Sólo el silencio

Aunque la realidad del ser ha sido establecida de muchas maneras,decirlo no es suficiente: el ser sólo es conocido por experiencia propia.

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

ॐ नमः शिवाय

miércoles, 23 de marzo de 2011

UPADESA (Jñana Yoga -17-) El sendero inmediato

17.-Al indagar acerca de "que es la mente" 
nos damos cuenta que no existe 
nada real llamado mente. 
Y este sendero es directo, inmediato.


Este verso da comienzo a la última etapa de la UPADESA, la del Jñana Yoga o sendero del conocimiento verdadero, directo, inmediato.

La característica principal de esta modalidad se centra en la práctica de "vichara", la indagación, investigación o correcto discernimiento acerca de la naturaleza de las cosas.

Ante cualquier problema que se presenta, la mente no entrenada reacciona al instante tratando de hallar una solución y actuar inmediatamente, pues institivamente siente la presión de las circunstancias y lo único que desea es sortearlo, liberarse de él, dejarlo atrás... Pero sabemos bien que los problemas no surgen para que los superemos luchando contra ellos, resistiéndolos o evitándolos, sino sencillamente para que comprendamos su hondo mensaje.

Un ejemplo claro de esta tendencia a reaccionar y querer resolver el asunto antes de comprenderlo y constatar su realidad de fondo, es lo que le sucede a muchos aspirantes en sus prácticas yoguicas, ya sea de de pranayama o meditación... El mantener la regularidad y la constancia en las prácticas y los momentos de "meseta" en que no son visibles los avances logrados, pueden generar incertidumbre y constituirse en una carga más, generando más presión y mayor inquietud en la mente.

Pero el Jñani custiona cada movimiento extraño a la naturaleza de quietud en la que permanece inmutable, y desde esa perspectiva jamás pospone enfrentarse con aquello que haya surgido, para develarlo y refutarlo si es necesario, siempre en el terreno de la lógica y la claridad conceptual.

El Jñani intentará en primera instancia determinar la NATURALEZA del problema, antes de pensar el modo de solucionarlo o esquivarlo.

Él sabe que los inconvenientes o sucesos que enfrentamos pueden ser reales, irreales o ilusorios...Cuando algo no es real ni irreal es ilusorio.

La figura más común en la Vedanta para ilustrar esta enseñanza trata de una peligrosa serpiente que aparece superpuesta sobre un trozo de cuerda a una cierta distancia del observador... Si bien la serpiente existe para el observador, y es real pues genera una reacción de alerta o miedo; se comprueba tras la observación iluminada que su existencia no era más que una simple ilusión óptica.

La cuerda es real, la serpiente al no poder ser tratada como irreal (porque existe en la imaginación) es definida como una ILUSIÓN.


Jñana Yoga es la comunión con Dios 
por medio del Conocimiento. 
El objeto del jñani es realizar 
a Brahman, lo Absoluto. 
Él dice: "esto no, esto no", 
y así descarta todas las cosas irreales 
una después de otra, 
hasta que llega un punto en que todo "vichara", 
todo discernimiento entre lo real y lo irreal 
cesa,  y Brahman 
es realizado en el samadhi.
Sri Ramakrishna

Indagar sobre la naturaleza del conflicto, llegando hasta la raíz del asunto es la única forma de solucionarlo realmente, comprendiendo su mensaje, es decir, su causa en lugar de rebotar una y otra vez contra los efectos perfisféricos.

Sólo llegando la raíz del problema tenemos la visión total y sólo así podemos llegar a comprender, como en el caso de la mente individual, que su existencia es totalmente imaginaria y su aparición, aún desde lo relativo, transitoria.

Así podemos anilquilar, eliminando desde la raíz, aquello que es imposible de resistir o combatir de otra manera.

 De esta misma forma el Jñana Yoga se enfrenta al dilema de la mente individual o condicionada, investigando su composición al detalle y llegando hasta el fondo para vislumbrar la verdad sobre su naturaleza esencial.

Podríamos decir que los cinco sentidos constituyen el mundo externo y la mente arraigada en el pensamiento "yo", queda entonces como el "sentido interno", en el que confluye y toma forma el conocimiento surgido de cada experiencia.

La naturaleza de la mente es siempre funcional y transitoria, ya que como dijimos su forma se adapta al objeto con que se asocia, a través de los sentidos, y al finalizar su relación, vuelve a ser informe y volatil.

Su función principal es precisamente formar conceptos o circuítos de información que ayuden al cuerpo a desenvolverse durante sus actividades cotidianas... Catalogar e indicar cuando algo es bueno para comer o algún tipo de peligro para su integridad, salud, etc... Pero debería cesar de funcionar una vez cumplido su cometido, como el flash de una cámara fotográfica o el pulso electromangnético que se transmite a través de un cable, sin embargo, es tal el tráfico de objetos internos y externos con que la mente se identifica, que este estado condicionado llega a constituirse en un nuevo "status quo" o base existencial sobre el que la idea del  yo-personal se retroalimenta y se sostiene.



La mente es sólo un montón de pensamientos. 
Los pensamientos surgen porque existe el que piensa. 
Quien piensa es el ego. 
Si al ego se lo busca, desaparecerá automáticamente. 
El ego y la mente son lo mismo. 
El ego es el pensamiento-raíz del que surgen 
todos los demás pensamientos.


Bucee en su interior. 
Ahora usted es consciente de que la mente surge desde su interior. 
De modo que húndase en su interior y busque.

Basándose en la tríada del conocimiento, el Maharshi no recuerda que el sujeto es un subproducto que surge junto con el objeto en el instante en que la percepción toma forma en el intelecto.

Este sujeto o conciencia superpuesta "yo sé" o "yo conozco", es el ego con el cual la mente opera durante los estados dualistas de vigilia y sueño profundo, sin embargo, si indagamos con detenimiento podemos darnos cuenta que su fuente es siempre la misma, es eterna e inalterada por lo que en Ella surge, pase lo que pase con esas formas transitorias.

Todos los conceptos surgen y se hunden en el Yo verdadero. El falso ego también surge del único Ser, y de este segundo centro de cognitividad nace la idea del mundo en relación con el individuo, separado y autónomo.

Esta personalidad temporal y sus relaciones, que solíamos llamar "yo y mío" no es más que una proyección de la mente, y ésta a su vez un pálido reflejo del corazón altísimo, del Yo radiante!

Nuestra realidad de fondo, nuestra naturaleza esencial está más allá de la mente, del ego creado en buddhi o si no, no podríamos ni siquiera conocerlo o referirnos a él como un aditamento, como un agregado circunstancial.


La búsqueda continua de lo que la mente es en realidad, da como resultado su desaparición, y éste es el único camino que nos librará de ella directamente.

La mente es sólo un aspecto de la Consciencia, de lo absoluto, y si parece una entidad independiente es porque refleja la luz (el poder de conocer e intelegir) de la consiencia misma, que es su fuente eterna e inmutable.


Todas las escrituras tienen como objeto 
investigar si hay dos consiencias. 


La experiencia de todo el mundo demuestra
 la existencia de una consciencia solamente. 


¿Aquella podrá dividirse en dos? 
¿Se percibe alguna división en el Yo? 
Cuando despertamos nos encontramos los mismos 
que en el estado de vigilia y de sueño profundo. 


Eso es lo que uno experimenta. 
La diferencia radica en la búsqueda, 
en la perspectiva. 


Esta diferencia surge porque usted imagina que usted, 
el que ve, está separado de la experiencia. 


La experiencia demuestra que su ser 
es el mismo todo el tiempo.

La experiencia de la mente se debe a que es incapaz de conocer su propio trasfondo o sustrato, pero toda ilusión surge necesariamente de una base cierta, de algo que forzosamente tiene que ser REAL y concreto, y aunque esa Existencia pura no pueda aprehenderse mentalmente, puede conocerse directamente investigando la naturaleza de esa misma experiencia y de todas las que vayan surgiendo.

El Yo es no-dual y la prueba de esto es que no podemos ver al Yo y al mundo al mismo tiempo.

Sólo podemos ser conscientes de una cosa a la vez, y así podemos confiar en que si permanecemos en el mayor silencio y equibrio, en estricta vigilancia serena, podemos encarar cada objeto apenas surge en la conciencia despejada, e interrogarlo antes de llegue a tomar forma como pensamiento o concepto.

Este es el verdadero espíritu de Vichara marga, y es también por esto, porque para que dé resultado necesitamos contar antes con una mente despejada y libre de presiones, que aparece en el tramo final de la Upadesa.

En el estado de vigilia lo más común es que la mente ingrese por períodos en un sin fin de cadenas y asociaciones de ideas, que parecen crear duda sobre duda, ignorancia sobre conocimiento, oscuridad sobre tinieblas, confundiéndolo todo contínuamente.

La única manera de cortar estas cadenas incesantes en las que el ego se refugia y esconde para perpetuarse, es preguntar: ¿a quién le surgen estas dudas? ¿dónde se encuentra el individuo o yo, responsable de estos cuestionamientos? ¿de dónde surge esta entidad? ... Al hacerlo, el falso-yo-superpuesto se esfuma!

El maestro, el aspirtante, la liberación misma y el supuesto liberado, son sólo ideas, concepciones mentales fabricadas con antelación, y proyectadas repetitivamente desde la perspectiva del individuo que asume la carencia como su base vivencial.

Jñana es el sendero directo (INMEDIATO) para librarnos de cualquier conocimiento adquirido o artificial, esto es, cualquiera que no sea la Consciencia última y definitiva que no deja espacio para ningún aditamento, ni da lugar a una interpretación.

A través de esta ÚLTIMA INSTANCIA volvemos a cero, a ser, a desaparecer en esa Existencia indiferenciada, Consciencia pura y Felicidad no motivada, que los sabios denominan SAT-CHIT-ANANDA!

Una vez que nos vemos a nosotros mismos, en la Luz del Conocimiento directo, vemos todo el mundo como el Yo... Y una vez conocido, el Yo nunca puede perderse!

No hay dos Yoes para que uno pueda realizar al otro.

En la pura identidad de la consciencia indescifrable, concluye el sendero del autoconcimiento... La realización directa del ser esencial sólo aparece cuando todo lo demás, absolutamente todo... desaparece!

La esencia de la mente es solamente 
"percepción consciente" o consciencia. 
Sin embargo, cuando el ego la domina, 
funciona como la facultad racional, pensante o perceptiva. 

La mente cósmica, al no ser limitada por el ego, 
no tiene nada separado de sí misma y por tanto, 
es solamente CONSCIENTE. 

Eso es lo que la Biblia significa con: 
"Yo soy el que yo SOY".

La mente regida por el ego tiene minada su fuerza 
y es demasiado débil para resistir los pensamientos que la torturan. 
La mente que carece de ego es felíz en el sueño 
y en el sueño sin sueños, por tanto, claramente la dicha 
y la aflicción sólo son modalidades de la mente, 
pero la modalidad débil no se intercambia con facilidad con la modalidad fuerte.

La mente cósmica, al manifestarse en algún ser extraordinario, 
puede efectivizar la unión en los demás de la mente individual (débil) 
con la mente universal (fuerte) de lo muy recóndito... 

A ese ser extraordiniario se lo llama GURU o Dios manifestado.



OM NAMAH SHIVAYA

OM NAMO BHAGAVATE SRI RAMANAYA

HARI OM TAT SAT

OM SHANTI, SHANTI, SHANTIHI


martes, 15 de marzo de 2011

UPADESA (Dhyana Yoga -16-) La visión de la Realidad

16.- La mente retirada de los objetos 
se ve a si misma como Conciencia, 
y tal es la visión de la Realidad.

Dice Bhagavan Ramana Maharshi que no hay misterio más grande que éste: siendo nosotros la realidad, buscamos obtenerla. Creemos que hay algo que oculta nuestra realidad y que debemos destruirlo para llegar a ella. Eso, desde todo punto de vista, resulta ridículo... Llegará el día en que nos reiremos de los esfuerzos que realizamos para llegar a la realidad. Pero aquello que será en ese momento, ya es aquí y ahora.

Esta Upadesa nace de la infinita compasión del Maestro para aclararnos precisamente este punto en particular, este misterio insondable del individuo intentando hallar su identidad entre ideas imaginarias creadas por él mismo.

Ninguna práctica nos ayudará a obtener algo que siempre ha estado presente en nuestra naturaleza esencial, que constituye sin duda la experiencia más común para nosotros, en cualquier estado en el que nos hallemos... Nadie podrá darnos ese Conocimiento que el Maharshi menciona en esta estrofa, y que una vez adquirido no hace falta conocer nada más! Esta conciencia pura o "visión" de la realidad, sólo podrá llegar desde nosotros mismos, y nunca en el futuro, sino aquí y ahora, directa y simplemente ...ya!

No hay nada que obtener ni realizar, el buscador es lo buscado, la misma mente que se halla perdida ahora, al purificarse y reconocerse en ese silencio residual, comprende inmediatamente que la meta está allí mismo, en el fondo inmutable de su naturaleza cambiante.

Nadie puede enseñarnos el camino dentro de nuestra propia casa... Todos sabemos que existimos y que somos "reales" sin necesidad de conocer la naturaleza de ese ser ni de esa realidad, sin precisar siquiera de argumentos o testigos que lo aseveren... Pero la razón de ser de la Upadesa (y de toda la búsqueda espiritual) surge de la confusión que se ha producido dentro la mente individual, a partir de una perspectiva condicionada que se ha identificado como "el cuerpo", es decir como una entidad aparentemente independiente para intentar desde allí, desde ese punto de vista erróneo, revalidar su existencia y hallar un sifgnificado a su accionar, un propósito existencial que justifique su proyección y mantención dentro de un mundo enteramente imaginario.

La que debe auto-conocerse o reencontrarse con su "esencia" es la mente misma, y no la Consciencia que permanece siempre lúcida, libre y pura en su naturaleza real, y jamás resulta afectada por los cambios de estado que puedan suceder en la superficie.

En el estado de sueño profundo, los cuerpos físico y sutil, 
bien que formando parte de ese velo, son sumergidos en el Sí-mismo: 
es de la ignorancia que ha brotado el ego -el cuerpo sutil-; 
la mente debe ser transformada en el Sí-mismo.

A decir verdad, la mente no es más que conciencia (chit), 
porque es pura y transparente por naturaleza: 
en este estado puro, sin embargo, 
apenas se le puede denominar "mente". 

Según la experiencia de cada uno, 
en el sueño profundo o en el momento de un desvanecimiento 
no se tiene ya conciencia de su propio sí 
ni de objetividad.

A continuación, la experiencia de cada uno 
"yo he salido de mi sueño", "yo he vuelto a la conciencia", 
es el conocimiento distintivo 
nacido del estado natural. 

Llevando nuestra atención al estado de sueño profundo, donde la mente cesa de funcionar, el Maestro nos muestra una vez más que debemos indagar insistentemente en la naturaleza de Aquello sobre lo que estos cambios se producen, hasta aclarar por completo esta cuestión... Para esto, ahora lo sabemos, es necesario la sumersión de esta entidad ilusoria, esto es, que la mente se vuelva hacia adentro o más precisamente hacia su origen y permanezca allí, inmóvil y silente, recobrando la beatitud de su estado natural y espontáneo, simple y transparente, libre de todo formato o estructura.

Suele repetir el Maharshi que nuestro "estado natural" es como el sueño profundo, pero durante el estado de vigilia, en el que la mente está activa y naturalmente reproduce lo que percibe del afuera y por eso espontáneamente sale a través de los sentidos en lugar de recogerse y aquietarse.

Mientras se reconozca a sí misma como una entidad funcional al individuo y por ende, al cuerpo, sentirá propensión a ir tras los objetos ... Esto implica generar pensamientos basados en preferencias, nociones de tiempo, duración etc., en relación al objeto en que ha centrado su atención.

La tendencia natural de la mente es ir hacia afuera proyectando su punto de vista interno apoyado en los sentidos como medios de conocimiento de lo externo... Pero a esta altura de la UPADESA esa energía se ha purificado, ha filtrado el hábito de extrovertirse mediante la contemplación no-dual y la permanencia en su centro, en su origen, lo cual implica total y absoluta quietud.

No es hasta el momento en que la mente puede permanecer vacía de objetividad (en su estado natural de quiescencia) que puede apreciar su real naturaleza, y esto es, realizar su naturaleza como Consciencia pura.



El Yo es siempre consciente.
Cuando el Yo se identifica como quien ve, ve los objetos.
La creación del sujeto y del objeto es la creación del mundo.
Los sujestos y los objetos son creaciones en la Consciencia Pura.

Usted ve imágenes que se mueven en la pantalla de un cine.
Cuando presta atención a esas imágenes, usted no es consciente de la pantalla.
Pero a las imágenes no se las puede ver sin que esté la pantalla detrás.
El mundo representa a las imágenes y la Consciencia representa a la pantalla.

La Consciencia es pura siempre.
Es lo mismo que el Yo, 
que es eterno e inmutable.

Libérese del sujeto y del objeto, 
y sólo permanecerá la Consciencia Pura.


Como el agua de un recipiente refleja el inmenso sol sólo dentro de su limitado entorno, así las tendencias latentes de la mente del individuo actúan como medio refractario, proyectando sus sombras a partir de la luz pura e ilimitada que emana del Yo.

Por más molestas e innumerables que puedan resultar estas tendencias de la mente (vasanas), sólo delatan la presencia de la consciencia de fondo, del Yo real.

Al romper un utensillo hecho de oro nos percatamos de su constituyente básico o primario, de su naturaleza original... Hasta ese momento el nombre y la forma ocultaban su realidad esencial, respondiendo sólo a su funcionalidad (cuchara, pulsera, etc.).

De la misma manera el nombre "mente" se debe sólo a un agregado en el intelecto (buddhi) que existe sólo circunstancialmente, con fines prácticos y cuya realidad de fondo es en todo momento, la consciencia única, la realidad última de la que surgen todos los aspectos funcionales.

Como un buda frente al río deja pasar todo lo que no es río, y permanece firme y sereno contemplando la realidad de fondo sin interrupciones, así debemos desarraigar el hábito de identificarnos con todo aquello que fluye bajo el amplio espectro de funcionalidades que englobamos bajo el nombre de "mente"... Sin identificarnos con lo que sucede ni de qué manera, sino con la conciencia que subsiste, que no cesa ni pasa... y queda como residuo de toda investigación.

Lo que buscamos como buscadores, no es más que darnos cuenta, comprender definitivamente que todo está aquí y ahora y que es sólo nuestra incertidumbre la que nos separa de la verdad.

"Es la mente la que está ligada y es la mente la que se libera", nos recuerda Sri Ramakrishna, desde las alturas de la realización.

Todos los maestros han afirmado "conócete a ti mismo y conocerás a Dios", y así toda la verdad te será revelada por "añadidura"... Pues este instante en el que "vemos" la realidad directamente marcará un cambio radical en nuestra vida.

Ya no habrá práctica rutinaria, aunque el proceso seguirá y será arduo, lo presenciaremos desde otra perspectiva, situados en un espacio totalmente abierto y desapegado, donde nada más podrá alcanzarnos ni confundirnos.

Una vez que alcancemos la "visión de la realidad" ya nada podrá separarnos de Aquello que es, en todo tiempo y condición.


Mientras Dios parece estar afuera y lejos hay ignorancia. 
Pero, cuando se realiza a Dios íntimamente, 
hay verdadero Conocimiento.
Sri Ramakrishna 

Los sabios nos dicen que Advaita, el Conocimiento directo de nuestro ser no-dual, no es un sistema de enseñanza, ni una técnica para realizarla... sino simplemente "la verdad".

Esta verdad o realidad no necesita de comprobaciones, se experimenta directamente apenas se tiene en frente, o mejor, ni bien desaparece el conocedor o experimentador que polariza esa cognitividad.

Por eso se dice que jamás podemos conocerla, sino sólo "serla" ... Una vez que aceptamos que el sí mismo es todo lo que hay dejamos de buscar entre conceptos, en maestros y libros, lo que siempre estuvo aquí y ahora, lo que justifica todo este embrollo, confirmándonos como seres no-duales, perfectos y completos, en toda condición y circunstancia.

Tratar de interpretar esta realidad o unidad existencial, es lo que nos ha alejado de ella.

Lo que vemos es lo real, no lo que pensamos que vemos... Lo que es, no es lo que parece en nuestra conciencia actual.¡Es simplente, lo que es!

Esto es todo, entonces no hay nada que percibir... Lo no-creado, eterno e inmutable no puede desaparecer, y lo creado, superpuesto sobre la realidad esencial, no puede subsistir. 

¡Una vez que esto es comprendido, no hay nada más que hacer!

La última verdad es la visión libre de dualidad, la percepción sin objetos, la mente pura que es no-mente o simple consciencia, sin cambios ni atributos.

Ahora sabemos que existimos, no como mente individual o alguno de sus productos, sino como Consciencia, siempre libres, sanos y fuera del alcance de cualquier peligro, como el Pájaro de la Vedanta sobre el Árbol del conocimiento permanece en lo más alto sin necesidad de descender a degustar los frutos que han caído.

Ahora estamos plenos sin haber obtenido nada nuevo, sino simplemente viendo lo falso como falso, aquí en el presente eterno, fuera de todo condicionamiento producido, sumidos en lo único que es real, y sencillamente dejando de captar lo que no lo es ... lo que es mental, superpuesto o no-si mismo.

Ahora la realidad sin cambios, eterna y autoexistente, es la visión dominante, y así simplemente, poco a poco la fascinación por lo externo irá desapareciendo, y la luz de lo real, resplandeciendo.

¡Ya somos todo lo que podemos ser!

No hay nada que realizar, ni que encontrar, ni que obtener; nada en que convertirnos... El Ser es quién se realiza a sí mismo aquí y ahora, no nosotros en el ser. 

¡TAT TWAM ASI ... TU ERES AQUELLO ... YA, AQUÍ, AHORA Y SIEMPRE!

Aatmashatakam

Chidananda rupas Shivoham Shivoham
Manobudhhi ahankar Chitta ninaham 
Nacha Shotra jive nacha ghrana Netre
Nacha Vyoma Bhoomir na tejo na vayu
Chidananda rupas Shivoham Shivoham 

YO SOY EL ETERNO SHIVA, 
PLENITUD DE AMOR Y FELICIDAD.

NO SOY LA MENTE, NI EL INTELECTO, 
NI EL EGO, NI LOS REFLEJOS EN EL YO-INFERIOR (CHITTA)
NO TENGO SENTIMIENTOS, PUES ESTOY MÁS ALLÁ DE ELLOS.
NO SOY EL ETER, NI LA TIERRA, NI EL FUEGO, NI EL VIENTO. 
YO SOY CIERTAMENTE EL ETERNO SHIVA, 
PLENITUD DE AMOR Y FELICIDAD !!! 


Nacha prana sandhno na ve manchtauh
na va saptadhatur na va panchakoshah
na vak panipadau na chopastha payu
chidananda rupas Shivoham Shivoham 

YO TAMPOCO PUEDO SER DETERMINADO COMO PRANA, 
NI COMO LOS CINCO TIPOS DE RESPIRACION. 
NI COMO LAS SIETE ESENCIAS, NI COMO LAS CINCO ENVOLUTURAS. 
YO TAMPOCO SOY EL HABLA, NI SOY LAS MANOS 
NI LOS PIES, NI LOS GENITALES. 
YO SOY CIERTAMENTE EL ETERNO SHIVA, 
PLENITUD DE AMOR Y FELICIDAD !!! 


Na me dwesh ragau na me loobha mohau
mado naiva me naiva matsaryabhvah 
na dharmo na chartho na kamo na mokshah
Chidananda rupas Shivoham Shivoham 

YO NO TENGO ODIO, NI AFLICCION, NI CODICIA O ENGAÑO,  
NI ALTANERÍA, NI SIENTO ENVIDIA. 
YO NO SOY EL DHARMA, NI EL DINERO, 
NI EL DESEO, NI LA LIBERACIÓN. 
YO SOY CIERTAMENTE EL ETERNO SHIVA, 
PLENITUD DE AMOR Y FELICIDAD !!! 

Na punyam na paapam na Saukhyam na dukham
na mantro na tirtho na veda na yagna
aham Bhojanam naiv bhojam na bhokta
Chidananda rupas Shivoham Shivoham 

YO NO SOY NI EL MERITO NI EL DEMERITO, 
NO SOY EL QUE COMETE PECADO O BUENAS ACCIONES.
YO NO SOY LA FELICIDAD NI LA PENA. 
NO NECESITO MANTRA, LUGAR SAGRADO, VEDA O SACRIFICIO.
YO NO SOY EL CONSUMIDOR, NI LO CONSUMIBLE, NI LA CONSUMISIÓN.
YO SOY CIERTAMENTE EL ETERNO SHIVA, 
PLENITUD DE AMOR Y FELICIDAD !!! 


Na me mrutu Shanka Na me Jatibheda
Pita naiva me naiva mata na Janma
na bhandu na mitra gurur naiva shishya
Chidananda rupas Shivoham Shivoham 

YO NO TENGO MIEDO DE MORIR Y SEPARARME DE MI MÍSMO. 
NI SIQUIERA TENGO NOCION DE HABER NACIDO.
NO TENGO PADRE, NI MADRE, NO TUVE JAMÁS UN NACIMIENTO.
YO NO SOY LO RELATIVO, NO TENGO AMIGO, NI GURÚ NI DISCÍPULO.
YO SOY CIERTAMENTE EL ETERNO SHIVA, 
PLENITUD DE AMOR Y FELICIDAD !!! 

Aham Nirvikalpo Nirakar rupo 
Vibhurvyapa sarvatra sarvendriyani
Sada me samatvam na muktir na bhandha
Chidananda rupas Shivoham Shivoham 


YO SOY OMNIPRESENTE. 
YO SOY SIN ATRIBUTOS Y SIN FORMA ALGUNA.
YO SOY SIEMPRE EN EQUILIBRIO. 
NO TENGO APEGO AL MUNDO NI A LA LIBERACION.
YO NO TENGO DESEOS POR NADA 
PORQUE YO SOY TODAS LAS COSAS, 
TODOS LOS LUGARES Y TODOS LOS TIEMPOS 
- SIEMPRE EN EQUILIBRIO.
YO SOY CIERTAMENTE EL ETERNO SHIVA, 
PLENITUD DE AMOR Y FELICIDAD !!! 



OM NAMAH SHIVAYA

OM NAMO BHAGAVATE SRI RAMANAYA

HARI OM TAT SAT

OM SHANTI, SHANTI, SHANTIHI

lunes, 7 de marzo de 2011

UPADESA (Dhyana Yoga -15-) Morar en el Yo

15.- ¿Existe algún deber para aquél elevado yogui 
cuya mente ha sido aniquilada? 
Ninguno, pues ha conseguido morar en el Yo.

Llegamos casi sin fuerza a la mitad de esta fantástica UPADESA y sentimos que no podemos dar un paso más... Hemos dejado atrás todo egoísmo, todo deseo concerniente al cuerpo, al ego, al individuo, al aspirante incluso, y pareciera que al fin y al cabo arribamos a un punto muerto, donde sólo nos espera el vacío y muda quietud casi lindante con la abulia.

Nuestro deber es seguir avanzando, yendo tras el Gurú en su continua Pradakshina, esa procesión que el Maharshi realiza para mostrarnos el camino correcto y directo hacia la realización... Nuestro deber es continuar, insistir, esforzarnos, pero antes debemos comprender hasta qué punto y a quién pertenece el deber y el derecho a la última etapa.

Dentro el hinduísmo y en el marco de la ley social (varna dharma) existen determinados deberes prácticamente ineludibles para las distintas clases sociales, que se dividen a su vez según la tradición familiar en trabajadores, comerciantes y sacerdotes...También para el aspirante espiritual iniciado en la ciencia de Yoga, se agregan los deberes derivados de las prácticas y el aprendizaje sistemático de la teoría necesaria.

Sin embargo, el Maestro aclara en este verso que para el Yogui que ha alcanzado la gracia de permanecer en ese estado no condicionado, en el que la mente es absorbida por la contemplación no dual, por la sola presencia de la unidad esencial, todos los deberes prescriben, se acaban de una vez y para siempre.

El Maharshi señala en  uno de sus axiomas más poderosos, que el único deber del ser humano es precisamente "SER", sólo ser y no ser esto o aquello, es decir, dejar de identificarse con los objetos de la mente que apararecen y desaparen en su conciencia.

Su deber es SER, y no ser esto o eso. 
«YO SOY LO QUE YO SOY» resume toda la verdad; 
el método está resumido en «SEA QUIESCENTE».

¿Y qué significa Quiescencia? 
Significa «Destrúyase a usted mismo»; 
debido a que, todo nombre y forma es la causa del trastorno. 
«Yo—yo» es el Sí mismo. 
«Yo soy esto» es el ego. 
Cuando el «yo» se mantiene solo como el «yo», 
es el Sí mismo. 

Cuando se va por la tangente y dice 
«Yo soy esto o eso, yo soy tal y tal», —es el ego.

La práctica de Dhyana nos has fortalecido, la contemplación no dual terminó de asentarnos y establecernos en nuestro estado natural de conciencia y la permanencia ha obligado a la mente a retirarse y aquietarse en el origen, fluyendo mansamente totalmente dominada por el Yogui que ha logrado hacerla receder hasta ese Ser simple y desnudo, hasta ese YO PURO que es la única realidad que finalmente existe.

Lo que hasta ahora nos parecía un estado a experimentar se ha develado como nuestro SER REAL, y todo lo demás que parecía tan real, ha quedado del lado de la experiencia ... Todo lo vivido y aprendido hasta el momento fue sólo un sueño individual, un estado intermedio, algo transitorio, circunstancial... Pero ahora conocemos LO que somos en esencia, nuestro VERDADERO YO, y nos percatamos de que Aquello es, fue y será la presencia inmutable e inconexa, que jamás puede desaparecer ni corromperse.

El Yo es la fuente, el sendero y la meta de la realización, el propósito de la Upadesa, la cumbre de nuestra existencia y el fin último de nuestra búsqueda, de nuestra sed, de nuestra incertidumbre.

El único deber es entonces es permanecer en ese ser puro, en ese estado interior bendito al que por la Gracia del Gurú hemos accedido y por la constancia y la paciencia en Sus preceptos hemos aprendido a sostener con atención.

Ese espacio de quiescencia no refiere a un conocimeinto que deba ser instalado en la mente como foco de atención mediante la concentración o la repetición, sino que se trata de una revelación o intuición directa que una vez alcanzada despeja la superficie de la mente dejándola en completa quietud, en perfecta calma.

Cuando la mente, que es sutil, sale a través del cerebro 
y de los órganos de los sentidos, 
aparecen los nombres y las formas burdas; 
cuando permanece en el corazón, 
desaparecen los nombres y las formas. 

No permitir que la mente se externalice, 
sino retenerla en el Corazón, 
es lo que se conoce como "interioridad" (antar-mukha). 

Dejar que la mente se aleje del Corazón 
se conoce como "exteriorización" (bahir-mukha). 
Así pues, cuando la mente permanece en el Corazón, el "Yo", 
que es origen de todos los pensamientos, desaparecerá, 
y el Ser que existe siempre, brillará.

La naturaleza del Ser es esa Consciencia pura que está siempre establecida en si misma, siempre presente y quieta, centrada en su totalidad, en la cumbre de su existencia como felicidad y plenitud... Nuestra esencia es sat-chit-ananda, el Corazón mismo de la vida, siempre libre y desapegado, elevado más allá del ego y de cualquier otra idea superpuesta... Nuestro estado natural es morar allí en la unidad, en el silencio, en la fuente de todo lo que surge para no volver a extraviarnos...

...Lo NATURAL tiene que se por fuerza PERMANENTE y no conlleva ningún esfuerzo... La naturaleza del SER es INMOVILIDAD, quietud, permanencia... y para alcanzarla, para ser eso, para reintegrarnos como el Yo real, y redescubrir nuestra naturaleza esencial, no tenemos más opción que asumirla y trasladarla a nuestra vida diaria, aún en esta transición de cuerpo-mente y en este mismo mundo.

Al no tratarse de un objeto cambiante y movible, jamás podemos conocerlo, pero podemos SERLO, recediendo la atención al estado de perfecta expectación, de completa nulidad.

Permanencia es la clave final, el mensaje oculto en el Silencio congénito, en la consciencia sin objeto, en el origen virginal de todos los pensamientos, persistiendo ante cualquier estado u objeto que aparezca superpuesto sobre ese trasfondo de absoluta pureza.

En el Vivekachûdâmani, Sri Shankarâchârya describe este eterno estado, utilizando el lenguaje de la Vedanta y el más puro espíritu de la filosofía Advaita: 

"En la envoltura de la inteligencia 
brilla eternamente el Atman, 
el testigo radiante de todo. 
Toma eso como fin, 
un fin que nada tiene de irreal 
y, por una corriente continua de pensamiento, 
experiméntalo y goza de él 
como de tu propio Sí-mismo".

Esta consciencia, que es la fuente de todo lo que existe, y en su estado puro no sufre en absoluto ningún cambio de estado, por lo que no podemos llamarlo cabalmente un "estado"... La consciencia del Ser (Atman o Sí-mismo) siempre posee estos tres aspectos totalmente vigentes:

1) Eterna
2) Sin cambios
3) independiente de cualquier agente externo para conocerse, inconexa y libre.

Sólo aquello que supera estos tres filtros puede autodenominarse: REAL.

El Yo está dentro y fuera... El Yo está delante y atrás... El Yo está al sur y al norte... El Yo está arriba y abajo... No hay referencias si me refiero al YO...¡YO SOY SIEMPRE EL MISMO!

Ser simplemente lo que somos siempre, sin nombre ni forma, sin calificación alguna, sólo consciencia pura, consciencia sin más, sin agregados ni atributos, sin otra identidad.

La biblia dice: Estad quietos y conoced que Yo soy Dios.

¿Porqué no reconocemos este Yo puro en nosotros, si está plenamente presente en cualquier estado? Porque aún tenemos que familiarizarnos con él ... por haber perdido esa base de plenitud que sólo podemos experimentar en el SILENCIO profundo del corazón, y al cual nos iremos readaptando poco a poco, hasta recuperar nuestro andar natural y original, tal como se rehabilita alguien que ha perdido sus principales funciones motrices y necesita reeducarlas con suma paciencia y constancia.

Y otra vez Sri Sankara resume este proceso de rehabilitación o recuperación de nuestra naturaleza esencial maravillosamente en su obra "La realización directa", repasando los pasos definitivos del Dhyana Yoga, que desembocan en este estado de absorción y beatitud, en el que ya no somos nada... más que el eterno morador del Ser.


121.
La absorción de la mente en la suprema Conciencia, 
realizando al Atman en todos los objetos es conocida como pratyahara 
(retirar la mente de los sentidos y objetos). 
Los que buscan la liberación deben hacer esta práctica.
122.
La suprema dharana (concentración) 
es aquella firmeza de la mente que se logra 
realizando únicamente a Brahman, 
dondequiera que vaya la mente.
123.
Mantenerse independiente de todo 
como resultado del único indivisible 
concepto de que en verdad "yo soy Brahman", 
es bien conocido por el término dhyana (meditación) 
productor de la dicha suprema.
124.
El olvido completo de todos los pensamientos, 
primero haciéndolos inmutables 
y luego identificándolos con Brahman es llamado samadhi; 
también es conocido como el Conocimiento.
125.
Con mucho cuidado el aspirante debe practicar esta meditación 
que revela su natural dicha, hasta que llegue a dominarla completamente. 
Entonces surgirá espontáneamente en un instante 
cuando quiera estar en ese estado.
126.
Entonces el mejor de los yogis, 
alcanzando la perfección (cuando se establece en ella) 
se libera de las prácticas. 


La verdadera naturaleza de ese hombre 
está más allá de la palabra y de la mente.

Sri Sankarâchârya
APAROKSHA ANUBHUTI
La Realización Directa del Ser

Aquél "elevado yogui", el practicante que se ha establecido en el centro de su ser natural, tras haber atravesado todas las etapas preliminares del Raya Yoga, para finalmente obtener no sólo la visión o intuición de la fuente eterna, sino la madurez necesaria para permanecer allí sin fluctuaciones... ha logrado feliz-mente reposar en su propio centro, habitar en la paz inefable, asentarse en la luz del silencio, morar en su Yo verdadero.

Toda "experiencia" es contraria a nuestra naturaleza, que es PERMANENCIA, y sólo aquello que está siempre presente y patente (de manera directa) en nosotros es real alteza.

Lo único a lo que podemos llamar "permanente" es al YO PURO, ya que siempre somos conscientes, y este simple y perfecto ser constituye nuestra naturaleza básica o esencial, por lo que se infiere que "lo que es natural en nosotros tiene que ser permanente" sin excepción.

Hay dos características que deben existir siempre para que un estado sea considerado como "natural" o inherente:

   1. Aquello a lo que no podemos renunciar.
   2. Lo que jamás puede sentirse como una carga.

Así como el fuego no puede renunciar a su calor, y el veneno no constituye una carga ni un peligro para la serpiente... Así esta pura consciencia sin objeto constituye nuestra naturaleza prefecta y contínua, omnipresente e irrefutable.

Uno no se esfuerza para obtener lo que es su naturaleza, y por lo tanto, siempre está presente en él, más allá de todo cambio aparente.

Conocerla es amarla... Es morar en esa base existencial, vacía de sentido y de propósito, y sin embargo, plena de dicha y bienaventuranza... Siendo simplemente lo que somos, lo que siempre fuimos en el punto "cero" de toda experiencia, antes de cualquier movimiento, de todo estado de conciencia.

Morando en el Corazón trascendemos el miedo ancestral a la muerte y todo resto de separatividad que pueda haber quedado postergado por la práctica y la entrega a los Pies del Sadgurú....

ORACIÓN

1. ¿Puede haber la sensación de «yo», 
sin eso que existe, siempre?
Libre de pensamientos, existe, 
este ser interno, el Corazón.
¿Cómo conocer entonces eso 
que es más allá de la mente?
Conocerlo es morar, firmemente, en el Corazón.

2. El pensamiento «yo» es el primero en morir para aquellos
que se han refugiado del miedo de la muerte,
a los pies del conquistador de la muerte.
En adelante son, naturalmente inmortales.
¿Pueden ser asaltados alguna vez 
de nuevo por el miedo de la muerte?
Sat-Darshan


Al conocimiento de nuestra naturaleza se le denomina "autoconocimiento" y ésta es la única liberación a la que podemos aspirar en nuestro estado actual.

El Yo es el nombre más alto de Dios... Al destruirse el ego queda como el Verbo supremo en el espacio de silencio que llamamos CORAZÓN, nuestra primera y última morada.

Somos es el YO y no hay nada más que el YO... Conociendo eso, conocemos todo lo demás.

En el sólo ser, en la mayor austeridad posible, la de permanecer fuera del alcance de la conciencia del cuerpo o del sentido de individualidad, y estabilizarnos en ese trasfondo natural y original sin modificaciones, está la única paz y felicidad que merece ser buscada con total dedicación.

Como dijimos, éste es el estado de perfección (siddha) en el que ya no queda nadie como "el hacedor", nadie que pueda tomar una decisión o asumir una postura determinada.

No quedan cualidades para ejercer, ni atributos que puedan ser útiles a fin alguno ... Aquí sólo nos resta "permanecer" vacíos y totalmente rendidos al único final posible:

!La destrucción completa como individuos, la resurrección gloriosa como el Yo real!

Permanezcamos pues, entregados completamente en el lo más profundo de nuestro propio ser, a los Pies del Señor que mora auspicioso e inmutable en el Corazón como Siva, el Dios supremo, el Maha yogui, el Sad Gurú que nos ha guiado hasta la inefable paz de su más íntima naturaleza!





नमः शिवय गुरवे
सचिदनन्द मुतयै
निसपपचय शनतय
निरलमबय तेजसे

Om

Namah Shivaya Gurave
Saccidananda Murtaye
Nishprapanchaya Shantaya
Niralambaya Tejase

Om

Ofrezo mi ser al Señor Siva, 
el Uno auspicioso
que es el verdadero Gurú interno y externo
quien asume la forma de Existencia, Consciencia y Felicidad eternas
que es omnipresente y pleno de Paz
y existe independientemente 
como esencia vital de la liberación




OM NAMAH SHIVAYA

OM NAMO BHAGAVATE SRI RAMANAYA

HARI OM TAT SAT

NAMASTÉ


Âtma Vichara paso a paso

Persigue inexorablemente la búsqueda del "Quién soy yo".
Analiza tu personalidad entera.
Trata de encontrar dónde comienza el pensamiento del Yo.
Prosigue con tus meditaciones.
Continúa volviendo la atención hacia adentro. (Un día la rueda del pensamiento perderá velocidad, y una intuición surgirá misteriosamente)
Sigue esa intuición, deja que tu pensamiento se detenga, y te conducirá finalmente hacia la meta.

De las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi