos y conoced que Yo soy Dios". 
Aquí la quietud es entrega absoluta sin vestigios de individualidad. 
Prevalecerá la quietud y no habrá ya agitación mental. 
La agitación mental es la causa del deseo, 
del sentido de la ejecución del acto, y de la personalidad. 
Y hay quietud si se la detiene. 
Allí "conocer" significa "Ser". Realice el "Yo Soy" y no piense "Yo soy". 
Sabe que "yo soy Dios" dice la biblia. 
Dice "sabe" y no "piense que yo soy Dios". 

Sri Ramana Maharshi

Por eso, ¿Para qué más palabras o indicaciones? ¿Qué pueden decir las teorías, la filosofía, las escrituras, los libros o cualquier afirmación que sea superior a lo que está aquí ante nosotros en este mismo instante? ¿Qué puede ser más claro que nuestro propio ser, puro, absoluto, ilimitado, siempre presente y atrayéndonos hacia si de todas las formas posibles?¿Qué puede resultar más cierto que unirse a Él en este mismo instante salteando todo lo demás?

Esta Consciencia también pasará, pero mientras persista debemos aprovechar su manifestación y cada una de sus expresiones para constatar nuestra identidad suprema y serle fiel a ese único sentido, a esa pureza existencial, a esa Paz inefable que sólo puede provenir de la unidad, del puro Ser.

Decimos que vamos hacia Él, pero es Él el que en realidad viene por nosotros. Aquello siempre pugna por realizarse en cada parte, en cada ser, porque no puede evitarlo: su naturaleza es la unidad y no hay conciencia ni existencia fuera de ello. Por eso tampoco puede fallar ni cometer error alguno.

Nosotros por el contrario, estamos destinados al fracaso, a fallar en la realización individual una y otra vez hasta habernos tornado lo suficientemente puros o "maduros" como para ser consumidos por Él, para ser absorbidos y reunirnos y fundirnos definitivamente en Aquello que nos dio el ser.


Su mente está muerta 
para el contacto de lo externo,
y está viva para la bienaventuranza del Atman. 

Porque su corazón conoce a Brahman 
Su felicidad es eterna.
Bhagavad-Gita

Aquello es lo único real y la mente que hasta ahora nos mantuvo aparte, será nuestra principal aliada cuando a través del desapego y el discernimiento reencausemos esa fuerza hacia el único ser, hacia el Yo puro y definitivo, hacia el conocimiento absoluto, “al uno sin segundo”, al que no se puede apreciar ni despreciar, ni aceptar, ni rechazar, porque es autoexistente, inmaculado, sin dualidad.

Por eso, toda revelación o comprensión que aparezca en el proceso de autoconocimiento no es lo trascendente, sino el estado de conciencia en que esa realización se produce, y a partir de ese crucial descubrimiento, tratar de permanecer en ese estado de vacío, de apertura, de ser nada más que ser, porque el Ser es todo lo que ES.

El Mundaka Upanishad finaliza su magnífica exposición con estas sentidas palabras: "Que sea  revelada esta ciencia de Brahman sólo a aquellos que están establecidos en Brahman, ofreciéndole continuamente su amor y devoción". 

Brahman no está lejos, está aquí y ahora. ¿Qué más existe entre Él y nosotros?

Hallar nuestro origen es hallar nuestro destino. ¿Pero dónde buscarlo sino en el centro de nosotros mismos, en el interior, en lo más profundo de nuestro corazón?

¡Todos estamos realizados ya! ...Yo soy nada y eso es todo, no hay otra verdad.


Los ojos no me disciernen.


Los oídos humanos son sordos a mi silencio.


No soy ni de la tierra, ni del aire, ni del agua, ni del fuego. 


Los que quieren nombrarme quedan reducidos al silencio, 
porque soy el Conocimiento, la Vida, el ABSOLUTO.



Shankara





¡ Brahma Satyam, Jagan Mitya, Jivo Brahmaiva, Na Apara !

TAT TWAM ASI

OM TAT SAT

martes, 2 de noviembre de 2010

Todo es Brahman IV - Jivo Brahmaiva (El individuo es Brahman)

•    Jivo Brahmaiva = la llamada alma individual es Brahman mismo y no algo distinto

¿Porqué desearía el individuo, que se considera algo concreto y cierto, convertirse en Brahman, que es lo abstracto, indistinto, inaccesible, inpensable e incomprensible, que lo es todo, y a la vez es nada en el mundo mental?

¿Porqué querría volver a "cero" cuando tanto trabajo le ha costado construir ese uno, esa compleja estructura psico-física que cree ser, o asumirse como el alma sobre la que se apoya su existencia personal, esa identidad tan confirmada y reconocida en este mundo por muchas clases de conocimiento?

Pues precisamente, porque en cero, en esa nada absoluta, están todas las respuestas y más aún... Allí hay una completa ausencia de preguntas, de dudas, de conflicto... sólo allí hay quietud, sólo allí hay silencio real, verdadera libertad y plenitud,  paz perfecta, conocimiento puro, felicidad total.

Sólo en cero somos Sat-chit-ananda, existenca en la consciencia de ser y amor ilimitado... sólo en Brahman somos completos, no fragamentados, no divididos ni separados de nada en ningún momento ni lugar ... Sólo en Brahman somos en verdad, eternos, sin cambios y autoconsicentes.

Podemos ser muchas cosas, todas las cosas o ninguna cosa, pero siempre somos...Podemos identificarnos con los objetos más variados pero la conciencia que realiza el objeto es siempre la misma y permanece inalterable durante todo el proceso de creación, mantenimiento y destrucción.

Cuando invertimos nuestra mirada hacia una perspectiva abierta, libre de toda ubicación o limitación, dejamos de creer que somos algo, que somos una cosa, un objeto limitado que tiene principio y fin.

La causa de todo el el Yo... Todo lo que percibimos procede de una sola causa, y la causa satura el efecto, no viceversa, por lo tanto todo es un único Yo, la Consciencia eterna, el Señor omnipresente.

Cualquier existencia, objeto o cosa que reduzcamos a su mínima expresión, o elevemos a su máxima representación ... en ambos extremos descubriremos su Divinidad, su verdadera identidad, su esencia perfecta... lo Brahman.

El Viveka Churhamoni de Shankara, nos dice acerca de ese estado natural y eterno:


"En la envoltura de la inteligencia brilla eternamente 
el Atman, el testigo radiante de todo. 
Toma eso como fin, un fin que nada tiene de irreal y, 
por una corriente continua de pensamiento, 
experiméntalo y goza de él 
como de tu propio Sí-mismo".

Paradójicamente, existimos como consciencia y no somos conscientes de esa existencia.

Nuestro error se basa en lo que pensamos acerca de lo que vemos, de lo que experimentamos como el alma. Vivimos engañados por ese pensamiento recurrente, creyendo que el cuerpo es el yo y sin embargo, aún siendo presas de tan lastimosa creencia tenemos momentos de dicha, de ausencia, de iluminación.

Así es, aún en este estado de identificación, envueltos en este laberinto del ser individual, tenemos la oportunidad de discernir sobre el origen de tal aparición, analizándola en profundidad hasta ver claramente que sólo es un vacío, un concepto, una construcción mental, y una vez allí, logrado el entendimiento básico, adentrarse en la búsqueda de su fuente, sumiéndose en la meditación silenciosa, profunda, dejándonos caer en el centro de esa conciencia, de esa intuición.

Pero no debemos confundirnos, el autoanálisis partiendo desde el ego es una pérdida de tiempo en donde el observador es lo observado y la confusión en lugar de esfumarse se fortalece. Pero si esa introspección se halla precedida por entrega total, por negación absoluta de la personalidad y los condicionamientos que la forman, se convierte en la mayor austeridad, en el estado más propicio para ingresar y permanecer en el Yo puro, en la consciencia atómica que es el principio y el origen de todos los pensamientos, hasta que esta también desaparezca.

Por eso dicen los sabios que nuestra gloria se halla donde cesamos de existir. No es que sea necesario morir para ser libre, sino ser libre para siempre (y en este mismo instante) de la idea del "nacimiento" y "muerte".


La verdadera naturaleza del jiva 
es Existencia-Conocimiento-Dicha Eternos. 
Pero, debido a su egotismo, 
está limitado por muchos upadhis (atributos)
y ha olvidado su naturaleza real. 

La naturaleza del jiva cambia con el agregado de cada upadhi... 
Si un hombre tiene una lapicera en la mano, 
comenzará a garabatear sobre todo papel que tenga a su alcance. 

Sri Ramakrishna

Todo concepto, incluso el de haber nacido y el de ser un individuo o alguna especie o tipo de entidad espiritual, proviene de un conocimiento indirecto, aprendido, adoptado, aceptado como propio sin que realmente lo sea.

El único conocimiento directo, que está siempre presente, siempre aquí y ahora como trasfondo de todo lo demás y no necesita confirmación externa, es la consciencia de ser, el concepto de ser realmente aunque no podamos precisar qué somos exactamente. Este es otro concepto que deberemos desechar para ser libres, pero es el único con una base cierta, el único que proviene de la fuente original.

Brahman no es sólo consciencia o conocimiento absoluto, dicen los maestros, pues no puede definirse en un solo aspecto, ni describirse desde un sólo ángulo de la verdad. Por eso aseguran que sólo una aproximación se alcanza a través de la expresión compuesta SAT (verdad) CHIT (consciencia) ANANDA (felicidad suprema). Y si bien todos se refieren a la identificación con la consciencia pura, como el camino de reconocimiento, porque es precisamente en ella donde se produce la ilusión primaria, Sri Ramana nos recuerda que todos somos conscientes y felices en el sueño profundo, haciendo ilusión a esta triple conjunción de ser el sí mismo, conocer al sí mismo y amarlo todo como al sí mismo.

Brahman incluye al Jiva y al universo entero, incluye a todos los objetos. Nosotros en cambio nos basamos en un conocimiento excluyente, vemos en objetos, pensamos en objetos, nos diferenciamos como objetos. Sobre todas las cosas deberíamos descubrir a Brahman, porque no hay otro objeto. ¡Sólo existe Brahman!


Todas las escrituras tienen como único objetivo 
investigar si hay dos consciencias. 
La experiencia de todo el mundo demuestra 
la existencia de una consciencia solamente. 
¿Aquella podrá dividirse en dos? 
¿Se percibe alguna división en el Yo? 
¿Quién dice que no es consciente? 


Sri Ramana Maharshi

Los maestros nos repiten continuamente que "no hay nada" como la iluminación o la experiencia de la realización directa, más allá de la comprensión de lo que en verdad no somos, de la constatación de la falsedad de nuestras creencias y del doloroso engaño de nuestra identificación con lo transitorio.

Nos aclaran que lo único que se necesita es dejar ir las ideas dualistas de esclavitud-liberación y
vivir como el sí mismo aún en este estado de conciencia, de espaciosidad sin límites, de apertura total o de inocencia.

Si podemos comprender la experiencia en este cuerpo como un "modo" de vida, y no como un estado determinante de nuestro ser existencial, no parecerán tan complicadas estas indicaciones.

Lo único que necesitamos es Atma Vidya (el conocimiento del Ser Interno) y esto a su vez, no es algo que debamos conseguir porque ya está en nosotros, es el conocimiento más simple y directo, y es así pues sólo se necesita dirigirse a Él sin desviarse ni entretenerse, ni confundirse con ningún otro conocimiento.


La sensación del cuerpo es un pensamiento, 
el pensamiento es de la mente, 
la mente surge después del pensamiento "yo", 
el pensamiento raíz. 
Si se domina eso, 
desaparecerán todos los otros pensamientos. 
Entonces no habrá cuerpo, 
ni mente, ni siquiera el ego. 


Sri Ramana Maharshi

Descartándolo todo, renunciando a cualquier otra idea que surja en la mente. Sin aceptación ni rechazo, dejando pasar cada ola de pensamientos, cada reacción, permaneciendo firmes en la meditación, en la práctica constante, en la entrega que no es búsqueda, porque no hay nada que encontrar, nada que no esté aquí y ahora mismo con nosotros, en este instante y en ningún otro.

La última verdad es la visión sin dualidad, la atención sin objetos, la conciencia clara, la realidad total sin cambios ni atributos.

Todo lo demás es mente, es el poder de la naturaleza manifestándose y retroalimentándose de sus creaciones. Es el juego de los elementos en el que no podemos tomar parte, en el que no debemos interferir.

Renunciar a ese poder, a la capacidad de “hacer algo” y “ser algo” en el mundo mental, volvemos al origen, al punto cero, a lo realmente natural y eterno, y ese estado de desnudez total y absoluta es lo que se conoce como “realización”.


La firme convicción de que no somos Brahman ciega nuestra mente 
y sólo puede superarse por la no menos firme convicción 
de que todo es Brahman. 

Los pensamientos producen la esclavitud y su superación 
es lo que llamamos moksha o liberación. 
En consecuencia, líbrate de ellos 
y haz todo lo que tienes que hacer 
sin premeditación alguna. 

Sólo cuando uno corta las verdaderas raíces de la mente 
con la espada de la no-conceptualización, 
puede alcanzar el verdadero Brahman 
que está en todas partes, 
la paz suprema. 

La conceptualización o imaginación 
produce errores y sufrimiento, 
pero puede ser fácilmente eliminada por el autoconocimiento. 
¿Por qué hemos de considerarlo tan difícil? 


Cuando la mente se entretiene continuamente 
en pensamientos estúpidos e ilusorios, 
se autoengaña, 
y cuando se sumerge en pensamientos iluminados y grandiosos, 
queda iluminada. 

Cuando la idea de ignorancia se mantiene en la mente, 
la ignorancia se consolida y aumenta; 
pero cuando se realiza el ser, 
la ignorancia se disuelve. 

En consecuencia, el que no permite que su mente 
se detenga en pensamientos vanos 
y se esfuerza por ser consciente del ser, 
disfruta de la paz. 

Lo que no existía en el principio, 
tampoco puede existir ahora. 
Lo que existía entonces y existe ahora, 
es Brahman absoluto; 
su contemplación proporciona la paz 
porque este Brahman es paz.

Yoga Vashistha

Las mías son sólo palabras, ideas vacías de contenido, conceptos que sólo intentan evocar a los maestros realizados... Sólo los seres que están más allá de la mente, de las palabras, de las ideas, de todos los agregados o envolturas, pueden transmitir un destello de esa inexplicable e indescriptible sabiduría, porque habitan en ese estado puro, autoluminoso, incondicionado, “donde uno no ve nada distinto”.

Para Ellos sólo existe Brahman. Ellos han llegado al Atman, al ser interno y lo han visto cara a cara, y en esa visión (el rostro del Señor) han sucumbido realizando el mayor de los misterios, Aquello que una vez conocido no hace falta conocer nada más, la Verdad concluyente de que el Atman y lo Brahman son uno mismo, un único ser.


Brahma Satyam, Jagan Mitya, Jivo Brahmaiva, Na Apara.

TAT TWAM ASI

 OM TAT SAT
Continuaremos con "Todo es Brahman"

Âtma Vichara paso a paso

Persigue inexorablemente la búsqueda del "Quién soy yo".
Analiza tu personalidad entera.
Trata de encontrar dónde comienza el pensamiento del Yo.
Prosigue con tus meditaciones.
Continúa volviendo la atención hacia adentro. (Un día la rueda del pensamiento perderá velocidad, y una intuición surgirá misteriosamente)
Sigue esa intuición, deja que tu pensamiento se detenga, y te conducirá finalmente hacia la meta.

De las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi