Sólo el silencio

Aunque la realidad del ser ha sido establecida de muchas maneras,decirlo no es suficiente: el ser sólo es conocido por experiencia propia.

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

ॐ नमः शिवाय

domingo, 28 de septiembre de 2014

SAT DARSHANAM -Versos 5 a 7 (El mundo del cuerpo)

Cuarenta versos sobre la Realidad
(vivir desde el corazón)



5- El cuerpo está constituido por cinco envolturas. El cuerpo y el mundo coexisten. 
¿Cómo podría alguien ver el mundo si no fuera porque tiene un cuerpo?

6- El mundo está en la forma de los sentidos quíntuple, como el sonido. 

Estos sentidos son conocidos a través de los cinco órganos de los sentidos. 
Sólo la mente percibe el mundo a través de estos órganos de los sentidos. 
Por consiguiente, el mundo no es sino la mente.

7- Aunque tanto la mente como el mundo ascienden y se ponen juntos, es la mente la que ilumina el mundo. 


La fuente de la cual el mundo y la mente ascienden y en la que se ponen, es la Realidad, que ni asciende ni se pone.


Aún si observamos la vida, la expresión de la consciencia desde el espacio del corazón... Vemos que la existencia se manifiesta en capas.

Capa tras capa van apareciendo ante nuestra mirada, a medida que vamos ampliando nuestra frecuencia vibracional...

La antigua analogía de la cebolla que se va haciendo más pura capa tras capa, a medida que las vamos quitando, es sólo un ejemplo de esa expansión continua que en la naturaleza se repite constantemente.

Estudiando las leyes del Kibalión podemos comprender todo acerca de la manifestación, de la energía universal de la cual formamos parte como seres humanos.

El secreto o la clave para comprenderlas es que no hay que estudiar las leyes por separado, sino en su conjunto. Toda interactúan, todas forman un TODO.

Es en la sinergia de las siete leyes que podemos comprender su verdadero alcance.

Por ejemplo, no sabremos que "todo es mente" hasta que no hayamos comprendido la ley de vibración, ni tampoco porque todo está vibracionalmente entrelazado, hasta que no hayamos comprendido la ley del ritmo... y la correspondencia y el género, etc..

El sadgurú nos aclara que mientras sigamos viendo nuestra existencia como limitada, como apareciendo en una sola capa, como sólo un ancho de banda vibracional, seguiremos captando lo que en esa amplitud se encuentre, lo que se esté manifestando en ese plano existencial.

Tal cual el ejemplo de la radio, tenemos la capacidad de ir moviendo el dial... y más que la radio aún... porque podemos ir ampliando nuestra modulación, para captar más y más frecuencias, bandas unificadas, conjugadas en un mismo ser.


El cuerpo está constituido por cinco envolturas. El cuerpo y el mundo coexisten. 
¿Cómo podría alguien ver el mundo si no fuera porque tiene un cuerpo?

De la misma forma, aprendiendo a conjugar los sentidos, las distintas conciencias (visual, auditiva, olfativa, corporal y mental) podemos darnos cuenta que todo constituye nada más que un mismo movimiento, una misma expansión que comúnmente llamamos: percepción.

Pero la percepción se transforma en errónea, confusa y tramposa, si la captamos por separado, como en la radio, o como las leyes del Kibalión, si nos limitamos a un espectro limitado, así de limitada será la experiencia humana, la conciencia mental que seamos capaces de asumir.

Lo que llamamos la "maya" de Shakti, el engaño de la energía, no es una idea de ella, sino nuestra.

No es que la divinidad este "jugando" con nosotros ni mucho menos!

La ilusión que vela la percepción directa, aquella que nos permite VER la realidad tal cual es, no es más que el producto artificial de una mirada superficial sobre lo que estamos presenciando aquí y ahora, aquello que tiene que ser visto esencialmente como LO QUE ES, una unidad, para llegar a comprenderlo.

El principal obstáculo es que separamos lo que vemos de lo que sentimos realmente... Estamos partidos interiormente porque nos sentimos unidos a todo, pero creemos percibir lo contrario!

Esto hace que aparezca una dualidad irreconciliable entre lo que amamos ser (yo soy todo) y lo que pensamos que es (yo soy nada), cuando la realidad es que ambos son exactamente lo mismo, y en la plena conciencia se unifican libres de duda, ansiedad, temor y deseo...

Sin obstáculos, sin una visión errónea superpuesta, la realidad se expone siempre con mucha claridad, ante nuestros propios ojos... pero más aún, en la experiencia vital de cada instante.


Lo que percibimos como múltiple no contradice lo que sentimos como UNIDAD.

Todo conocimiento sobre la diversidad, es para llevarnos a la conclusión de que nada concluye y que todo se unifica solamente en la unidad real, más allá de todo conflicto, de todo concepto, de toda idea superpuesta.

Lo único que supera la diversidad y el sufrimiento de no poder asir lo que realmente somos, es la visión directa, la visión más allá de la mente, el ver sin los sentidos, sin otras conciencias superpuestas.


Estos sentidos son conocidos a través de los cinco órganos de los sentidos. 
Sólo la mente percibe el mundo a través de estos órganos de los sentidos. 

Por consiguiente, el mundo no es sino la mente.

Lo que experimentamos no es más que lo que somos nosotros mismos, íntegramente.

No hay nada que falte en cada instancia, y por no llegar a captar esta unidad, porque no somos capaces de retirarnos a la base para ver la totalidad de la escena, se genera la apariencia ilusoria, el engaño de Maya que no es de ella, sino sólo un mal hábito con el que nos hemos identificado, el mirar sin ver, la falta de contacto real con la vida, la falta de profundidad.

Todo es sólo la mente y nosotros, como observadores también lo somos...

Pero nosotros, volviendo a través de la consciencia hasta su base, tenemos la capacidad de retroceder y aquietarnos, de permanecer como nuestro Padre Shiva sin implicarnos en la acción, allí, o AQUÍ mejor dicho, en el espacio del Corazón, en la "tierra pura de Buda", en el Reino de los Cielos que está más cerca que nuestros propios pies.

En esta apertura en la que todo se ve como una misma esfera, como una sola escena, como una única proyección sin confusiones, sin doble sentido, sin falsas interpretaciones.

En la apertura del corazón podemos captar todo, aceptar todo aquello que se manifieste amorosamente, conteniendo cada cosa como siendo UNA con lo total, disuelta en la completa unificación, libre de ego o cualquier opinión personal.


Aunque tanto la mente como el mundo ascienden y se ponen juntos, es la mente la que ilumina el mundo. 

La fuente de la cual el mundo y la mente ascienden y en la que se ponen, es la Realidad, que ni asciende ni se pone.

El mundo y la mente son solamente las dos caras de la misma moneda.

Lo que vemos es complejo, si lo apreciamos desde la dualidad, pero si vemos la no-dualidad implícita, o inherente en cada ser, vemos que todo es puro por naturaleza y está manifestando aquí y ahora, su sentido último... y así es muy sencillo de aceptar y realizar.

Lo único que precisamos es ir siempre más allá de lo manifestado, de la percepción corporal, mental y física... de la visión superficial.

Con una mirada profunda no puede haber engaño y la mente, la misma con la cual veíamos el caos, se transforma a sí misma en una mente unívoca, total, no-dual.

Vemos desde la fuente, desde el corazón, desde ese espacio vacío y abierto ilimitadamente donde todo puede suceder, y donde todo pasa sin dejar rastro.

Algunas veces se habla de "sakshi" el testigo nunca afectado por lo que experimenta, igual que el "espejo" nunca es tocado por lo que sea que esté reflejando...

Pero el situarse, el imaginarnos como algo que está más allá, mientras todavía estamos en la mente dual, no será más que otro engaño de esta misma energía, de este hábito de separar las cosas, de este vicio de fragmentar lo que siempre es uno.

Si nos definimos como el testigo o el espejo, estamos creando todavía una consciencia a mitad de camino, una identificación que aunque parezca liberadora, más adelante tendrá que ser trascendida y en el medio, seguirá creando confusión.

En la ausencia de toda noción vamos a ir descubriendo lo nuevo, lo maravilloso que existe detrás de la existencia, la presencia detrás de la consciencia.


Lo hermoso de la vida está en descubrirse, en ir siempre hacia el vacío que está detrás de lo manifestado, en la fuente, en el origen común de todo lo que existe!

En la total ausencia vamos a ir descubriendo la verdadera presencia... la FUENTE que "no asciende ni se pone", que no precisa de otra verdad para presentarse ante nosotros... la sola, simple y absoluta presencia de ESO que siempre ESTÁ... firme con la Madre Arunachala que representa la presencia inmutable de SADA SHIVA, SHIVA más allá de su doble manifestación de Nataraja, Shiva-Shakti eternos.

Al ver esa ausencia, ese espacio vacío, vacío de todo pero pleno de infinitud, estamos viendo a SHIVA, al Sadgurú, a Bhagavan Ramana mismo, con su mirada abierta y pura como el cielo azul.

Y si logramos permanecer allí... a sus Pies... AQUÍ mismo, AHORA exactamente...  donde siempre estamos, pero conscientemente... en el espacio del Corazón... nos fundiremos poco a poco con UN mismo ser, como el hielo se derrite en agua volviendo a su real naturaleza.

Estamos construidos de vacío... Estamos hechos de espacio infinito en el que caben todas las cosas!

Sólo cuando podemos mirar el cuerpo y el mundo, los elementos y los sentidos agregados... cuando podemos ver todas las conciencias como siendo NADA... podremos comprenderlos ... podremos entender que han surgido de nosotros mismos, y no nosotros en ellos!

Somos SATCHITANANDA, PARABRAHMAN la consciencia suprema... y Aquello y sólo aquello, es lo que se refleja en el ESPACIO DEL CORAZÓN como el ATMAN, el SÍ MISMO INMORTAL!



Aum Sat-Chit Ananda Parabrahma
Purushotama Paramatma
Sri Bhagavathi Sametha
Sri Bhagavathe Namaha

Hari Om Tat Sat
Hari Om Tat Sat
Hari Om Tat Sat


OM NAMAH SHIVAYA 


Âtma Vichara paso a paso

Persigue inexorablemente la búsqueda del "Quién soy yo".
Analiza tu personalidad entera.
Trata de encontrar dónde comienza el pensamiento del Yo.
Prosigue con tus meditaciones.
Continúa volviendo la atención hacia adentro. (Un día la rueda del pensamiento perderá velocidad, y una intuición surgirá misteriosamente)
Sigue esa intuición, deja que tu pensamiento se detenga, y te conducirá finalmente hacia la meta.

De las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi